¿Los perros pueden comer calamares?

Los perros deben basar su alimentación en las proteínas procedentes de tejido animal. En otras palabras, la base de su dieta tiene que ser la carne y/o el pescado. Este ingrediente básico puede acompañarse de cereales, verduras, frutas, legumbres, etc., para conseguir un plato completo y equilibrado, listo para cubrir todas sus necesidades nutricionales en cualquier etapa de su vida.

Los calamares son moluscos cefalópodos decápodos, es decir, animales invertebrados que destacan por el gran tamaño de su cabeza y la presencia en ella de diez patas. En su interior contienen una concha que recibe el nombre de pluma y pueden almacenar tinta, que expulsan para huir de sus depredadores potenciales. Por lo tanto, los calamares pueden constituir un alimento válido para los perros.

Pero, ¿y su tinta? ¿Los perros pueden comer calamares en su tinta? La tinta contiene nutrientes beneficiosos, pero se aconseja consumirla siempre cocinada y es en esta preparación en la que se suelen incluir ingredientes no demasiado adecuados para los perros, por eso la recomendación es ofrecerles los calamares de la forma más natural posible, como veremos.

Como decimos, los calamares ofrecen a los perros proteínas de origen animal de alto valor biológico, imprescindibles en su dieta. Además, su contenido en grasas es reducido, con lo que no aportarán calorías en exceso, lo que los hace aptos para perros con problemas de sobrepeso, obesidad o tendencia a engordar.

Por otra parte, contienen vitaminas, como la E o la B3, y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo canino, como el fósforo, el selenio, el hierro o el yodo, así como el famoso ácido graso poliinsaturado omega 3, especialmente recomendado para el cuidado del pelo y de la piel, entre otras numerosas e importantes funciones. Si quieres saber más sobre esto último, no te pierdas este otro artículo: "Omega 3 y 6 para perros".

Ya hemos visto que los perros pueden comer calamares pero, ¿de qué forma? Las personas podemos comer los calamares en muy distintas presentaciones. Por ejemplo, son muy populares los calamares rebozados y fritos o en su tinta, opción de la que ya hemos hablado. En el caso de los perros, lo más adecuado es ofrecerles este producto de la forma más natural posible, evitando la adición de grasas, sal, harinas, salsas, etc., pues se trata de ingredientes poco recomendables para ellos (y de los que nosotros tampoco debemos abusar).

Porque coman un día un calamar frito no les va a pasar nada, pero si queremos ofrecerles calamar con cierta frecuencia o pretendemos que forme parte de su dieta habitual, la opción de presentación siempre tiene que ser la más natural. Por ejemplo, una buena idea es dar los calamares cocidos, horneados o pasados por la plancha. Por supuesto, antes de cocinarlos hay que limpiarlos bien o comprarlos ya limpios.

Como hemos dicho, los calamares pueden formar parte de la dieta del perro. En este caso, si optamos por alimentarlo con comida casera, será el profesional de la nutrición canina quien nos especifique tanto las cantidades adecuadas para nuestro ejemplar como la frecuencia con la que podremos añadir los calamares a su menú. Si nuestro perro come una comida comercial (pienso, latas, comida deshidratada, etc.), los calamares pueden ofrecerse a modo de premio de manera ocasional.

En el artículo "Qué comen los perros" hablamos de porcentajes.

Al igual que las personas, algunos perros pueden ser alérgicos a los calamares o puede ocurrir que estos moluscos no les sienten demasiado bien. Para evitar problemas la recomendación es ofrecer una pequeña cantidad y comprobar si se produce o no algún efecto adverso. Si no se observa ningún trastorno, podremos incluir en su dieta este producto. En cambio, si percibimos cualquier malestar, es mejor no volver a ofrecer calamares. Existen otros alimentos con propiedades similares que se pueden dar en su lugar en los casos en los que el perro no los tolere. En este post hablamos de los Síntomas de alergia alimentaria en perros.

Por otra parte, si el perro tiene problemas de salud que están siendo tratados con una dieta especial prescrita por el veterinario, se debe consultar con este profesional antes de introducir calamares en su alimentación, aunque sea a modo de premio. Un ejemplo son los perros con cristales de urato, que deben seguir dietas bajas en purinas (se encuentran en cantidades medias en los calamares, aunque, también, en carnes o vísceras).

Los perros a los que no les sienten bien los calamares pueden manifestar molestias a nivel digestivo, como dolor abdominal, descomposición, diarrea, náuseas o vómitos. El cuadro clínico va a depender de la cantidad ingerida, así como de las características del perro.

Las alergias alimentarias también pueden cursar con molestias digestivas, aunque es más frecuente que produzcan prurito (picor). Lógicamente, estos perros no deberían volver a tomar el alimento que ha desencadenado su reacción.

Ahora que sabes que los perros pueden comer calamares, sigue aprendiendo y descubre en este vídeo las mejores frutas para perros:

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