¿Los perros pueden comer higos?

El higo es una fruta con un buen valor nutricional que, cuando está maduro, no contiene ninguna sustancia que resulte tóxica para los perros. Por tanto, podemos confirmar que los higos se encuentran en la lista de alimentos aptos para los perros.

No obstante, debemos tener en cuenta que, junto al plátano, la chirimoya y las uvas, el higo es una de las frutas con mayor contenido en azúcares, por lo que se debe ofrecer con moderación para evitar perjuicios sobre la salud de los perros. En los siguientes apartados, explicamos cuál es la mejor manera de incluir los higos en la dieta de los perros, para que su aporte resulte siempre seguro y saludable.

El higo es una fruta apta para los perros, que puede aportar una serie de beneficios nutricionales:

• Aunque su contenido proteico no es alto, contiene gran parte de los aminoácidos esenciales para los perros (que son aquellos aminoácidos que el organismo no es capaz de sintetizar y que necesitan ser ingeridos a través de la dieta).
• Tiene una cantidad importante de fibra. Aunque es un nutriente que los perros no pueden digerir, resulta fundamental en su dieta, puesto que ayuda a regular la ingesta, mejora el tránsito intestinal y contribuye al mantenimiento de la microbiota beneficiosa del intestino.
• Presenta una elevada proporción de potasio y contiene cantidades apreciables de calcio, fósforo y magnesio.
• Respecto a las vitaminas, contiene pequeñas cantidades de provitamina A y de vitaminas C, B1 (tiamina), B3 (niacina) y B6 (piridoxina).

Ahora que sabemos que los perros pueden comer higos, es preciso que expliquemos de qué manera podemos ofrecerlos para que su aporte resulte seguro y beneficioso. En primer lugar, hablaremos sobre el tipo de higos que los perros pueden consumir. ¿Te estás preguntando si los perros pueden comer higos frescos o si los perros pueden comer higos secos? Te lo contamos a continuación.

El higo seco es el producto obtenido a partir de la deshidratación del higo fresco. Al reducirse considerablemente su contenido de agua, los azúcares se concentran y se obtiene un producto con un contenido calórico casi 4 veces superior al del fruto fresco. Esto hace que los higos secos no sean recomendables para los perros. Por tanto, si decides aportar esta fruta a tu perro, lo correcto es que la ofrezcas en fresco.

Además, es importante que selecciones higos que estén lo suficientemente maduros. Cuando los higos están verdes contienen una savia o látex (líquido blanquecino-lechoso), que también está presente en las hojas y los tallos de la higuera, y que puede originar un cuadro de intoxicación tanto por contacto con la piel como por ingestión. Por ello, recuerda la importancia de mantener los higos sin madurar, las hojas y los tallos de la planta alejados de tu animal, para evitar el riesgo de intoxicación por higos en perros. Conoce los Síntomas de intoxicación en perros en este otro artículo.

Para preparar los higos, simplemente debes pelarlos y cortar la pulpa en pequeños daditos (de 0,5-1 cm de lado, aproximadamente).

Al tratarse de una fruta muy rica en azúcares, los higos se deben ofrecer con moderación. Lo más recomendable es aportarlos a modo de premio o recompensa, de forma ocasional.

Por ejemplo, puedes optar por ofrecer los higos a modo de premio una o dos veces al mes. Como referencia, puedes ofrecer 2-3 daditos de la fruta a perros pequeños, 3-5 a perros medianos y 5-7 a perros grandes.

Los higos son capaces de producir efectos negativos sobre la salud de los perros, especialmente cuando se aportan sin tener en cuenta las consideraciones que hemos mencionado a lo largo del artículo:

• Cuando se aportan cantidades excesivas de esta fruta, pueden aparecer problemas de sobrepeso u obesidad, diabetes, etc. El aporte de higos secos puede tener consecuencias similares, debido a su alta concentración de azúcares y a su elevado contenido calórico.
• Cuando se ofrecen higos verdes (inmaduros) o, accidentalmente, los perros ingieren o entran en contacto con la savia de las hojas o el tallo, se puede producir un cuadro de intoxicación por acción de las furocomarinas. Cuando el contacto se produce a través de la piel, puede aparecer irritación, fotosensibilidad, ampollas, etc. Cuando se produce la ingestión de alguna de estas partes de la planta, puede aparecer salivación excesiva, vómitos, diarrea, etc.

Aunque ya hemos comentado que los perros pueden comer higos con moderación, existen ciertas situaciones en las que su aporte puede estar contraindicado. Por ejemplo:

• Perros con diabetes.
• Perros con obesidad o sobrepeso.
• Perros con alergias o intolerancias alimentarias.
• Perros con un aparato digestivo especialmente sensible a los cambios de dieta.

Si tu perro presenta algún síntoma tras comer higos o sospechas que puede estar dentro de estos grupos, evita darle esta fruta y escoge otros premios que sí pueda comer. En este vídeo compartimos más frutas buenas para los perros:

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