Mi gato está decaído y no se mueve - Causas



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Por su propia naturaleza, el gato no acostumbra a mostrar signos de enfermedad hasta que esta no le resulta verdaderamente incapacitante. Por eso, que nuestro gato reduzca su actividad y su apetito es un indicio que no podemos obviar.
Si nuestro gato está decaído y no se mueve o nos parece triste, apático o aletargado, debemos consultar con el veterinario. En este artículo de ExpertoAnimal, responderemos a la pregunta de por qué mi gato está decaído y no se mueve. Veremos que detrás de este decaimiento pueden esconderse causas tanto psicológicas como físicas.
¿Cómo saber si mi gato está enfermo?
Puesto que los gatos no suelen mostrar signos de enfermedad hasta que su situación no es más grave, para saber si tu gato está enfermo, deberemos ser observadores, atendiendo especialmente a estos aspectos:
- Actitud anormal en el gato.
- No come o no bebe.
- Inactividad.
- Hocico seco y caliente (síntoma de fiebre).
- Orina y/o heces anormales.
- Problemas con el pelaje.
- Náuseas y vómitos.
- Ronroneo y maullidos fuertes.
- Aliento fétido.
- Se rasca mucho.
Para más información, puedes consultar este otro artículo de ExpertoAnimal sobre ¿Cómo saber si mi gato está enfermo?

¿Por qué mi gato está decaído y no se mueve?
Son varias las posibles causas que expliquen por qué tu gato está apático. En resumidas cuentas, puede deberse a los siguientes problemas:
- Estrés.
- Dolor.
- Parásitos.
- Enfermedades.
- Vejez.
A continuación, pasaremos a comentar cada uno de estos aspectos. Eso sí, ante cualquier comportamiento anormal en tu felino, lo mejor es llevarlo al veterinario.
Estrés en gatos
Los gatos acostumbran a definirse como animales independientes, pero lo cierto es que manifiestan una alta sensibilidad a todo aquello que acontece en su entorno y con su familia. Así, cualquier cambio puede suponer una alteración en su conducta debida al estrés que experimenta en estas situaciones. Por ejemplo, un cambio de domicilio, la llegada de nuevos miembros a la familia, pero, también, modificaciones que nos pasan desapercibidas, como un ruido que lo asusta. En ocasiones, el gato está decaído y no se mueve ni se relaciona como muestra de estrés. El gato estará triste y demasiado parado, puede esconderse, perder el apetito e incluso comenzar a orinar o defecar fuera de su bandeja de arena.
Aunque es muy fácil que los gatos se estresen, si detectamos esta sintomatología, no podemos dar por hecho que se trata de un problema psicológico. Siempre debemos acudir al veterinario para descartar una causa física, ya que las enfermedades también pueden estar detrás del decaimiento. Solo confirmando que el gato está completamente sano, podemos pensar en un origen psicológico.
Para comprobar si tu gato realmente está estresado, puedes consultar este otro artículo de ExpertoAnimal sobre 5 síntomas de estrés en el gato.

Gato triste por dolor
Un gato que está decaído y no se mueve puede indicarnos que está experimentando algún dolor cuyas causas son variadas. Los gatos no son muy expresivos en cuanto a sus molestias se refiere. Esto quiere decir que normalmente no son quejicas. Aguantan al máximo antes de mostrar debilidad y esto consigue que nos cueste descubrir que están enfermos o que lo hagamos cuando la dolencia se encuentra ya en una fase avanzada. Los signos de enfermedad pueden pasarnos desapercibidos. Además, en ocasiones son muy sutiles e inespecíficos.
Por ejemplo, algún vómito de vez en cuando no acostumbra a alarmar a los cuidadores, sobre todo si el gato no manifiesta ningún cambio más en su conducta. Pero, en realidad, puede estar indicándonos una enfermedad renal. Otro caso sería el de un gato mayor que nos parece que duerme mucho por su edad, pero puede estar demasiado quieto porque siente dolor en sus articulaciones. Por eso es importante que, si nuestro gato está decaído, no juega, no se mueve como acostumbraba o, simplemente, lo notamos triste, acudamos al veterinario.
Para identificar los síntomas de dolor en gatos, te dejamos este otro artículo sobre 10 signos de dolor en gatos.

Causas físicas de decaimiento en los gatos
Hay numerosísimas causas que pueden provocar que un gato esté decaído y no se mueva, por eso lo recomendable es consultar con el veterinario. Según su edad, algunas pueden ser más probables que otras, como las que te mostramos a continuación:
- Parásitos intestinales: así, los gatitos que presentan una disminución de su actividad normal, pueden estar infestados por parásitos intestinales. Es común que, de ser el caso, el pequeño presente también diarrea o descomposición, pero no siempre.
- Enfermedad infecciosa: estar apagado, triste o decaído puede ser también indicativo del padecimiento de alguna enfermedad infecciosa que se encuentra en fase de incubación. Un ejemplo es la panleucopenia, una grave dolencia vírica que cursa con vómitos intensos y diarrea profusa, muchas veces sanguinolenta, que puede comenzar con un simple decaimiento.
- Vejez en gatos: al contrario, en los geriátricos, es decir, aquellos ejemplares de edad avanzada, no es extraño observar que el gato esta decaido y duerme mucho. Los gatos son animales dormilones y es normal que pasen durmiendo hasta 16 horas al día. En estos gatos más mayores, el período de sueño incluso puede incrementarse, pero, si notamos que está triste y decaído, su letargo puede ser síntoma de un dolor o de una enfermedad sistémica.
El veterinario puede llegar al diagnóstico tras examinarlo y realizar pruebas como análisis de sangre y orina, radiografías o ecografías. Eso sí, no solo los animales ancianos pueden enfermar. Gatos adultos relativamente jóvenes también deben ser llevados al veterinario si los notamos decaídos.

¿Qué hago si mi gato está decaído?
Insistimos en que, si nuestro gato está decaído y no se mueve, lo notamos triste o apagado, hay que consultar con el veterinario. Por supuesto, debemos seguir sus indicaciones si nos pauta medicación o dieta. Si en la revisión se determina que el gato está sano o si el decaimiento se debe a la vejez, tenemos la opción de intentar animarlo con recomendaciones como las siguientes:
- Obsérvalo: examinar su rutina para identificar el cambio que lo haya entristecido y, si es posible, revertirlo.
- Apoyos: poner apoyos para que le resulte sencillo subir y bajar de lugares elevados.
- Juguetes: adoptar medidas de enriquecimiento ambiental. Esto quiere decir que el gato necesita estímulos, como zonas a las que trepar, sitios donde esconderse, rascadores, juguetes, etc. para que no caiga en situaciones de estrés o depresión.
- Dedicarle tiempo: no se trata de forzar al gato a caricias o a juegos que no quiere, pero sí tenemos que propiciar y continuar sus interacciones.
- Feromonas: utilizar feromonas apaciguadoras. Las podemos conseguir en diferentes formatos y su función es relajar el ambiente mediante olores que para el gato suponen tranquilidad.
- Tranquilidad: no es momento de cambios. Un gato decaído y ya mayor no suele mejorar con la introducción de un gatito juguetón en su territorio. Al contrario, puede ser un factor de estrés que empeore el cuadro.
- Profesionales: si nuestro gato sigue triste y el veterinario ha descartado un problema físico, podemos recurrir a especialistas en conducta felina o etólogos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Morris, Desmond. (1988). Observe a su gato. Barcelona. Plaza Janés.