Problemas oculares

Mi perro se quedó ciego de repente: causas y qué hacer

 
Marta Sarasúa
Por Marta Sarasúa, ATV y etóloga. 28 enero 2025
Mi perro se quedó ciego de repente: causas y qué hacer
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La pérdida de vista aguda y repentina en un perro es un hecho alarmante tanto para el propio animal, que puede mostrarse confundido, inseguro, desorientado y asustado, como para su tutor, quien experimenta una gran preocupación y debe saber cómo actuar de la mejor manera posible para ayudar a su peludo.

Aunque no es algo frecuente, ciertas circunstancias pueden provocar una ceguera total o parcial de manera muy brusca y rápida, sin darle tiempo al animal a adaptarse a la pérdida de visión, pues pasa de ver perfectamente a no ser capaz de percibir nada o prácticamente nada a través de la vista. A veces, estas cegueras son temporales y pueden revertirse con tiempo y con un tratamiento adecuado, mientras que en otras ocasiones el animal queda ciego de por vida. En este último caso, el perro debe aprender, poco a poco, a gestionar su nueva condición, lo cual, por fortuna, no les suele llevar demasiado tiempo, ya que los perros tienen una impresionante capacidad de adaptación. Si tu perro se ha quedado ciego de repente o temes que le pueda ocurrir, no te pierdas este artículo de ExpertoAnimal, pues aquí te contamos las causas más habituales que pueden dar lugar a este tipo de cegueras agudas y qué puedes hacer en cada caso.

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Índice
  1. Traumastismo
  2. Efecto de la anestesia
  3. Neuropatías
  4. Intoxicaciones
  5. Inflamación de la coroides y la retina
  6. Otras patologías

Traumastismo

Un golpe fuerte en la zona de la cabeza o la cara, un atropello, una caída grave o cualquier otro tipo de traumatismo que el perro pueda sufrir tiene la potencial capacidad para afectar a su visión. Esto es así porque las lesiones producidas pueden aumentar la presión intracraneal del can, provocarle una hemorragia intraocular, afectar a los músculos oculares, causarle un desprendimiento de retina, etc.

Tratamiento

En función de cuál haya sido el accidente y de lo rápido que se atienda al animal, en estos casos es muy probable que se pueda recuperar la funcionalidad del ojo afectado, bien a través de un tratamiento médico o mediante una cirugía de emergencia. Por tanto, en estos casos, la ceguera en perros puede ser reversible.

Efecto de la anestesia

En ocasiones, los perros que son sometidos a una cirugía y que, en consecuencia, deben pasar un tiempo bajo los efectos de una anestesia general, pueden desarrollar ciertas complicaciones postquirúrgicas derivadas de dicho proceso anestésico. Una de estas complicaciones es la ceguera que puede aparecer si, en algún momento de la cirugía, el perro ha sufrido hipotensión, hipoxia (falta de oxígeno), hipotermia o ha pasado mucho tiempo en un plano anestésico demasiado profundo.

Tratamiento

En estos casos, el perro despierta completamente ciego y puede mostrar signos de disforia, delirio, inquietud o nerviosismo al no ser capaz de ubicarse de manera eficaz. Por suerte, esta ceguera suele resolverse por sí misma en la gran mayoría de los casos tras unos días de reposo, por lo que no requiere un tratamiento específico más allá del indicado para la cirugía a la que se le ha sometido.

Neuropatías

La vista, al igual que el resto de los sentidos, está controlada por el cerebro, que es el órgano encargado de recibir toda la información aportada por los ojos, interpretarla y transformarla en imágenes. Esto significa que cualquier patología o lesión a nivel del sistema nervioso central puede dejar al animal incapaz de emplear alguno de sus sentidos, siendo este otro de los motivos que pueden explicar por qué un perro se quedó ciego de repente.

Una de las causas neurológicas más habituales de pérdida de visión es la inflamación y/o la infección del nervio óptico, que es el nervio encargado de trasladar toda la información visual desde los ojos hasta el cerebro. Algunos microorganismos son capaces de invadir el sistema nervioso del perro y atacar a dicho nervio, impidiendo que el animal pueda ver, aunque anatómicamente sus ojos no estén afectados. Por otra parte, las siguientes causas también pueden provocar una ceguera repentina:

  • Inflamación a nivel del cerebro.
  • Aumento de la presión intracraneal.
  • Tumor.
  • Edema o hemorragia cerebral.

Tratamiento

En estos casos, es muy importante la valoración de un veterinario neurólogo, quien realizará un examen neurológico completo al animal y valorará la posibilidad de revertir la ceguera a través de un tratamiento médico o quirúrgico. Muchas veces, las alteraciones neurológicas son temporales y reversibles pero, en caso de no serlo, el pronóstico no es demasiado favorable y lo más probable es que el animal no vuelva a recuperar la vista.

Mi perro se quedó ciego de repente: causas y qué hacer - Neuropatías

Intoxicaciones

La mayoría de sustancias tóxicas lo son porque provocan daños a nivel metabólico en los animales, afectando a la estructura o función de alguno de sus órganos. Aunque no es, ni mucho menos, lo más frecuente, ciertos productos pueden llegar a dañar el sistema nervioso del animal al ser ingeridos, lo que podría terminar desembocando en una ceguera temporal o permanente. Algunos ejemplos de estos tóxicos serían estos:

Igualmente, debemos tener especial cuidado con las ivermectinas y otros productos que se utilizan habitualmente como antiparasitarios, pues una sobredosis de estos productos o una mala utilización (por ejemplo, ponerle una pipeta antiparasitaria de perro a un gato), puede provocar graves efectos neurológicos, ceguera e incluso la muerte del animal.

Tratamiento

En estos casos, es fundamental acudir rápidamente al centro veterinario para que actúen de inmediato. En función del caso, puede ser necesario realizar un lavado gástrico y eliminar el tóxico. Hablamos de ello aquí: "Intoxicaciones en perros: síntomas y tratamiento".

Mi perro se quedó ciego de repente: causas y qué hacer - Intoxicaciones

Inflamación de la coroides y la retina

La coriorretinitis se define como una inflamación de la coroides y la retina del ojo que desemboca en una pérdida rápida de visión unilateral o bilateral, en función de si solo está afectado un ojo o los dos.

La coriorretinitis puede tener muchas causas, siendo las principales las infecciones bacterianas, micóticas y parasitarias. Además, aquellos perros que padecen enfermedades sistémicas previas, como puede ser la leishmaniosis, o que estén inmunodeprimidos, por ejemplo por sufrir algún tipo de cáncer o una patología autoinmune, son mucho más susceptibles a desarrollar coriorretinitis.

Tratamiento

El tratamiento, en este caso, es farmacológico, a través de la aplicación de antiinflamatorios o corticoides y dependerá de la gravedad y la causa subyacente. En muchos casos, la vista se recupera en unos días o semanas.

Otras patologías

En la clínica veterinaria existen otras patologías que con mayor frecuencia provocan ceguera en los perros. La diferencia con las mencionadas anteriormente es que estas, por lo general, suelen cursar con una pérdida de visión progresiva en lugar de dejar al animal completamente ciego de la noche a la mañana. No obstante, el tiempo que puede pasar desde que se diagnostican hasta que el perro pierde la visión es muy variable y depende mucho de cada caso, por lo que es posible que algunos canes queden ciegos en tan solo unos días, mientras que otros tarden semanas, meses o años. Por ello, es habitual que muchos tutores piensen que su perro se quedó ciego de repente.

Las principales patologías que cursan con una ceguera progresiva de evolución más o menos rápida son:

  • Cataratas: consiste en una pérdida de transparencia del cristalino que impide al animal ver bien. Su aparición es relativamente frecuente en perros de edad avanzada, especialmente en aquellas razas con cierta predisposición genética, como el cocker o el caniche.
  • Glaucoma: el glaucoma aparece como consecuencia de un aumento de la presión intraocular, la cual termina dañando el nervio óptico y provocando una completa pérdida de visión. Una de las principales causas de glaucoma en perros es la diabetes mellitus, por lo que es imprescindible llevar un control muy exhaustivo de esta enfermedad para evitar problemas a nivel ocular.
  • Degeneración retiniana adquirida súbita: esta patología produce una rápida degeneración en la retina que termina ocasionando una pérdida de visión repentina. En las primeras etapas de la enfermedad, la apariencia del ojo es completamente normal y, por ello, a veces resulta difícil de diagnosticar.
  • Anomalías congénitas: algunas de las causas más frecuentes de ceguera están íntimamente relacionadas con la genética propia de las diferente razas caninas. Alteraciones como la atrofia progresiva de retina, la displasia de retina o la ceguera congénita por luxación de cristalino afectan con mayor frecuencia a unas razas que a otras, por lo que resulta imprescindible investigar muy bien cuáles son los perros con predisposición genética a padecerlas y evitar la reproducción de aquellos ejemplares afectados.

Si te has percatado de que tu perro ha perdido visión de manera repentina, es muy importante que acudas al veterinario a la mayor brevedad posible para que le haga las pruebas pertinentes y le paute un tratamiento apropiado, pues en ocasiones y dependiendo de su causa, algunas cegueras pueden revertirse.

Mi perro se quedó ciego de repente: causas y qué hacer - Otras patologías

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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