Polifagia en perros - Síntomas, causas y tratamiento

La polifagia es un signo clínico que consiste en un consumo excesivo de comida. El control de la ingesta de alimentos se produce gracias a la interacción de diversos factores como:

• Factores gastrointestinales.
• Factores nerviosos.
• Factores ambientales.

Sin embargo, cuando se produce un desequilibrio en alguno de estos factores, aparece una compulsión alimenticia que hace que los perros consuman una cantidad de alimento por encima de lo habitual.

Algunos cuidadores racionan la comida de sus perros de forma “intuitiva”, teniendo únicamente en cuenta la cantidad que consigue saciar el apetito del animal. Sin embargo, esta práctica puede resultar problemática cuando la ración que se aporta no concuerda con:

• La cantidad de alimento: que depende de la edad, la raza o tamaño y el nivel de actividad.
• La energía que necesita diariamente el can.

Conocer el volumen de alimento que necesita un perro en función de la densidad energética de su ración es fundamental no solo para satisfacer sus necesidades nutricionales y energéticas, sino también para poder valorar la aparición de alteraciones en la ingesta de comida, como la polifagia.

Siempre que tengas dudas sobre la cantidad de alimento que debes aportar a tu perro, no dudes en consultar con tu veterinario/a de confianza. Además, debes tener en cuenta que las necesidades energéticas pueden variar a lo largo del tiempo por diversos factores (edad, nivel de actividad, temperatura atmosférica, estados de gestación o lactación, etc.). Por ello es importante que realices esta consulta a tu veterinario/a con relativa frecuencia, para así garantizar un manejo óptimo de la dieta de tu mascota.

La polifagia canina se manifiesta siempre de la misma manera: con un consumo excesivo de alimento. Sin embargo, de forma didáctica podemos clasificarla en tres tipos diferentes para facilitar su compresión:

• Polifagia patológica: es la polifagia que aparece en enfermedades como la diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo, insuficiencia pancreática exocrina, insulinoma, parasitosis gastrointestinales o patologías neurológicas. Consulta este post sobre ¿Cómo detectar problemas neurológicos en perros? para tener más información sobre el tema.
• Polifagia fisiológica: es aquella que tiene lugar en determinadas situaciones fisiológicas para hacer frente a un incremento de la demanda energética del organismo, como estados de crecimiento, gestación o lactación, y otras situaciones no patológicas como el incremento de la actividad física o el descenso de la temperatura ambiental.
• Polifagia yatrogénica: es aquella que producimos las personas, o bien como consecuencia de un manejo inadecuado de la alimentación de nuestras mascotas, o bien por la instauración de un tratamiento farmacológico que produce polifagia como efecto secundario.

Algunos autores, también clasifican la polifagia de la siguiente manera:

• Polifagia primaria: es consecuencia de la existencia de una patología que afecta al Sistema Nervioso Central, en concreto, al centro de la saciedad localizado en el hipotálamo.
• Polifagia secundaria: está producida por factores no neurológicos.

Como hemos explicado en el apartado anterior, la polifagia canina puede estar originada por causas patológicas, fisiológicas o yatrogénicas. A continuación, explicamos de forma más detallada cada una de las causas que pueden dar lugar a este signo clínico en los perros:

• Neurológicas: se incluyen alteraciones que afectan al centro de la saciedad localizado en el hipotálamo, como tumores hipotalámicos, traumatismos craneoencefálicos y procesos inflamatorios o infecciosos a nivel del Sistema Nervioso Central.
• Endocrinas: entre las que destacan la acromegalia, la diabetes mellitus, el Síndrome de Cushing (o hiperadrenocorticismo) o el insulinoma. También se produce en casos de hipertiroidismo, aunque es un proceso mucho más frecuente en gatos que en perros.
• Causas que producen pérdida de nutrientes: como ocurre en la insuficiencia pancreática exocrina, en parasitosis intestinales masivas o en patologías intestinales como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
• Tumorales: dado que las células neoplásicas tienen una alta demanda energética.
• Fisiológicas: como el crecimiento, la gestación, la lactación, el frío y la actividad física intensa. Todas ellas tienen como punto en común que incrementan la demanda energética del organismo, lo que aumenta a su vez el apetito.
• Comportamentales: por aburrimiento, estrés o competencia por la comida cuando conviven varios perros juntos. Cabe destacar que la polifagia se considera normal en algunas razas, como el labrador retriever o el carlino.
• Dietéticas: las dietas hipocalóricas o de baja calidad nutricional producen polifagia al no satisfacer las demandas energéticas del animal. Por otra parte, el cambio a dietas más palatables o sabrosas también ocasionan polifagia.
• Farmacológicas: algunos fármacos como las benzodiacepinas, los corticoides, los progestágenos, los antihistamínicos o los anticonvulsivantes pueden producir polifagia como efecto secundario.

La polifagia es en sí misma un signo clínico que se puede manifestar de la siguiente manera:

• Consumo más frecuente de comida en perros que tienen la comida a libre disposición o “ad libitum”.
• Consumo de mayor cantidad de alimento de lo normal en perros que tienen la comida a libre disposición o “ad libitum”.
• Búsqueda continua de comida en casa o en la calle.
• Demanda continua de comida a los cuidadores o tutores.
• “Robo” de comida: es frecuente que, en esa búsqueda obsesiva de alimento, los perros consigan hacerse con comida de la despensa o de la basura, o incluso se coman la comida de otras mascotas con las que conviven.

Siempre que detectemos la polifagia en un perro, es importante prestar atención a la presencia de otros signos clínicos que pueden ser indicativos de enfermedad y pueden ayudar a orientar el diagnóstico. Algunos de los signos que pueden acompañar a la polifagia son:

• Pérdida de peso.
• Incremento de peso.
• Poliuria: aumento del volumen de orina.
• Polidipsia: aumento del consumo de agua.
• Signos neurológicos.
• Signos digestivos: como vómitos o diarrea.

Si quieres saber más sobre la Poliuria y polidipsia en perros: sus causas y qué hacer, no dudes en leer este otro artículo de ExpertoAnimal que te sugerimos.

El diagnóstico de la polifagia canina se debe centrar en los siguientes aspectos:

• Valoración de la dieta: resulta fundamental para conocer si se trata de una polifagia yatrogénica ocasionada por un mal manejo dietético. Para ello, se debe valorar el tipo de ración que consume el animal (pienso comercial o ración casera), la cantidad, el número de tomas al día y la densidad energética o calórica de cada ración. A su vez, se deben tener en cuenta las necesidades nutricionales del animal, para así comprobar si la ración que recibe es acorde a sus requerimientos.
• Valoración de los cambios de peso: aunque a priori pueda resultar contradictorio, debemos saber que la polifagia puede ir acompañada tanto de ganancia como de pérdida de peso. Normalmente, las causas neurológicas, farmacológicas, dietéticas, comportamentales y algunas fisiológicas suelen ir acompañadas de un incremento de peso. Por el contrario, algunas causas patológicas como la diabetes mellitus o la insuficiencia pancreática exocrina se acompañan de una pérdida de condición corporal.
• Valoración del estado fisiológico: como hemos explicado, existen diversas situaciones fisiológicas que producen un incremento de la demanda de energía y, por tanto, originan polifagia. Por ello, durante el diagnóstico de esta alteración se debe tener en cuenta si el animal se encuentra en alguna de estas situaciones, para así descartar que se trate de una polifagia fisiológica.
• Detección de otros signos clínicos: la detección de otros signos clínicos por parte de los cuidadores o del veterinario/a ayudan a orientar el diagnóstico en el caso de la polifagia patológica.
• Pruebas complementarias: siempre que se hayan descartado las causas de polifagia fisiológica y yatrogénica o que se hayan detectados signos de enfermedad, se deben realizar pruebas complementarias para alcanzar el diagnóstico definitivo de la enfermedad causante de la polifagia. De forma general, se deben realizar análisis de sangre, de orina y otras pruebas laboratoriales para detectar enfermedades endocrinas, análisis coprológicos para detectar parasitosis digestivas, pruebas de imagen (como radiografía, ecografía y resonancia magnética), etc.

Antes de hablar sobre prevención, debemos saber que no todos los casos de polifagia son evitables. Como es lógico, las causas yatrogénicas, es decir, aquellas que producimos nosotros mismos por un mal manejo dietético o por la administración de algunos fármacos, son perfectamente evitables. Sin embargo, existen muchas causas patológicas de polifagia canina que no se pueden prevenir.

En este apartado, vamos a centrarnos en las principales causas de polifagia que se pueden evitar con unas correctas medidas preventivas:

• Dieta adecuada: una dieta equilibrada y acorde a las necesidades del animal será fundamental para evitar las causas dietéticas de la polifagia canina. De igual modo, ajustar la densidad calórica de la ración en animales con una mayor demanda energética (como en perras gestantes o en lactación) evitará las causas fisiológicas de la polifagia.
• Cumplir con el programa vacunal y de desparasitación: como hemos mencionado, existen causas infecciosas y parasitarias capaces de originar polifagia. Por ello, es de vital importancia cumplir con el calendario vacunal y de desparasitación para prevenir la aparición de polifagia por estas causas.
• Prevenir alteraciones comportamentales: tanto el estrés como el aburrimiento causado por la soledad o la falta de actividad física y mental pueden originar una polifagia psicógena en los perros. Por ello, es importante dedicar a nuestras mascotas el tiempo y la atención que necesitan, para así evitar la aparición de este tipo de alteraciones comportamentales. Además, en caso de que convivas con varios perros, recuerda la importancia de suministrar a cada uno la cantidad de alimento que necesita, en cuencos independientes y, siempre que lo consideres oportuno, en lugares separados, para así evitar problemas de competencia entre ellos.

El tratamiento o la corrección de la polifagia en los perros puede variar en función de la causa que la origina. Por ello, en este apartado vamos a abordar el tratamiento de la polifagia canina en función de la causa subyacente:

• Polifagia patológica: para revertir la polifagia patológica es necesario instaurar un tratamiento específico de la enfermedad que la origina. En función de la patología, el tratamiento puede ser farmacológico, quirúrgico y/o dietético.
• Polifagia fisiológica: la polifagia fisiológica aparece en estados que producen un incremento de la demanda energética del organismo. Para prevenir su aparición, simplemente se debe aportar una ración con mayor densidad energética, para así satisfacer las necesidades de los animales.
• Polifagia yatrogénica: cuando la polifagia está originada por un manejo inadecuado de la alimentación, se deben corregir los errores dietéticos ajustando la cantidad y la composición de la ración a las necesidades del animal. Cuando la polifagia aparece como efecto secundario a la administración de un fármaco, generalmente no es necesario suspender el tratamiento, dado que la polifagia no es efecto adverso grave. No obstante, es importante informar al veterinario/a que pautó el tratamiento sobre la aparición de este efecto secundario y, aunque se detecte un incremento del apetito en el animal, no incrementar el volumen de la ración. Cuando la causa de la polifagia sea comportamental, se debe eliminar el elemento desencadenante o corregirla mediante terapia conductual.

Te dejamos este vídeo de ExpertoAnimal donde se explica cuántas veces al día debe comer un perro, por si tienes dudas sobre el tema.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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