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Corticoides para perros - Tipos, dosis y efectos secundarios

 
Cristina Pascual
Por Cristina Pascual, Veterinaria. 4 febrero 2022
Corticoides para perros - Tipos, dosis y efectos secundarios
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Los corticoides son fármacos utilizados para tratar una gran variedad de patologías en medicina veterinaria. Sus potentes efectos antiinflamatorios e inmunosupresores los convierten en fármacos muy eficaces para tratar procesos alérgicos, inflamatorios, enfermedades autoinmunes e inmunomediadas, entre otras. No obstante, se debe tener en cuenta que su uso no está exento de la aparición de efectos secundarios que, aunque previsibles, no son evitables.

Si quieres conocer más acerca de los corticoides para perros, no te pierdas el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que hablamos sobre los tipos, dosis y efectos secundarios de estos fármacos.

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Índice

  1. ¿Qué son los corticoides para perros?
  2. Tipos de corticoides para perros y sus usos
  3. Dosis de corticoides para perros
  4. Efectos secundarios de los corticoides en perros
  5. Contraindicaciones de los corticoides en perros

¿Qué son los corticoides para perros?

Antes de mencionar los distintos tipos de corticoides para perros, debemos explicar qué son y cuál es su función. Los corticoides son fármacos análogos a los corticoesteroides o corticoides endógenos, es decir, son moléculas sintetizadas artificialmente que imitan el efecto que tienen las hormonas corticoesteroides producidas naturalmente por el organismo de los perros.

Ahora bien, ¿para qué sirven los corticoides en perros? A continuación, vemos los distintos tipos y sus usos en estos animales.

Tipos de corticoides para perros y sus usos

Dentro de los corticoesteroides endógenos encontramos dos grupos: los glucocorticoides y los mineralocorticoides. Cada uno de ellos cuentan con una función, por lo que veremos a continuación para qué sirven los corticoides para perros dependiendo del tipo:

Glucocorticoides para perros

El principal representante de los glucocorticoides es el cortisol, coloquialmente conocido como hormona del estrés”. Esta hormona se produce a nivel de la corteza de las glándulas adrenales, concretamente en la zona fascicular, y su síntesis está regulada por medio del eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal, de manera que cuando incrementan los niveles de cortisol en sangre, se inhibe el eje y cesa la síntesis de esta hormona.

Los corticoides más utilizados en veterinaria, entre los que se encuentran la prednisona, la hidrocortisona o la dexametasona, tienen un mayor efecto glucocorticoide que mineralocorticoide.

Los glucocorticoides son fármacos que actúan prácticamente en todo el organismo. Se encuentran entre los fármacos más empleados en medicina veterinaria debido a sus dos efectos principales:

  • Son potentes antiinflamatorios: dado que inhiben la fosfolipasa A2 y, en consecuencia, impiden la producción de mediadores inflamatorios como las prostaglandinas, las prostaciclinas y los tromboxanos. Esto los convierte en fármacos muy eficaces para el tratamiento de procesos alérgicos e inflamatorios.
  • Son inmunosupresores: cuando se emplean a dosis altas se alcanza un efecto inmunosupresor al alterar la función de linfocitos y macrófagos y al inhibir la síntesis de interferón gamma y diferentes interleuquinas. Por ello, están indicados para el tratamiento de enfermedades autoinmunes, enfermedades inmunomediadas y neoplasias.

Mineralocorticoides para perros

Su principal representante es la aldosterona. De igual manera, esta hormona se sintetiza en la corteza adrenal, aunque a nivel de la zona glomerulosa. En este caso, su síntesis se regula por medio del eje Renina-Angiotensina-Aldosterona.

Pese a que, como hemos comentado, la mayoría de fármacos corticoides tienen un mayor efecto glucocorticoide, también existen fármacos en los que predomina el efecto mineralocorticoide, como es el caso de la fludrocortisona o el privalado de desoxicorticosterona. Estos fármacos permiten mantener el equilibrio hidrolectrolítico en animales con un déficil de aldosterona, el mineralcorticoide natural.

En cualquier caso, se debe tener en cuenta que los corticoides son tratamientos sintomáticos, es decir, sirven para controlar los síntomas asociados a determinadas patologías, pero una vez finalizada la administración del fármaco, la patología de base puede reaparecer dado que no tratan la causa subyacente.

Corticoides para perros - Tipos, dosis y efectos secundarios - Tipos de corticoides para perros y sus usos
Imagen: tienda.foyel.com

Dosis de corticoides para perros

Como hemos explicado, los corticoides son fármacos que presentan efecto antiinflamatorio a dosis medias y efecto inmunosupresor a dosis altas.

Las dosis de corticoides para perros dependerá del principio activo que se prescriba. No obstante, en todos los casos se debe seguir el siguiente protocolo de corticoterapia:

  • Fase de inducción: se administran dosis altas de corticoides para controlar la enfermedad. Esta fase puede durar de días a semanas.
  • Fase de transición: se disminuye la dosis paulatinamente para reducir, así, la intensidad de las reacciones adversas y aminorar el coste del tratamiento. Esta fase dura de semanas a meses.
  • Fase de mantenimiento: en esta fase, el objetivo es administrar la dosis mínima eficaz, es decir, la dosis que permita controlar la enfermedad y que reduzca al mínimo la aparición de reacciones adversas.
  • Retirada del tratamiento: cuando se controlen los signos clínicos o se alcance la curación de la enfermedad, se debe proceder a la retirada del tratamiento. El objetivo de esta fase es reducir la dosis de corticoides de forma progresiva hasta equipararla con los niveles de corticosteroides endógenos que el animal tenía antes del tratamiento. Para retirar el tratamiento con corticoides es imprescindible seguir un riguroso protocolo, ya que de lo contrario, podrán producirse efectos perjudiciales para la salud del paciente. A continuación, explicamos cómo se debe retirar el tratamiento con corticoides en los perros.

¿Cómo retirar un tratamiento con corticoides en perros?

Para comprender la importancia de la retirada del tratamiento con corticoides debemos mencionar de nuevo el eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (eje HHA). Como explicamos al comienzo del artículo, este eje se encarga de regular la síntesis de corticoides endógenos en el organismo. Cuando administramos corticoides de forma exógena, se produce un incremento de los mismos en la sangre, lo que inhibe el eje e impide que las glándulas adrenales sinteticen corticoides endógenos. Es decir, durante el tratamiento con corticoides, el organismo no sintetiza estas hormonas, ya que detecta que los niveles en sangre son suficientes.

Comprender este mecanismo es fundamental a la hora de hacer una correcta retirada del tratamiento con corticoides. Si se realiza una retirada brusca del tratamiento, las glándulas adrenales no estarán preparadas para sintetizar los niveles de corticoides que necesita el organismo y se producirá una insuficiencia adrenal aguda, caracterizada por la aparición de letargo, fiebre, dolor muscular, hipertensión y estrés.

Para evitar que se produzca este síndrome de retirada, es importante reducir las dosis paulatinamente para estimular el reinicio de la actividad de las glándulas adrenales.

  • En tratamientos de corta duración (menos de 9 días): se disminuirá la dosis los últimos dos días para evitar la aparición de efectos adversos.
  • En tratamientos de larga duración (superiores a las dos semanas): cuando se decida retirar el tratamiento, se irá reduciendo la dosis a la mitad cada semana hasta alcanzar los niveles fisiológicos de corticoides. Tras ello, se continuará con el tratamiento a días alternos para, finalmente, retirar por completo los corticoides sin riesgo de que aparezcan efectos adversos.

Efectos secundarios de los corticoides en perros

Los corticoides son fármacos que actúan prácticamente en todos los territorios del organismo, lo que los convierte en alternativas terapéuticas muy útiles para tratar una enorme variedad de patologías. Sin embargo, esta misma característica hace que también sean fármacos con una gran cantidad de efectos secundarios. Toda administración de corticoides conlleva de forma inherente la presentación de reacciones adversas que, aunque previsibles, no son evitables. No obstante, el manejo racional de estos fármacos permite reducir estos efectos indeseados y alcanzar así un equilibrio entre el control de la enfermedad y la presentación de reacciones adversas.

A continuación, explicamos los principales efectos secundarios asociados al tratamiento con corticoides en los perros:

  • Hepatopatía esteroidea: los glucocorticoides producen un efecto anabólico sobre los hidratos de carbono, lo que significa que favorecen la formación de glucosa y su almacenamiento en forma de glucógeno en el hígado. Este acúmulo de glucógeno excesivo en el hígado da lugar a un incremento del tamaño del órgano, lo que se conoce como hepatomegalia. No obstante, es importante saber que esta alteración nunca da lugar a una insuficiencia hepática y que la situación revierte en el momento que se retira el tratamiento con corticoides.
  • Hiperglucemia: como consecuencia de su efecto anabólico sobre los hidratos de carbono, se produce un incremento de los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia). Se consideran fármacos diabetogénicos debido a que su administración da lugar a signos clínicos típicos de la diabetes, como polifagia, polidipsia y poliuria.
  • Debilidad muscular: a diferencia de lo que ocurre con los hidratos de carbono, los corticoides producen un efecto catabólico sobre las proteínas, es decir, tienden a descomponer estas moléculas para obtener energía a partir de ellas. Por este motivo, producen debilidad muscular, la cual se manifiesta con la presencia de abdomen péndulo y con signos de dificultad respiratoria, como jadeo o taquipnea.
  • Reacciones adversas gastrointestinales: a nivel digestivo, reducen la producción de mucus e inhiben la renovación del epitelio, lo que favorece la presentación de úlceras gastrointestinales. Además, cuando se emplean a dosis inmunosupresoras, inducen la aparición de diarreas de tipo bacteriano.
  • Reacciones adversas dermatológicas: en los tratamientos de media y larga duración se puede observar una piel frágil, zonas de alopecia simétricas, aparición de hematomas por debilidad muscular y retraso en la cicatrización. Además, es frecuente la aparición de Calcinosis cutis, una calcificación distrófica a nivel de la dermis que se manifiesta con una lesión cutánea en forma de placa y costrosa.
  • Infecciones: su efecto inmunosupresor hace que el organismo se encuentre más desprotegido frente a los patógenos, incrementando así la incidencia de infecciones secundarias, las cuales pueden afectar a la piel, el aparato urinario o el sistema gastrointestinal.
  • Hipertensión: al favorecer la reabsorción de potasio y agua, y favorecer la eliminación de potasio, se incrementa la presión arterial.
  • Cambios de comportamiento: pueden variar desde estados de depresión hasta estados de excitabilidad o nerviosismo.

Contraindicaciones de los corticoides en perros

Conociendo los principales efectos secundarios asociados al tratamiento con corticoides en perros, nos resultará más sencillo comprender las principales situaciones en las que su administración es contraproducente.

A continuación, recogemos las principales contraindicaciones de los corticoides para perros:

  • Infecciones bacterianas, virales, fúngicas o parasitarias: debido a su efecto inmunosupresor.
  • Diabetes mellitus: porque incrementan los niveles de glucosa en sangre.
  • Úlceras (tanto úlceras corneales y gastrointestinales, como úlceras en la piel): dado que retrasan la cicatrización.
  • Glaucoma: porque incrementan la presión intraocular al alterar el drenaje del humor acuoso.
  • Hiperadrenocorticismo o Síndrome de Cushing: dado que incrementan los niveles de corticoides.
  • Enfermedad renal o enfermedad cardiovascular: por su efecto hipertensor.
  • Cachorros: dado que pueden retrasar el crecimiento.
  • Gestación: pueden causar anomalías fetales, aborto o parto prematuro.
  • Lactancia: al excretarse en la leche, pueden afectar al crecimiento de los cachorros lactantes.
  • Perros mayores o desnutridos: por su efecto catabólico sobre las proteínas.
  • Alergias al principio activo, a otros corticoides o a los excipientes del fármaco.

En caso no poder administrar estos fármacos, existen alternativas que deberá valorar el profesional. Hablamos de ellas en este artículo: "Alternativas a los corticoides en perros".

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Plum, D.C. (2006). Manual de farmacología veterinaria. Intermédica
  • Riviere, J.E., Papich, M.G. (2018). Veterinary pharmacology and therapeutics. John Wiley & Sons

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