Uretrostomía en gatos - Qué es y precio

La uretrostomía felina es un procedimiento quirúrgico que consiste en la formación de una fístula o nueva apertura urinaria al conseguir una uretra más corta, ancha y recta.

Básicamente, la uretrostomía en gatos es realizada en casos de estenosis recurrentes o que no se pueden reparar con la finalidad de evitar obstrucciones, así como en gatos machos con defectos anatómicos, con estenosis uretral distal o con obstrucción uretral felina como la que producen los cálculos.

Esta cirugía se puede realizar preescrotal, escrotal, prepúbica o perineal, siendo esta última la de elección en la especie felina. Antes de realizar la uretrostomía se debe realizar una hidropulsión para conseguir movilizar los cálculos a la vejiga de la orina para poder realizar el procedimiento correctamente.

El procedimiento de uretrostomía dura entre cerca de dos y cuatro horas, dependiendo de la gravedad del caso y de la experiencia del cirujano. Lo normal es que lleves a tu pequeño felino a la clínica u hospital a primera hora de la mañana habiendo comprobado que su salud es correcta y se encuentra estable habiendo realizado un examen preanestésico completo.

Una vez el gato se encuentre preparado tras preparar la zona quirúrgica mediante un rasurado y limpieza para evitar el potencial de infección eliminando bacterias, dará comienzo la anestesia para poder realizar la cirugía.

La uretrostomía en gatos es una cirugía que se recomienda en los procesos urinarios obstructivos recurrentes o que no pueden ser tratados de forma médica por haber fracasado el tratamiento o por la imposibilidad de poder ser tratado de esta forma.

El FLUTD o la Enfermedad Felina del Tracto Urinario Inferior es el principal problema que ocasiona la necesidad de la uretrostomía en un gato, en concreto los cálculos urinarios o los tumores. Aunque la cristaluria (cristales en orina) son comunes en los gatos, sobre todo los de estruvita, estos se pueden unir a restos de desechos o moco formando una masa de consistencia semisólida que puede llegar a producir una estenosis u obstrucción de la uretra.

Por la anatomía de la uretra del macho en relación a la de la hembra, siendo menos corta y ancha, este problema es más común en los gatos.

El precio de la operación de uretrostomía en la especie felina depende de las tarifas propias del centro veterinario al que lleves a tu pequeño felino a operar, pero suelen situarse en la horquilla entre 260€ y 500€, dependiendo también de la dificultad o de la gravedad del caso y del peso del pequeño felino.

En el posoperatorio de una uretrostomía en los gatos, las principales recomendaciones son las siguientes:

• Uso de un collar isabelino para evitar que el gato llegue a la zona y pueda lamerse o dañarse, dificultando el proceso de cicatrización. Esto dura entre 10 y 14 días.
• Empleo de terapia analgésica para reducir el dolor, como el fármaco buprenorfina
• Utilización de unos apósitos de barrera como el óxido de zinc o la vaselina en la piel para reducir la manipulación de la zona perineal y controlar el escaldado por la orina
• No hay que olvidarse que tengan siempre agua y comida a su disposición.
• Evitar que los gatos operados salgan al exterior durante el periodo de cicatrización para evitar daños en la herida.
• Vigilar la micción, siendo necesario que al menos orine una vez cada 24 horas.

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La uretrostomía felina, como toda cirugía, puede producir una serie de complicaciones como puede ser la pérdida subcutánea de orina. Cuando se va infiltrando bajo la piel y no es eliminada al exterior, la orina puede hacer peligrar la vida del pequeño felino. Un signo de esto es la formación de hematomas alrededor del sitio quirúrgico y por la parte baja del abdomen.

Esta complicación ocurre dentro de los cinco primeros días de la operación y el tratamiento consiste en la hospitalización del gato y el empleo de un catéter urinario permanente durante 5 o 7 días, permitiendo así que la uretra se vaya curando alrededor del catéter.

Otras complicaciones que puede traer consigo la uretrostomía son la estenosis uretral por un tejido cicatricial que se ha formado; restringiendo la salida de orina durante las primeras seis semanas postcirugía. Otras complicaciones son:

• La infección de la vejiga urinaria.
• La atonía vesical que es una disfunción de la musculatura de la vejiga que dificulta la micción.
• La incontinencia urinaria.
• El sangrado.
• El dolor intenso.
• La depresión.
• La diarrea o vómitos.
• La infección del lugar de la cirugía.

Esta operación suele garantizar que los pequeños felinos mantengan una calidad de vida adecuada a largo plazo y que se recuperen bien de la misma, aunque siempre hay que tener en cuenta las complicaciones que acabamos de comentar y el riesgo de futuras reobstrucciones (a pesar que la realización de esta operación suele reducir mucho el riesgo de que estas se produzcan).

Además de la cirugía, es recomendable que nuestros pequeños felinos se hidraten como es debido y no caigan en el sobrepeso y el sedentarismo pues son factores de riesgo de desarrollo de obstrucciones y trastornos del aparato urinario.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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