50 Gestos de los perros y sus significados

La alegría es una de las emociones básicas que experimentan los perros, junto con el miedo, la ira, el amor, la sorpresa, la tristeza o el disgusto. Y si te preguntas cómo saber si tu perro es feliz, estos son los gestos más evidentes:

1. Cola levantada y agitándose enérgicamente.
2. Ojos con las pupilas dilatadas y una expresión viva.
3. Boca abierta con un jadeo suave. A veces, esta apertura llega a dibujar una sonrisa en el rostro del perro, otorgándole una evidente expresión de felicidad.
4. Cara de súplica como muestra de buen apetito. Un perro feliz come con ganas y casi siempre aprovecha cada oportunidad de pedirle a sus humanos favoritos algún trocito de su comida.
5. Revolcarse en el césped o suelo, o refregarse sobre su propia espalda.

Otras señales de felicidad

Otras señales que indican que tu perro es feliz son las siguientes:

• Comportamiento enérgico: los perros felices se muestran activos en el día a día, teniendo ganas de salir a pasear, jugar, correr, saltar, etc.
• Expresa curiosidad y ganas de explorar su entorno, principalmente cuando percibe algún estímulo nuevo u olores que atraen a los perros.
• No desarrolla conductas destructivas cuando se queda solo.
• Interactúa con otros perros y personas de forma amigable, sin exhibir signos de miedo, incertidumbre o agresividad.

Así mismo, es importante no confundir el comportamiento de un perro que disfruta de una vida feliz con el de un perro sobreexcitado. La sobreexcitación se caracteriza por una muy intensa descarga de energía que conlleva a una pérdida temporal del control sobre las propias acciones. Es por ello que un perro sobreexcitado puede involuntariamente lastimarse a sí mismo, a su tutor y a otros individuos a su alrededor, así como generar daños en el hogar.

Por ende, la sobreexcitación no puede ser entendida desde una perspectiva positiva (como sí la alegría), y resulta fundamental fomentar un comportamiento equilibrado a través de la educación, desde la llegada del can a su nuevo hogar. Más información y consejos prácticos en este otro artículo: “Mi perro me salta encima y me muerde: causas y qué hacer".

La tristeza puede comprenderse como la emoción contraria a la alegría. De hecho, la postura y los gestos de los perros cuando se sienten tristes son casi opuestos a los que vimos en el anterior apartado, caracterizándose por un decaimiento de la energía y el ánimo. Los principales gestos de los perros que indican tristeza son los siguientes: signos físicos y comportamentales de la tristeza en perros son:

1. Postrarse debido a la baja energía e inactividad.
2. Cuerpo encogido. Aquí encontrarás otras "Posturas de un perro triste".
3. Orejas caídas/agachadas.
4. Caminar lentamente con la cola y/o la cabeza baja.
5. Repetir los mismos movimientos una y otra vez sin una finalidad aparente.

Otras señales de tristeza

Otras señales de alerta son:

• Alteraciones en el apetito, ya sea una pérdida o un incremento desmedido.
• Pérdida del interés en los juegos, paseos y otras actividades que le resultaban placenteras.
• Somnolencia.
• Babeo excesivo.
• Síntomas de miedo (los veremos más adelante).
• Vocalizaciones inusuales o exageradas. Cuando están tristes, los perros suelen emitir muchos más gemidos y aullidos que en un estado de relajación o felicidad.
• Llanto excesivo.
• Síntomas de ansiedad o nerviosismo.
• Poco interés en interactuar, ya sea con el entorno u otros individuos.
• Aislarse o esconderse.

Aquí también es clave no confundir un estado temporal de tristeza, que puede deberse a múltiples causas temporales, con la depresión en perros. Esta última no es un estado de ánimo, sino una enfermedad que tiene una sintomatología psicosomática, es decir, que afecta el cuerpo y la mente del can.

Para ayudarte a lidiar con estas situaciones, preparamos la siguiente guía: “¿Cómo animar a un perro triste?”.

Cuando un perro se siente a gusto y seguro en su hogar, permanece, gran parte del tiempo, en un estado de ánimo armónico o – por decirlo de alguna manera – neutral. Es decir, su lenguaje corporal no indica ni entusiasmo ni tristeza, miedo o cualquier otra emoción negativa. En este contexto, es común observar las siguientes expresiones y gestos de los perros:

1. Boca cerrada o ligeramente entreabierta.
2. Ojos entrecerrados con pupilas contraídas.
3. Tumbarse boca arriba o de lado. Estas son las posturas de un perro al dormir que indican un estado de bienestar y plena confianza.

Permanecer tranquilo junto a su tutor u otra persona de confianza, ya sea sentado o acostado, es otra señal que indica relajación, así como no demandar atención permanentemente.

Cuando un perro está asustado o tiene miedo por algún motivo puntual (por ejemplo, al percibir ruidos muy intensos, como los de la pirotecnia), su comportamiento suele cambiar repentinamente y es natural que quiera esconderse y refugiarse en un lugar seguro (o donde se exponga lo menos posible al estímulo que le genera miedo). Así mismo, hay muchos perros que, al verse afectados por el miedo, prefieren refugiarse en la compañía de sus tutores, ya que su presencia les transmite una sensación de calma y confianza.

Lógicamente, cada perro es un mundo y la forma en cómo experimenta y demuestra sus emociones varía tanto en función de su herencia genética y su personalidad, como de la educación que recibe y los factores ambientales a los que se expone en cada momento.

No obstante, en líneas generales, los principales gestos de los perros que significan miedo o temor son:

1. Cola baja o entre las patas.
2. Orejas hacia tras, pegadas o muy próximas a la cabeza.
3. Boca estirada hacia tras.
4. Respiración agitada y superficial.
5. Cuerpo agachado.
6. Postura encorvada, con la espalda asqueada.
7. Rigidez muscular (algunos perros llegan a quedar paralizados por el miedo).
8. Bajar la cabeza o desviar la mirada para evitar el contacto visual.
9. Lomo erizado debido a la ansiedad o estrés asociados al miedo.
10. Temblores.
11. Hacer movimientos rápidos y bruscos, ya sea para intentar escapar o refugiarse.
12. Posturas de sumisión. Por ejemplo, tumbarse panza arriba, exhibiendo su barriga y vientre; lamer el rostro o la boca de otros perros o personas, etc. Cabe recordar que las posturas de sumisión pueden aparecer con normalidad en las interacciones entre dos o más perros, por lo que no siempre es un síntoma de miedo o estrés.

Otros gestos o señales de calma que suelen utilizar para mostrar incomodidad también pueden llevarlas a cabo cuando tienen miedo, como relamerse o bostezar. No obstante, como decimos, son más comunes en otras situaciones, como veremos.

Otras señales de miedo

Además de los gestos mencionados, los perros emiten otras señales cuando sienten miedo, como estas:

• Micción involuntaria. El perro pierde temporalmente el control de sus vías urinarias y se hace pis encima sin querer.
• Agresividad redirigida. En casos extremos, como el de los perros que fueron víctimas del maltrato, las conductas agresivas pueden emplearse de forma desmedida y generalizada como un recurso de autopreservación ante el temor, pudiendo lastimar a sus seres queridos y a sí mismo.

Una vez más, cabe resaltar que la confusión del miedo con la inseguridad es errónea. El miedo es natural y necesario para la supervivencia de los perros, permitiéndoles estar alertas y reaccionar ante cualquier amenaza. A su vez, la inseguridad se caracteriza por la pérdida de la autoconfianza. Así pues, un perro inseguro muestra una conducta exageradamente temerosa ante una gran variedad o prácticamente cualquier tipo de estímulo. Para profundizar en estas diferencias, no te pierdas esta guía: “¿Cómo quitar el miedo y la inseguridad a un perro?”.

Cuando algo en su entorno o alguna acción realizada por alguna persona u otro animal resulta molesta o desagradable para un perro, casi inmediatamente aparecen las llamadas “señales de calma”. Estos gestos de los perros pretenden demostrar su incomodidad y comunicar que no es su intención involucrarse en un conflicto. Es decir, son acciones y conductas con un efecto mediador que forman parte de la conducta social de los perros, y se manifiestan también en sus interacciones con las personas.

Veamos cuáles son los principales gestos que usan los perros para transmitir incomodad o disgusto:

1. Relamerse o lamer sin parar a otro individuo.
2. Bostezar reiteradamente.
3. Mirar de reojo o al suelo (para evitar el contacto visual).
4. Girar la cabeza hacia un lado.
5. Dar la espalda a su interlocutor.
6. Mantener las orejas bien pegadas a la cabeza.
7. Sacudirse varias veces para liberar tensión.
8. Estirarse o tumbarse mientras realiza otra(s) señales de calma.
9. Levantar la pata delantera o trasera.
10. Mantener la cola relajada o haciendo suaves movimientos de un lado para el otro (estos últimos son más comunes cuando la conducta del interlocutor genera incertidumbre o confusión en el perro).
11. Esconderse.
12. Alejarse.

Cuando un perro se expone constantemente a circunstancias desagradables que le hacen sentir estresado, la manifestación de las señales de calma se vuelve mucho más frecuente. De hecho, el perro puede empezar a realizarlas sin ninguna causa puntual, sencillamente para aliviar el malestar que le genera la tensión acumulada. También son frecuentes los siguientes gestos de los perros estresados:

1. Hipersalivar.
2. Relamerse.
3. Jadear de forma exagerada.

Además, el estrés crónico en perros puede conducir al desarrollo de estereotipias, o sea, a una repetición incesante de comportamientos instintivos. Los comportamientos o gestos instintivos que pueden repetir en situaciones de estrés son estos:

1. Rascarse intensamente, a veces hasta el punto de la automutilación.
2. Excavar el suelo, las paredes u otras superficies internas o externas al hogar
3. Dar vueltas sobre su propio eje.
4. Lamer y mordisquear incansablemente las patas, las uñas, la cola u otras partes de su cuerpo
5. Cazar insectos u otras presas imaginarias.

Otras señales de estrés

Además de lo mencionado, otras señales que indican estrés son:

• Incremento de la reactividad y de la agresividad. Un perro estresado tiende a reaccionar más fácil y negativamente a cualquier estímulo desconocido o inesperado en su entorno.
• Morder objetos, revisar la basura, tirar cosas al suelo y otras conductas destructivas.
• Estar nervioso o inquieto.
• Intentar escapar.

Aprovechamos para recordar que el tratamiento del estrés en perros requiere del acompañamiento de un veterinario etólogo. No obstante, compartimos algunas pautas de manejo básicas en: “¿Qué hacer si mi perro está estresado?".

Como vimos, las señales de calma son la primera herramienta conciliatoria que los perros utilizan en contextos desfavorables. Pero, en caso de que estas no sean suficientes para hacer cesar el estímulo que le genera incomodidad, miedo o estrés, tarde o temprano el perro acabará adoptando una postura defensiva.

Podríamos decir que esta es la evolución natural de los mecanismos de autopreservación de los perros. En esta fase, el perro ya muestra claras señales que indican que está molesto y avisa al interlocutor que está dispuesto a atacar para protegerse a sí mismo, a su territorio y/o sus recursos. Los principales gestos de los perros que caracterizan la agresión defensiva son:

1. Tener el pelo erizado.
2. Adquirir una postura con las extremidades rígidas.
3. Enseñar los dientes.
4. Gruñir.
5. Echar las orejas hacia tras.
6. Emitir ladridos de alerta, o sea, ladrar rápidamente y sin hacer pausas.

Continuando con la lógica evolutiva de los conflictos en el universo perruno, si el interlocutor del perro sigue insistiendo en su acción, haciéndole sentir cada vez más ira o temor, inevitablemente el perro acabará adoptando una postura ofensiva. En este último nivel, los signos de enfado se intensifican y el perro ya está listo para atacar.

Los gestos de los perros más comunes en un contexto de agresión ofensiva son:

1. Hocico arrugado y labios fruncidos, dejando bien a la vista la dentadura.
2. Las extremidades se vuelven aún más rígidas y tiesas.
3. Toda la musculatura está visiblemente tensionada.
4. Ladridos más cortos y fuertes.
5. Marcar una mordida o directamente morder al adversario.

Así mismo, tampoco hay que confundir la reacción de un perro que recurre eventualmente a la agresión ante un estímulo o contexto que pone en riesgo su integridad, con la agresividad en perros. La última es un problema de conducta complejo, donde las conductas ofensivas se manifiestan de forma desplazada, generalizada o desproporcionada, en contextos donde el perro podría recurrir a recursos menos extremos para lidiar con sus propias emociones.

Aquí puedes conocer en detalles los síntomas y las causas de este trastorno comportamental: “Mi perro es muy agresivo con las personas: causas y soluciones”.

El dolor y otros síntomas causados por enfermedades o traumatismos también alteran el comportamiento habitual de los perros. Para saber cuándo un perro está enfermo, es clave prestar atención a los siguientes gestos:

1. Encogerse al tocarlo, es decir, mostrar sensibilidad si siente dolor.
2. Cojear o caminar de forma inestable o excesivamente lenta.
3. Respirar de forma pesada o agitada.
4. Estar inquieto todo el tiempo, como si no encontrara una posición que le permitiera sentirse cómodo.
5. Reacciones agresivas. La sensación de alta vulnerabilidad hace que un perro enfermo sea más sensible a todo tipo de cambios o estímulos repentinos en su entorno. En consecuencia, puede ocurrir un incremento de la agresividad.
6. Estereotipias como las mencionadas en apartados anteriores.

Otras señales de enfermedad

Además de los gestos indicados, otras señales de alerta son:

• Rechazar alimentos y/o agua.
• Vómitos.
• Diarreas prolongadas (más de 48 horas)
• Fiebre.
• Presencia de sangre o moco en las heces.
• Marearse o desequilibrarse.
• Adelgazar rápida y repentinamente.
• Tener muchos gases (en especial con mal olor).
• Tener el abdomen hinchado, duro y dolorido.
• Mal aliento.
• Mucosas pálidas.
• Aparición de edemas o lesiones en la boca, las patas, la barriga y el pecho.
• Perder mucho pelo o tener el pelaje con mal aspecto.
• Sangrados.
• Trastornos del sueño. Dependiendo de la afección que lo acomete, un perro enfermo puede verse afectado por el insomnio, o bien tener la necesidad de dormir casi todo el día.

Al reconocer cualquiera de estos síntomas en tu perro, no dudes en acudir inmediatamente al veterinario.

La forma en cómo los perros expresan amor y cariño es bastante distinta de la nuestra. De hecho, las demostraciones de afecto humanas pueden generar incomodidad en los perros. Por ejemplo, un abrazo para un perro supone una importante privacidad de sus movimientos y de su tiempo y capacidad de reacción. Es justamente por ello que a muchos perros no les gustan los abrazos ni los besos, o cualquier otro contexto de encierro, inmovilización o manipulación brusca.

Pero, si tu perro te quiere, ciertamente te hará saber mediante los siguientes gestos:

1. Seguirte por todas partes.
2. Emocionarse cuando te ve llegar.
3. Lamerte y mordisquearte suavemente (las llamadas “mordidas de amor”).
4. Apoyarse en ti o refregar su cuerpo contra el tuyo.
5. Buscar contacto, ya sea pidiendo que lo acaricies, ladrando para captar tu atención, etc.
6. Dormir contigo o en la misma habitación que tú.
7. Entrecerrar los ojos cuando se cruzan vuestras miradas.

Por último, pero no menos importante, si percibes que el vínculo con tu perro se ha debilitado por alguna razón, no dejes de aprovechar estos consejos: "¿Cómo demostrar a tu perro que lo quieres?".

Y si te quedaste con ganas de conocer mucho más sobre el lenguaje corporal de los perros y su códigos de conducta social, este artículo es perfecto para ti: “¿Cómo se comunican los perros?”.

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