Albendazol para gatos - Dosis, usos y contraindicaciones

El albendazol para gatos es un producto con efecto antiparasitario. Pertenece a la clase química de los benzimidazoles, al igual que otros desparasitadores más conocidos, como el febantel o el fenbendazol, también utilizados contra parásitos internos. Son productos que vienen empleándose desde la década de 1960, aunque el albendazol, en concreto, empezó a administrarse en los años 70.

Los primeros benzimidazoles tenían efecto contra adultos y larvas de gusanos gastrointestinales. Los segundos ampliaron el espectro y algunos, como el albendazol que nos ocupa, consiguen pasar del intestino a la sangre, con lo que también pueden llegar a eliminar gusanos fuera del sistema digestivo, como aquellos que se alojan en los pulmones.

El albendazol actúa sobre nematodos, cestodos o tenias, trematodos y giardias, todos ellos parásitos internos que van a alojarse en el aparato digestivo. Destacan especies como Toxocara spp., Ancylostoma spp. o Trichuris spp. En concreto, lo que hace el albendazol es impedir el funcionamiento de las enzimas digestivas de este tipo de parásitos. Con ello no consiguen la glucosa necesaria para su metabolismo y esto es lo que acaba por matarlos.

El uso del albendazol es la desparasitación de gatos de forma interna. La desparasitación interna debe incluirse como rutina dentro de una tenencia responsable. Los gatos, aunque vivan en un hogar sin acceso al exterior, deben desparasitarse tanto de parásitos internos como externos. Ahora bien, ¿cada cuánto desparasitar a un gato? La desparasitación externa se recomienda de manera mensual, mientras que la interna debe darse al menos una o dos veces al año, siendo lo ideal ofrecerla cada 3-4 meses, comenzando en cuanto los gatitos cumplen los quince días de vida. En este sentido, el albendazol para gatos cachorros es uno de los desparasitadores que puede escogerse.

Por otra parte, además de estas desparasitaciones regulares, si el gato muestra síntomas como diarrea o vómitos puede encontrarse parasitado, sobre todo si todavía es un gatito. En estos casos, el veterinario, tomando una muestra de heces, puede identificar el parásito que está causando la infestación. Si es un nematodo, un cestodo o giardias, es posible que nos prescriba albendazol. Por eso no es bueno que demos por nuestra cuenta un desparasitador a un gato, sin saber qué parásitos ha contraído.

También es importante que tengamos claro que el albendazol no tiene efecto residual. Esto quiere decir que no es un producto preventivo. Mata a los parásitos que tenga el gato en ese momento en el organismo. No le protege de contraer más. Además, ningún producto tiene un 100 % de eficacia. De todas formas, en caso de necesitar un producto preventivo, recomendamos consultar el siguiente artículo: "Pipetas para gatos - Desparasitación interna y externa".

El albendazol puede encontrarse en forma de líquido, lo que en algunos casos facilita su administración, sobre todo a gatitos. También está disponible en comprimidos. En cualquier caso, se administra por vía oral y se recomienda que sea con comida. Esto permite una mejor absorción y que el producto sea más eficaz. Para más recomendaciones, no te pierdas este artículo: "¿Cómo dar una pastilla a un gato?".

La dosis dependerá del formato del fármaco y del parásito que haya que eliminar. Algunas presentaciones vienen en una jeringa predosificada por peso. Por ello, es muy importante pesar al gato para que la dosis de albendazol sea adecuada y, en consecuencia, efectiva. Otros son frascos con cuentagotas, lo que facilita dosificar y añadir a la comida o al agua.

En función de cada caso, la dosis puede ser única o repetirse durante varios días seguidos, aproximadamente unos cinco. También puede que sea necesario hacer más de una desparasitación. Nuestro veterinario nos indicará la pauta a seguir.

Si te preguntas por los efectos secundarios del albendazol en gatos, podemos decir que se trata de un fármaco bastante seguro, por lo que son pocas las incidencias que se presentan tras su uso. Sí podría notarse una pérdida del apetito y, con menor frecuencia, anemia. Como contraindicaciones, no se debe administrar a gatitos antes de las dos semanas de vida. Tampoco se recomienda para gatas en estado de gestación porque podría provocar malformaciones en los gatitos y abortos. Además, hay que tener especial cuidado con los gatos que padezcan problemas hepáticos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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