Animales autóctonos de Argentina

Este animal de Argentina también se extiende por Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Está clasificado como de menor preocupación por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con una población estable. Sin embargo, la contaminación, alteración del hábitat y la caza son amenazas latentes para la especie.

Este reptil del orden Crocodilia tiene un tamaño medio, con una dimensión máxima de unos 3,16 metros. En el caso de Argentina se distribuye por las zonas del noreste y opta por ecosistemas acuáticos de tipo natural con abundancia de vegetación, aunque también puede invadir estanques artificiales.

El pingüino de Magallanes pertenece al orden Sphenisciformes, es un ave nativa de Argentina y Chile y tiene también presencia en Brasil, Perú y Uruguay. Es un pingüino mediano, con un tamaño de hasta unos 45 cm y peso de unos 3 kg. La coloración del plumaje es una combinación principalmente de blanco y negro, y en ciertos casos tonos grisáceos. Estos pingüinos se alimentan exclusivamente en el océano de peces y crustáceos, mientras que en tierra se reproducen.

Entre las costas de Argentina y las Islas Malvinas, suman al menos 167 sitios donde se congregan estas aves. Generalmente, buscan alimento en la plataforma continental en Argentina, aunque también pueden hacerlo fuera de esta. Para la reproducción, utilizan hábitats como matorrales y pastizales costeros del citado país. La UICN lo tiene considerado como de menor preocupación.

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Este reptil, perteneciente a la familia de las boas, es un animal autóctono de Argentina y otros países de la región suramericana. La UICN lo ha clasificado como de menor preocupación. Se caracteriza por ser una serpiente de gran tamaño, que puede llegar a medir un poco más de 4 metros. Como el resto de las boas, no es venenosa.

En el caso de Argentina, la boa curiyú llega al lugar más austral de su distribución, desarrollándose en ecosistemas acuáticos como pantanales, marismas y hábitats ribereños, que en algunos casos son estacionales. Debido a que tolera ciertas perturbaciones antrópicas, logra tener presencia en canales de agua construidos para el riego de plantaciones.

Este es uno de los principales herbívoros de la región, siendo un animal nativo tanto de Argentina como de otros países cercanos. Tiene una altura de un poco más de un metro y unos dos metros de largo. El pelaje es una combinación de marrón o canela con tonos blancos hacia las extremidades, mientras que la cara es gris.

La peculiaridad de este animal autóctono de Argentina es su adaptabilidad para desarrollarse en hábitats con condiciones extremas, de modo que puede estar presente en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 5000 metros de altura. Además, por ejemplo, en la Patagonia se ubica en zonas desérticas, pastizales, matorrales o bosques templados. En este sentido, está presente en lugares desérticos, pero también, en zonas cubiertas de nieve.

Este es un reptil nativo de Argentina, Bolivia y Paraguay. Cuando es adulto tienen una coloración rojiza acompañada con patrones de manchas oscuras en el cuerpo, mientras que en la cola forma franjas uniformes. Los machos son más grandes que las hembras, alcanzando dimensiones de casi 1,5 metros, mientras que estas últimas no alcanzan el metro. Su cabeza es robusta y los machos desarrollan una papada.

Esta especie se desarrolla en el oeste y centro de Argentina, en particular en zonas con condiciones desérticas y semidesérticas, con bajas precipitaciones. Durante el invierno se mantiene en madrigueras y solo cuando las temperaturas ascienden a condiciones cálidas tiene actividad. Está considerado como de menor preocupación por la UICN, pero está sujeto a presiones por modificación del hábitat y la comercialización como mascota.

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Esta especie corresponde a un mamífero de la familia Mephitidae, la cual incluye a animales que cuentan con unas glándulas anales que expelen un olor muy desagradable. El zorrino tiene un abundante pelaje y su coloración varía dependiendo de la región, pudiendo ser negro, marrón oscuro o pardo rojizo, con la presencia de dos franjas blancas que recorren la parte superior del cuerpo.

Se desarrolla en pastizales, áreas desérticas o incluso bosques, utilizando como refugios grietas en las rocas o huecos en árboles, aunque también puede cavar sus propias madrigueras. Está considerado como de menor preocupación por la UICN.

Esta es un ave de gran tamaño, no voladora y nativa de Argentina y Chile. Se caracteriza por medir alrededor de un metro de altura y pesar entre los 15 y casi 30 kg. La cabeza es pequeña, pero con un largo cuello. Posee unas garras afiladas y tiene la particularidad de alcanzar grandes velocidades. El plumaje es en general de color marrón con manchas blancas, pero hacia las extremidades tiende a aclararse.

Esta especie de ave argentina habita en estepas, matorrales, ciertos humedales, praderas e incluso cerca de estanques. Forma grupos de 5 a 30 individuos, compuestos por varias hembras y un macho. Según la UICN, esta especie está clasificada como de menor preocupación.

El zorro pampeano o gris chico es nativo de Argentina y otros pocos países cercanos. Este cánido tiene un aspecto similar a los demás zorros, con una frente bastante ancha, hocico alargado y angosto y orejas largas triangulares. El color del pelaje varía de amarillento a oscuro y, en muchos casos, con una tonalidad gris. La contextura de este mamífero es delgada.

Se desarrolla en distintos tipos de hábitats abiertos, llanuras con pastos altos, áreas subhúmedas o secas, dunas costeras, bosques abiertos y también áreas intervenidas.

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Pertenece al grupo de los monos del nuevo mundo y es nativo tanto de Argentina como de los países cercanos. Es una especie con dimorfismo sexual, de manera que los machos tienen una coloración negra mientras que las hembras son amarillas o con tonos leonados. Mide entre 40 y 65 cm y presenta una larga cola que puede ser incluso del mismo tamaño que el cuerpo. El peso en las hembras es de entre 3 y 5 kg, y en los machos entre 5 y 8 kg.

Se encuentra bien extendido en Argentina, ocupando bosques caducifolios, semisecos, perennes, de galería y en parches de bosques en sabanas. Está catalogado como casi amenazado debido principalmente a la alteración del hábitat, aunque la caza también lo afecta.

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A esta especie también se le había denominado Otaria flavescens, pero diversos científicos y la sociedad de mamíferos marinos concluyeron que O. byronia era el que debía usarse. Sin embargo, O. flavescens es todavía utilizado por algunos miembros de la comunidad científica.

Este animal típico de Argentina pertenece al grupo de los otáridos de cuerpo pesado. Los machos miden entre 2,1 y 2,6 m de longitud y pesan hasta 350 kg, mientras que las hembras tienen la mitad de estas dimensiones. Es nativo de Argentina, Chile, Brasil, Perú y Uruguay. Se desarrollan en la zona costera, en charcos de mareas e incluso en zonas más internas que se mantengan con salidas al mar. Pueden alejarse hasta unos 300 km de la costa cuando ingresan al agua. Está clasificado como de menor preocupación.

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