Prevención

Enfermedades más mortales en gatos

 
Laura García Ortiz
Por Laura García Ortiz, Veterinaria especializada en medicina felina. 15 diciembre 2021
Enfermedades más mortales en gatos
Gatos

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Los gatos pueden sufrir enfermedades que presentan una alta mortalidad o bastante gravedad si no son diagnosticadas y tratadas a tiempo, especialmente cuando son muy jóvenes, muy mayores o se encuentran inmunodeprimidos. Muchas de estas enfermedades son infecciosas y se pueden prevenir con un adecuado plan de vacunación, mientras que otras se pueden diagnosticar tempranamente con chequeos rutinarios en el centro veterinario, por lo que la medicina preventiva resulta crucial para prevenir las enfermedades más mortales en los gatos.

Continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal para conocer las enfermedades más mortales en gatos domésticos y en gatos callejeros: el cáncer, la leucemia felina, la inmunodeficiencia felina, la rinotraqueítis felina, la enfermedad renal, la peritonitis infecciosa felina y la rabia.

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Índice
  1. Cáncer
  2. Leucemia felina
  3. Inmunodeficiencia felina
  4. Rinotraqueítis felina
  5. Enfermedad renal
  6. Peritonitis infecciosa felina
  7. Rabia

Cáncer

El cáncer no solo es una enfermedad con una alta mortalidad, sino que además es una de las enfermedades del gato más comunes. El cáncer, o sobrecrecimiento celular descontrolado debido a una mutación genética de uno o varios tipos celulares de una localización en concreto, puede ser verdaderamente mortal, especialmente aquellos tipos de cáncer con capacidad de dispersarse a través de la circulación sanguínea a otros órganos vecinos como el pulmón, el riñón o los huesos (metástasis). El Flint Animal Cancer Center afirma que 1 de cada 5 gatos desarrollará cáncer durante su vida, especialmente cuando tienen una edad avanzada.

En los gatos, los tumores más frecuentes son los linfomas, asociados o no al virus de la leucemia felina, así como el carcinoma de células escamosas, el cáncer de mama, el adenocarcinoma intestinal, el sarcoma de tejidos blandos, el osteosarcoma y el mastocitoma.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer en gatos dependerá del tipo en cuestión y de si se ha producido o no metástasis a distancia. En los tumores extirpables el tratamiento será la extirpación quirúrgica completa junto o no con quimioterapia.

Si aún no se ha producido metástasis, la mejor opción es la quimioterapia mediante el uso de fármacos citotóxicos específicos para cada cáncer. Para el linfoma felino existen varios protocolos que combinan fármacos de este tipo para acabar con las células tumorales de rápida división, como el protocolo CHOP o el COP. En otros cánceres, como el carcinoma de células escamosas, se puede recurrir a la criocirugía, mientras que en otros el uso de radioterapia o la electroquimioterapia también puede mejorar la esperanza de vida del gato afectado.

Si hay metástasis y el cáncer ya está muy avanzado, el pronóstico es muy malo y muchos gatos no aguantarán la quimioterapia por encontrarse especialmente débiles y con afectación orgánica, por lo que solamente se podría instaurar un tratamiento sintomático para intentar mejorar su calidad de vida.

Enfermedades más mortales en gatos - Cáncer

Leucemia felina

La leucemia felina es una enfermedad infecciosa causada por un retrovirus, el virus de la leucemia felina, que tiene capacidad para integrarse en el genoma de las células felinas, quedando latente y sin provocar síntomas al gato durante mucho tiempo.

Sin embargo, ante ciertas condiciones, el virus se puede reactivar causando signos clínicos en el gato derivados de la inmunosupresión, signos reproductivos, hematológicos, tumores (linfomas y leucemias), enfermedades inmunomediadas y alteraciones en las células del sistema hematopoyético, mientras que en otros, tras la infección, se produce una forma aguda que puede matar al gato rápidamente, especialmente los menores de 5 años.

Tratamiento

La terapia de la leucemia felina busca mantener al gato con una buena calidad de vida y manejar la inmunosupresión y las patologías que produce el virus. De manera que, se debe realizar un tratamiento sintomático con multivitaminas, estimulantes del apetito o anabolizantes, usar antibióticos durante más tiempo si hay infecciones debido a la inmunusupresión, realizar transfusiones de sangre en anemias graves, aumentar las defensas del gato mediante antivirales e inmunomoduladores como el interferón omega felino (dosis de 10⁶ UI/kg al día durante 5 días), quimioterapia si hay tumores, corticoides en las enfermedades inmunomediadas y terapia específica del resto de patologías que se pueden producir.

Inmunodeficiencia felina

Otra de las enfermedades mortales en gatos callejeros y domésticos por resultar muy infecciosa es la inmunodeficiencia felina. Es causada por un lentivirus que se contagia tras el contacto muy estrecho a través de la sangre y la saliva, mediante mordeduras y heridas, siendo especialmente frecuentes entre gatos callejeros debido a peleas por hembras o territorios.

Después del contagio, el virus produce una viremia (virus en sangre) que produce una respuesta inmunitaria en el gato, tras la cual pasa a una fase subclínica que puede prolongarse durante años, pero que va destruyendo de forma progresiva los linfocitos T CD4+ del gato hasta que los niveles llegan al mínimo, momento en el cual se produce el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida, haciendo al gato muy susceptible a las infecciones y a las enfermedades inmunomediadas, orales y respiratorias y aumentando mucho las tasas de mortalidad.

Tratamiento

Como ocurre con el virus de la leucemia, tampoco hay un fármaco específico frente a este virus, siendo el objetivo del tratamiento estabilizar al gato, mantener una buena calidad de vida y manejar correctamente las complicaciones y consecuencias de la inmunosupresión.

También puede ser útil el uso de interferón omega recombinante felino por sus propiedades inmunomoduladoras y antivirales, así como el uso de complejos vitamínicos que incluyan aceite de prímula. Las infecciones secundarias se deben controlar enseguida con terapia antibiótica, que suele prolongarse más en el tiempo debido a la inmunosupresión.

Rinotraqueítis felina

La rinotraqueítis felina está causada por el herpesvirus felino de tipo I (HVF-1), un microorganismo que tiene la capacidad de mantenerse latente dentro de las células del gato infectado y que se contagia por secreciones entre gatos, objetos contaminados como ropa o las manos.

Generalmente, produce un cuadro respiratorio superior, con descarga nasal, estornudos, rinitis, fiebre, conjuntivitis, queratitis, úlceras corneales, protrusión del tercer párpado y secuestros corneales que no llegan a ser mortales en individuos inmunocompetentes. Sin embargo, los gatitos jóvenes son especialmente vulnerables, donde el virus puede causar una neumonía con una grave viremia que acaba provocando una muerte fulminante.

Tratamiento

La terapia de la herpesvirosis felina se basa en el uso de antivirales, siendo el más eficaz el famciclovir a dosis de 40 mg/kg durante tres semanas, siendo superior (62,5 mg/kg) en gatitos y en los gatos con enfermedad renal.

Cuando hay úlceras corneales se debe usar tobramicina como antibiótico tópico de amplio espectro, un triple antibiótico ocular o antibióticos más selectivos para úlceras infectadas o complicadas. Cuando la queratitis ulcerativa es crónica y se ha producido secuestro corneal, se debe realizar cirugía corneal. También se pueden dar antiinflamatorios y L-lisina por inhibir la arginina, necesaria para la replicación del virus, aunque los estudios más recientes ponen en duda su eficacia.

Enfermedades más mortales en gatos - Rinotraqueítis felina

Enfermedad renal

La enfermedad renal es otra enfermedad mortal en los gatos, siendo la crónica especialmente frecuente en los gatos de más de 7 años y la aguda en los jóvenes. Se produce tras intoxicaciones, deshidratación, infecciones o enfermedades varias. La pérdida en mayor o menor grado de la capacidad de filtración renal es muy grave, pues los tóxicos que filtra el riñón permanecen en el organismo, se produce un aumento de la presión sanguínea y desequilibrios electrolíticos, provocando daños y signos clínicos asociados que pueden acabar con la vida de tu pequeño felino.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad renal dependerá si se trata de un caso de enfermedad aguda o crónica. Así pues, el tratamiento de la forma aguda incluye lo siguiente:

  • Controlar la deshidratación con fluidoterapia.
  • Añadir gluconato de calcio o bicarbonato de sodio para controlar el potasio.
  • Controlar los vómitos y las náuseas con antieméticos.
  • Tratar la pielonefritis (infección del riñón) con antibióticos.
  • Administrar nutrición forzada en gatos anoréxicos.
  • Realizar diálisis peritoneal o hemodiálisis en casos de grave afectación de la función renal.

Por otro lado, el tratamiento de la enfermedad renal crónica debe incluir la siguiente terapia:

  • Control de la proteinuria con inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) (benazepril o enalapril).
  • Restricción del fósforo en la dieta o uso de quelantes del fósforo y uso de dieta renal en estadios avanzados.
  • Nutrición forzada en gatos anoréxicos.
  • Tratamiento de la hipertensión con amlodipino.
  • Suplementos de potasio en estadios avanzados y en gatos con poco fósforo.
  • Tratamiento de la anemia grave con eritropoyetina.
  • Control de la deshidratación con fluidoterapia.

Peritonitis infecciosa felina

La peritonitis infecciosa felina es, de las enfermedades infecciosas del gato, la más mortal y la de peor pronóstico. Se trata de una enfermedad mortal en casi todos los casos y sin tratamiento eficaz comercializado. Se produce por el coronavirus entérico felino cuando muta, lo que sucede en torno al 20 % de los gatos infectados con este virus intestinal. Cuando se produce esta mutación, el virus no se mantiene solamente en el intestino, sino que tiene la capacidad de infectar los macrófagos y los monocitos, que son unas células del sistema inmunitario, y se distribuye por todo el organismo.

Dependiendo de la competencia del sistema inmune de tipo celular del gato, la enfermedad puede no producirse, puede producir una forma seca con formación de granulomas de pus en órganos, comprometiendo su buena funcionalidad, o una forma húmeda, mucho más grave y rápida en la que se forman efusiones de líquido en la cavidad abdominal y/o torácica del gato afectado.

Tratamiento

Este virus no tiene tratamiento y el desenlace suele ser fatal, pero siempre se debe intentar un tratamiento sintomático con alimentación rica en proteínas, uso de enzimas proteolíticas, complejos vitamínicos, drenaje de las efusiones en PIF húmeda, uso de corticoides para deprimir el sistema inmune humoral y disminuir consecuencias a nivel vascular, uso de potenciadores del sistema celular como el interferón omega recombinante felino o la inyección de dexametasona en cavidades para que no se produzca el derrame.

En los últimos años se han estudiado dos principios activos que parecen tener muchas posibilidades de ser el tratamiento efectivo de la PIF: el inhibidor de la proteasa 3C GC376 y el análogo de nucleósido GS-441524, pareciendo ser este último más prometedor. No obstante, como decimos, se siguen estudiando.

Rabia

Aunque no es frecuente gracias a la vacunación, el virus de la rabia es mortal para los gatos, además tiene la capacidad de ser una de las enfermedades de gatos transmisibles a humans. La rabia es una zoonosis mortal muy importante para la humanidad y los gatos pueden sufrirla y transmitirla al ser humano. El virus se transmite a partir de la saliva tras la mordedura de un animal infectado y se dirige al sistema nervioso central, causando una parálisis flácida por un síndrome de neurona motora inferior que evoluciona a superior y de corteza, causando una encefalitis que acaba provocando la muerte.

Tratamiento

Todas las infecciones de rabia culminan con la muerte y en los animales, incluidos los gatos, el tratamiento está prohibido, realizando siempre una eutanasia, por el gran riesgo de salud pública que supone al tener poder de transmisión al ser humano y otros animales.

Como vemos, estas enfermedades tan mortales en gatos en muchas ocasiones no tienen tratamiento específico, por lo que la medicina preventiva se torna la mejor opción para evitarlas o, al menos, diagnosticarlas lo antes posible.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Aybar, V., Casamián, D., Cerón, J. J., Clemente, F., Fatjó, J., Lloret, A., Luján, A., Novellas, R., Pérez, D.,Silva, S., Smith, K., Tegles, F., Vega, J., Zanna, G. (2018). Manual Clínico de Medicina Felina. Ed.SM Publishing LTD. Sheffield, UK.
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