Espirulina para perros - Beneficios y dosis

La espirulina es el nombre que recibe una microalga y se debe a su forma en espiral. Se trata, en concreto, de una cianobacteria, por lo tanto de color azul verdoso. Procede del género Arthrospira y existen dos tipos, la Arthrospira maxima, de México, y la Arthrospira platensis, de Chad. Como vemos, es típica de climas tropicales y subtropicales.

La espirulina destaca por su composición, rica en proteínas de calidad y otros nutrientes como los aminoácidos esenciales, las vitaminas, sobre todo las del grupo B, o los minerales, entre los que resaltan el calcio, el magnesio, el hierro, el zinc, el selenio, el cobre y el yodo. También contiene ácidos grasos omega. Además, cuenta con la ventaja añadida de que sus nutrientes resultan muy digestibles, lo que quiere decir que el organismo los puede aprovechar con facilidad.

Se conoce su uso desde épocas remotas en determinadas localizaciones. Para abastecer su creciente mercado empezó a cultivarse en la década de 1970. En la alimentación animal se ha venido utilizando en la ganadería o en la acuicultura, así como para las aves. La espirulina para perros se ha difundido más recientemente y se emplea deshidratada como complemento alimenticio. No obstante, cabe destacar que se presenta en distintos formatos.

Aunque se le atribuyen numerosos beneficios, lo cierto es que los suplementos de espirulina para perros que se comercializan se limitan a asegurar una mejoría en el aspecto del manto, que se hace más brillante y resistente, en la pigmentación y en el fortalecimiento del sistema inmunitario, gracias a los nutrientes como los que hemos mencionado en su composición.

Por lo tanto, la espirulina estaría recomendada para perros con las defensas bajas, en recuperación, debilitados o para aquellos con problemas o mal aspecto tanto de la piel como del pelo. Como la espirulina contiene una buena cantidad de yodo, algunos cuidadores han comenzado a suministrar espirulina para perros con hipotiroidismo. Pero lo cierto es que esta enfermedad no puede tratarse con suplementos alimenticios. Al contrario, añadir espirulina en la dieta de los perros hipotiroideos sin ningún control puede resultar contraproducente. Para más detalles, consulta el artículo sobre Hipotiroidismo en perros.

Por último, se le atribuye cierto efecto saciante, de manera que puede ser usado en canes que necesiten perder peso. El resto de beneficios atribuidos a la espirulina para perros no ha sido demostrado por los expertos en veterinaria, de manera que no podemos garantizar que realmente se producen.

La dosis va a depender del tamaño del perro y del formato seleccionado, ya que podemos encontrar espirulina en comprimidos, cápsulas o en polvo para añadir a la comida o la bebida. Aunque se trate de un complemento alimenticio y no de un medicamento, es igualmente importante respetar la dosificación que nos haya indicado el profesional. No se trata, ni mucho menos, de ofrecer más cantidad con el objetivo de conseguir mejores o más rápidos beneficios. A modo de ejemplo, los comprimidos suelen administrarse uno por cada 10 kg de peso del perro, lo que suele corresponderse con un gramo o gramo y medio de espirulina por 10 kg, pero va a depender del fabricante y de la concentración de espirulina de cada comprimido. Por este motivo es prácticamente obligatorio consultar con el veterinario.

¿Cómo dar espirulina a un perro?

Como hemos comentado, la dosis de espirulina adecuada para el perro debe administrarse directamente en la comida o en la bebida, dependiendo del formato. Así, el animal la tomará con más facilidad y podrá aprovecharse de sus beneficios.

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Una vez que el veterinario nos da el visto bueno para la administración de espirulina para perros, si empleamos la dosis adecuada, no deberíamos notar ningún efecto secundario adverso. Si estos se presentan, hay que comunicárselo de inmediato al veterinario, pero no es habitual. Es más recomendable comenzar con una dosificación baja e ir aumentándola gradualmente si notamos beneficios para nuestro perro, siempre siguiendo las indicaciones del veterinario. No se aconseja ofrecer a cachorros menores de seis meses.

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