Linfoma intestinal en gatos - Síntomas y tratamiento
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El linfoma intestinal es un tumor maligno que tiene su origen en los linfocitos y que puede afectar tanto al intestino delgado como al intestino grueso de los gatos. Su presentación clínica puede ser muy similar a la de otras patologías digestivas, sin embargo, su tratamiento y su pronóstico suelen diferir. Por ello, ante la aparición de signos clínicos compatibles con un linfoma intestinal es importante llevar a cabo un buen diagnóstico diferencial que permita diferenciar esta patología de otras que se manifiestan de manera similar.
Si quieres conocer más acerca del linfoma intestinal en gatos, acompáñanos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal, en el que hablaremos sobre sus causas, síntomas y tratamiento.
Índice
¿Qué es un linfoma intestinal en gatos?
El linfoma es un tipo de tumor maligno (es decir, un cáncer) que tiene su origen en un tipo de células denominadas linfocitos. Los linfocitos son células inmunitarias que se encuentran en muchos órganos y sistemas del organismo, incluyendo el tracto intestinal. Cuando un linfoma afecta al intestino (ya sea el intestino delgado, el grueso o ambos), se habla de linfoma intestinal.
En los gatos, el linfoma es el tumor más frecuente y, en concreto, el linfoma digestivo es el linfoma más frecuente en gatos mayores.
Este tipo de tumor puede aparecer de dos maneras diferentes:
- De forma focal, como una o más masas que invaden la luz del intestino.
- De forma difusa, ocasionando un engrosamiento generalizado de la pared del intestino.
Además, en función del grado de maduración de las células tumorales, se distinguen dos tipos de linfomas:
- Linfoma de célula pequeña o madura: suelen ser linfomas de bajo grado de malignidad
- Linfoma de célula grande o inmadura: suelen ser linfomas de alto grado de malignidad, puesto que las células proliferan con mucha rapidez.
Tienes más información sobre el "Cáncer en gatos: tipos, síntomas y tratamiento" a continuación.
Causas del linfoma intestinal en gatos
En los gatos se diferencian dos tipos de linfoma intestinal:
- Linfoma intestinal espontáneo: es aquel en el que se desconoce la causa de su aparición. Se sabe que se produce una alteración en el material genético (es decir, una mutación), pero no se conoce el factor que desencadena dicha alteración.
- Linfoma intestinal de etiología vírica: fundamentalmente relacionado con infecciones por el virus de la leucemia felina (FeLV).
En relación con las causas, parece que hay una influencia importante de la edad, puesto que los animales que desarrollan un linfoma de tipo espontáneo suelen ser mayores de 7 años, mientras que los menores de 2 años suelen desarrollar la forma vírica.
Además, parece que la forma vírica de la enfermedad es más frecuente en los machos, puesto que estos suelen ser animales más “callejeros” y, por ende, suelen estar más expuestos a la infección. Puedes consultar el siguiente artículo de ExpertoAnimal para saber "¿Cómo ayudar a los gatos callejeros?".
Síntomas de linfoma intestinal en gatos
Los síntomas del linfoma intestinal en gatos pueden variar en función de la forma en la que se presente (focal o difuso) y en función del grado de maduración de las células tumorales. No obstante, con carácter general, los gatos que desarrollan un linfoma intestinal suelen desarrollar un cuadro digestivo con:
Diagnóstico del linfoma intestinal en gatos
El cuadro clínico de un linfoma intestinal es muy similar al que se puede observar en otras enfermedades gastrointestinales (como enteritis crónicas, parasitosis, hipertiroidismo, otros tumores, etc.). Por ello, ante la aparición de síntomas como los que hemos descrito en el apartado anterior, será importante realizar un buen diagnóstico diferencial.
El protocolo diagnóstico del linfoma intestinal puede incluir pruebas como:
- Análisis de sangre: no permite confirmar el diagnóstico, pero es necesario para comprobar el estado general del animal y evaluar si es posible plantear un protocolo de quimioterapia.
- Pruebas de imagen: fundamentalmente ecografía y endoscopia.
- Punción de médula ósea: para comprobar si la médula ósea está afectada o no.
- Biopsia y análisis histopatológico: todas las pruebas anteriores permiten orientar el diagnóstico, pero la única manera de confirmarlo es tomando una muestra del tejido afectado y analizándola a nivel microscópico.
Cabe señalar que el linfoma intestinal puede coexistir de manera simultánea con otras patologías intestinales (como la enfermedad inflamatoria intestinal, o IBD), lo cual es un aspecto importante a tener en cuenta, porque podría complicar el diagnóstico.
Tratamiento para el linfoma intestinal en gatos
Tanto el tratamiento como el pronóstico del linfoma felino dependen, en gran medida, del segmento intestinal afectado, de si el linfoma es focal o difuso, y de si se trata de un linfoma de células grandes o pequeñas.
En general, el tratamiento del linfoma intestinal en gatos puede abordarse desde dos puntos:
- Tratamiento quirúrgico: únicamente se plantea en aquellos gatos que tienen masas solitarias, de gran tamaño.
- Tratamiento quimioterápico: suele ser la terapia de elección en la mayoría de linfomas. En la actualidad, existen multitud de protocolos de quimioterapia para el tratamiento del linfoma gastrointestinal en gatos. Algunos de los fármacos más utilizados en esta especie son: la vincristina, la ciclofosfamida, la doxorrubicina, la prednisolona y el clorambucilo para gatos.
No obstante, es importante recalcar que el objetivo del tratamiento del linfoma intestinal no es curar al animal, sino mejorar su calidad de vida y alargar el tiempo de supervivencia.
Esperanza de vida para gatos con linfoma intestinal
Sin tratamiento, el pronóstico de los linfomas es malo. En el caso concreto de los linfomas de células grandes (los más agresivos) el periodo de supervivencia puede ser de tan solo 2 meses. Sin embargo, con el tratamiento apropiado, el pronóstico de la enfermedad puede mejorar, pudiendo alargarse la supervivencia del animal hasta 12 meses.
Tomar una decisión sobre si proceder o no al tratamiento del linfoma intestinal suele ser una decisión difícil para los cuidadores, puesto que no se puede predecir cómo va a responder el animal al tratamiento. En estos casos, es conveniente tener en cuenta que la respuesta inicial a la quimioterapia suele ser bastante indicativa de la efectividad que tendrá tratamiento completo.
Es decir, después de trascurrir 1-2 semanas de tratamiento, se puede predecir con cierta confianza si la quimioterapia va a ser o no efectiva. Es por ello que, ante la duda, es conveniente intentar el tratamiento quimioterápico, puesto que si no se observa mejoría o si el animal no tolera bien la medicación, es posible suspender el tratamiento en cualquier momento.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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