Podenco portugués
El podenco portugués, o podengo português, como es llamado en su país de origen, es una raza canina antigua y emblemática de Portugal. Si bien no son tan reconocidos fuera de la Península Ibérica, son perros muy interesantes y que destacan una gran variedad morfológica. Y más allá de su aspecto atractivo, los podencos de Portugal también llaman la atención por su personalidad fuerte y una gran versatilidad.
¿Qué tal conocer un poco más sobre esta raza tan bella y llamativa? Acompáñanos en esta nueva ficha del ExpertoAnimal y te contaremos sobre los orígines, las características destacadas, el temperamento y la salud del podenco portugués. ¿Empezamos?
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Origen de podenco portugués
Como te hemos adelantado en la introducción, el podenco portugués es una raza canina muy antigua, que está clasificada por la FCI dentro del grupo 5, que comprende a perros de tipo Spitz y perros primitivos. Se estima que sus primeros antepasados han sido introducidos en la Península Ibérica por los fenicios alrededor del año 700 a.C.
Pero el aspecto y el comportamiento de los actuales podencos portugueses han sido influenciados por cruces entre estos perros primitivos con algunos canes traídos por los árabes durante las invasiones ocurridas a mediados del siglo VIII. Tras adaptarse óptimamente al clima y al suelo de Portugal, los primeros podencos fueron sometidos a un proceso de cruces selectivos con el objetivo de resaltar ciertas características morfológicas y habilidades instintivas que favorecían la caza.
Originalmente solían acompañar a sus tutores en las jornadas de cacería y sus principales presas eran conejos, ratas de campo y otros roedores. Pero con el desarrollo de los podencos grandes, la raza también comienza a ser utilizada en la caza mayor. Además, todas las variedades se desempeñaban como perros de guardia, protegiendo a sus casas y familias. Se estima que la variedad de podencos portugueses que conocemos actualmente empieza a desarrollarse en mediados del siglo XV, cuando solían acompañar a los navegantes portugueses en sus embarcaciones para evitar la proliferación de roedores y la diseminación de las enfermedades que pueden transmitir a los seres humanos. A pesar de su antigüedad, el estándar oficial del podenco portugués solo es publicado por la Federación Internacional Canina en 2008.
Actualmente y desde hace varios años, este can está considerado como uno de los perros nacionales de Portugal y es el símbolo del Club Portugués de Canicultura (conocido también como Kennel Club de Portugal).
Características físicas del podenco portugués
Esta raza canina destaca por poseer una gran variedad morfológica entre los individuos que la componen. Esta diversidad ya se muestra en relación al porte y dimensiones de su cuerpo, ya que se reconocen tres tamaños de podenco portugués: el pequeño, el mediano y el grande. Las proporciones básicas de cada tamaño, según el estándar oficial de la FCI son:
Altura a la cruz:
- Podenco Pequeño: 20 a 30 cm.
- Podenco Medio: 40 a 54 cm.
- Podenco Grande: 55 a 70 cm.
Peso corporal:
- Pequeño: 4 a 6 kg.
- Medio: 16 a 20 kg.
- Grande: 20 a 30 kg.
Así mismo, es posible identificar varias características físicas comunes entre estos perros y precisamente de ellas hablaremos ahora. Pero antes, es importante resaltar que el podenco portugués pequeño se diferencia de los demás por tener un perfil rectangular, ya que su cuerpo es ligeramente más lardo que alto. A su vez, los podencos medianos y grandes son casi cuadrados, manteniendo una proporción muy equilibrada entre el alto y el ancho de su cuerpo.
Todos los podencos muestran un cuerpo simétrico con líneas armoniosas y no deben parecen toscos, pesados o brutos. Su pecho es profundo y estrecho, la espalda se muestra recta y flexible, mientras el lomo es arqueado y su vientre está ligeramente recogido. La cola tiene forma de hoz e inserción alta, se va afinando en dirección a la punta y parece ligeramente espigada, principalmente en los podencos de pelos más rígidos.
Entre los rasgos comunes a todos los podencos portugueses, también se encuentra la cabeza delgada, con un formato casi piramidal y un poco larga en relación al tamaño de su cuerpo. Su cráneo es chato, haciendo que su cabeza parezca recta mirada desde arriba, el hocico es truncado en forma oblicua y su extremo se ve prominente, con stop poco pronunciado y la trufa que siempre será más oscura que el color de su manto.
Los ojos del podenco portugués son un poco saltones y resultan muy expresivos, en parte debido a las cejas prominentes que rápidamente captan nuestra atención para su rostro y especialmente para la región ocular. Generalmente, tienen ojos marrones o color miel, dependiente de las tonalidades predominantes en su pelaje. Por otro lado, las orejas de estos podencos son medianas, triangulares y puntiagudas con una base ancha, teniendo una inserción oblicua en la cabeza. Generalmente, llevan las orejas rectas y, cuando están especialmente atentos, se las puede ligeramente inclinadas de forma vertical hacia el frente.
Respeto al pelaje, existen dos variedades de podenco portugués: el de pelo largo y áspero, y el de pelo corto y liso, nunca con capa interior. En ambas variedades, se aceptan todos los matices de leonado y amarillo, desde tonalidades muy claras hasta marrones intensos, con o sin manchas blancas. También se reconoce al podenco portugués blanco con manchas amarillas o leonadas. Además, el podenco portugués pequeño puede tener el manto de color marrón o negro, con o sin manchas blancas. Pero este tipo de pelaje no está considerado como el más deseable.
Carácter del podenco portugués
Los podencos portugueses son perros enérgicos, con una personalidad fuerte y bastante independiente. Por supuesto, ello no le impide disfrutar enormemente de las caricias y de la compañía de sus tutores y familiares, con quienes suele compartir un vinculo de confianza mutua y gran lealtad. No obstante, jamás se comportarán como perros falderos y necesitarán que respetemos sus momentos de paz y tranquilidad, por ejemplo cuando se alimentan y descansan.
Dado que durante generaciones fueron seleccionados para que fueran también excelentes perros guardianes, los podencos portugueses suelen mostrar un gran instinto protector en relación a su casa y también a sus familiares. Por ello, pueden comportarse de forma desconfiada y reservada en la presencia de personas y animales desconocidos, en especial ingresan a su entorno hogareño. La socialización será clave para que tu podenco aprenda a relacionarse de forma positiva con los diferentes individuos y estímulos con los que se encontrará a lo largo de su vida, además de resultar fundamental para prevenir problemas de comportamiento, como puede ser la posesividad y la protección de recursos.
Aún hoy, es común encontrar algunas referencias al comportamiento del podenco portugués como testarudo y desobediente. Pero en realidad, estos perros son bastante astutos, activos e inteligentes, pudiendo mostrarse muy versátiles a la hora de aprender trucos, actividades y las órdenes de adiestramiento. Pero necesitan ser bien estimulados para desarrollar plenamente sus capacidades cognitivas, emociones y sociales, soliendo responder muy bien al refuerzo positivo.
Así mismo, su personalidad fuerte y obstinada requiere una mayor dedicación de tiempo y dedicación por parte de sus tutores con su educación. Por ello, suelen ser mejores compañeros de los tutores más experimentados, que cuenten también con la paciencia y la dedicación necesarias para proporcionarles una óptima educación, un ambiente positivo y buenas jornadas de actividad física.
Cuidados del podenco portugués
El podenco portugués requiere cuidados simples para el mantenimiento de su manto (en especial los de manto corto) y no suelen soltar mucho pelo. Igualmente, necesitaremos cepillarlo una o dos veces por semana para eliminar la suciedad y el pelo muerto, utilizando siempre el tipo de cepillo más apropiado para el pelaje de nuestro peludo. Los baños pueden ofrecerse solo cuando el perro esté realmente sucio, o una vez al mes, pero intentaremos no bañarlo más de una vez a la semana. Los baños excesivos eliminan la capa de grasa que reviste y protege naturalmente el cuerpo de los perros, dejándolos más expuestos a numerosas enfermedades y problemas de la dermis.
Por otro lado, los podencos requieren especial atención con su educación, socialización y estimulación mental. Al ser perros inteligentes y versátiles, necesitarán ejercitar regularmente su mente con juegos de inteligencia, juguetes y actividades como el sembrado para perros. También deberán practicar ejercicio físico diariamente para conservar un peso saludable, gastar energía y mantener un comportamiento equilibrado. Como mínimo, necesitaremos pasear a nuestro podenco unas 3 veces al día, y cada paseo puede durar de 30 a 45 minutos. Además, será muy beneficioso iniciarlo en algún deporte canino, como el Agility, o motivarnos y empezar a practicar el canicross junto a nuestro mejor amigo.
Al igual que todos los canes, nuestros podencos también necesitarán una dieta completa y equilibrada para mantenerse física y mentalmente sanos. Hay muchos tipos de alimentación que podemos ofrecer a nuestros leales compañeros, desde elegir un excelente pienso como base de su dieta, ofrecerles una alimentación casera u optar por la dieta BARF, cruda y biológicamente adaptada. Lo más importante será siempre consultar a un veterinario para asegurarnos que le podemos proporcionar la nutrición más adecuada a las necesidades nutricionales de nuestros peludos.
Por sus diferentes tamaños, resulta un compañero bastante versátil, pudiendo adaptarse fácilmente a diferentes ambientes. Los podencos pequeños pueden ser excelentes animales de compañía para pisos, mientras los medianos y grandes suelen adaptarse un poco mejor a espacios más amplios y que tengan de preferencia un área al aire libre, como un patio, una terraza o un jardín. Lógicamente, todos necesitarán contar con un ambiente tranquilo y positivo para desarrollarse, un lugar cómodo para descansar y dormir, y un ambiente enriquecido que estimule su mente y lo mantenga entretenido cuando sus familiares necesiten ausentarse de su hogar. Así mismo, no deberán quedar solos en casa por más de 6 o 7 horas seguidas.
Educación del podenco portugués
La educación de todo perro debe empezar con la socialización del cachorro, una etapa que se inicia en su tercera semana y se extiende aproximadamente hasta sus tres meses de vida. Por ello, lo ideal es empezar a educar a tu podenco portugués cuando él aún es un cachorro, preferentemente en sus primeras semanas de vida.
Durante el período de socialización, necesitaremos asegurarnos de que nuestro cachorro se relacione con todo tipo de personas, animales, objetos, estímulos y entornos, garantizando siempre que estas interacciones sean seguras y positivas para todos. La socialización de un cachorro repercute directamente en su comportamiento en la edad adulta. Entonces, si pretendemos tener a un compañero bien educado y obediente, no podremos dejar de socializarlo correctamente a partir de su tercera semana de vida. Igualmente, es importante resaltar que es posible (y muy recomendable) socializar a un perro adulto, contando con paciencia, afecto y refuerzo positivo.
Durante la primera fase de educación de la educación del podenco portugués, también necesitaremos enseñarle a hacer sus necesidades en el periódico y a gestionar correctamente la mordida para no hacer daño a otras personas y animales. En esta etapa, aprovecharemos para presentar a nuestro cachorro las normas del hogar, siempre de forma progresiva y positiva, sin jamás utilizar castigos, regaños y métodos negativos que pueden conllevar a serios problemas de conducta, como la agresividad.
Después de completar su primer ciclo de vacunas básicas, empezaremos a sacarlo a pasear al exterior y seguiremos socializándolo con otros perros, personas, estímulos y ambientes. Este también será el momento ideal para enseñarle a hacer sus necesidades en la calle y comenzar a presentarle las órdenes básicas de adiestramiento canino, que resultarán fundamentales para fomentar una conducta obediente y una comunicación positiva con otras personas.
Cuando finalmente nuestro cachorro se convierta en un perro adulto, aproximadamente al completar su primer año de vida, necesitaremos continuar trabajando de forma regular las órdenes de obediencia ya asimiladas, además podremos presentar nuevos trucos, tareas y actividades más completas para continuar estimulando la mente de tu peludo. Después de completar su educación básica, también podremos considerar iniciarlo en un adiestramiento avanzado, recurriendo a circuitos o profesionales especializados.
Salud del podenco portugués
El podenco portugués se caracteriza por poseer una gran resistencia física y excelente salud. Cuando reciben los cuidados apropiados y viven en un entorno positivo, difícilmente se enferman y su esperanza de vida de entre 12 y 14 años.
No obstante, estos peludos pueden sufrir con algunas enfermedades comunes en los perros, como la torsión de estómago y los problemas dentales. Y al igual que la mayoría de las razas caninas, muestra cierta predisposición genética a desarrollar algunas patologías hereditarias y/o degenerativas, como la displasia de cadera. Además, pueden presentar problemas y alergias dérmicas con cierta facilidad, por lo que requieren especial atención con su alimentación, el higiene de su entorno y su propio aseo.
Para prevenir estas afecciones y preservar la buena salud de nuestro mejor amigo, será clave realizar visitas al veterinario cada 6 o 12 meses para certificar su estado de salud, respetar su calendario de vacunas y desparasitarlo periódicamente con productos de buena calidad adecuados según el tamaño, peso y edad.
- FCI. (30.03.2009). PODENCO PORTUGUÉS (Podengo português) . 30.07.2019, de FEDERATION CYNOLOGIQUE INTERNATIONALE Sitio web: http://www.fci.be/Nomenclature/Standards/094g05-es.pdf
- Raças Caninas Portuguesas. (04.11.2008). PODENGO PORTUGUÊS. 30.07.2019, de RACAS Sitio web: http://racas.cpc.pt/1/podengoportugues_pt.html