Sistema respiratorio del perro
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El sistema respiratorio del perro es muy similar al de los humanos. Al igual que el nuestro, podemos dividirlo en un tracto respiratorio superior, que va desde la nariz hasta la tráquea, y un tracto respiratorio inferior, desde la tráquea hasta los pulmones. En este artículo de ExpertoAnimal hablaremos con más detalle de cada uno de los órganos y estructuras que forman este sistema cuya función, como su nombre nos indica, es la respiración, es decir, el intercambio de gases respiratorios entre el organismo del perro y su exterior.
De esta manera, el animal consigue llevar a la sangre el oxígeno que necesita para mantener sus funciones corporales, a la vez que elimina al medio dióxido de carbono. Así, explicaremos cómo respiran los perros y repasaremos los consejos básicos para cuidar de su sistema respiratorio.
Tipo de respiración del perro
La respiración es una función fundamental para todos los seres vivos, aunque no todos la llevan a cabo de la misma manera. Como hemos dicho, se basa en intercambiar oxígeno por dióxido de carbono. Mediante la respiración, se obtiene el oxígeno presente en el medio externo y, a cambio, se elimina el dióxido de carbono que sería tóxico si permaneciese en el organismo.
Para realizar este intercambio los seres vivos han desarrollado diferentes tipos de respiración, como la branquial, característica, por ejemplo, de muchos peces, en la que el intercambio gaseoso tiene lugar en las branquias. La respiración traqueal es la habitual en los insectos y aún podríamos hablar de otro tipo de respiración, la cutánea, en la que el intercambio de gases se produce en la superficie de la piel. Es una respiración frecuente en anfibios. Pero, ¿cómo respiran los perros? Ellos, al igual que nosotros, poseen una respiración de tipo pulmonar, intercambiando oxígeno por dióxido de carbono en los pulmones. Las costillas, la musculatura del tórax y el diafragma ayudan a la respiración al funcionar como una especie de "fuelle" para facilitar la inspiración y la espiración de aire.
La frecuencia respiratoria que se considera normal en un perro adulto sano es de 24 respiraciones por minuto en reposo, con un amplio margen de variación, dentro de la normalidad, comprendido entre 10 y 30 respiraciones.
Partes del aparato respiratorio del perro
Como hemos dicho, el sistema respiratorio del perro puede dividirse en superior e inferior. A grandes rasgos, el tracto respiratorio superior comprende la nariz, la faringe y la laringe. Por su parte, el tracto respiratorio inferior se compone de los bronquios y de los pulmones. La tráquea conecta ambos tractos. Vemos cada uno de estos elementos con más detalle:
- Nariz: está formada por los orificios nasales y la cavidad nasal, dividida en dos fosas nasales, que van a dar a la garganta. Los senos maxilares y frontales conectan con la cavidad nasal. La mucosa de esta cavidad constituye una defensa ante patógenos e irritantes.
- Faringe: es la zona de unión entre los conductos nasales y la parte posterior de la boca. Aquí es donde se localiza la válvula epiglotis (como una solapa cartilaginosa), encargada de cerrar la laringe cuando el perro traga para evitar que pueda pasar cualquier elemento a las vías respiratorias.
- Laringe: dispuesta por encima de la tráquea y debajo de la epiglotis, está compuesta de cartílago. En ella localizamos las cuerdas vocales. Su interior está recubierto de una mucosa sin cilios, lo que dificulta la movilidad de la mucosidad, que puede acabar adherida a ella. Es fácil que ante cualquier presión se desencadene tos. Un ejemplo lo podemos ver en los perros que llevan collar y tiran. Enseguida comenzarán a toser.
- Tráquea: se trata de un tubo con anillos de cartílago en forma de C, lo que permite mantener su forma y posibilitar el libre paso de aire sin que colapse. Va desde la laringe hasta los bronquios principales, que conducen el aire hasta los pulmones.
- Bronquios: los bronquios principales o primarios (izquierdo y derecho) se dividen en bronquios secundarios, que, a su vez, se van subdividiendo en conductos cada vez más estrechos hasta llegar a los que reciben el nombre de bronquiolos. Pueden ser de mayor o menor tamaño. En los de calibre más pequeño se forman los alveolos pulmonares, también llamados sacos alveolares, donde, como hemos dicho, se produce, finalmente, el intercambio gaseoso.
- Pulmones: son dos órganos esponjosos, elásticos y llenos de aire localizados en la cavidad torácica y protegidos por las costillas. Hablaremos con más detalle de ellos en los siguientes apartados.
¿Cuántos pulmones tienen los perros?
Como hemos dicho, los perros respiran gracias a los pulmones. En concreto, disponen de dos pulmones, el izquierdo y el derecho, que se dividen en lóbulos mediante fisuras profundas. Están comunicados entre ellos y cubiertos por una membrana que se conoce con el nombre de "pleura". Se localizan en las cavidades pleurales entre las que se encuentra el mediastino.
Anatomía de los pulmones de los perros
La estructura interna de los pulmones recuerda a un árbol, ya que en ellos se van produciendo distintas ramificaciones, de mayor a menor tamaño, desde la división de la tráquea hasta los alveolos. Así, los pulmones están compuestos por los bronquios, los bronquiolos y los alveolos, que son, en última instancia, el lugar en el que se produce el intercambio gaseoso, como ya hemos comentado. En ellos pasa el oxígeno a la sangre y sale el dióxido de carbono gracias a una diferencia de presiones.
La primera ramificación de la tráquea la constituyen los bronquios principales, el izquierdo y el derecho, que se dividen en bronquios lobulares. Es así porque los pulmones se dividen en lóbulos. Encontraremos dos en el pulmón izquierdo (craneal y caudal) y cuatro en el derecho (craneal, medio, caudal y accesorio).
Consejos para mantener el sistema respiratorio del perro
Los problemas de salud que involucran al sistema respiratorio pueden llegar a ser graves, comprometiendo la respiración del perro y, por lo tanto, su vida. Algunos serán imprevisibles, pero otros podemos controlarlos teniendo en cuenta medidas como las siguientes:
- Acude al veterinario ante cualquier signo de enfermedad, como la mucosidad, la tos o las dificultades para respirar. En este artículo hablamos de las Causas de tos en perros.
- Evita transitar por lugares con elementos tipo espiga que el perro pueda aspirar al olfatear. Tampoco permitas que viaje con la cabeza por fuera de la ventanilla del coche.
- Ojo con la seguridad. Es importante que el perro no tenga acceso a cuerpos extraños que puedan quedarse alojados en sus vías respiratorias.
- No lo expongas a contaminantes como el humo o el tabaco, pues causan, como poco, irritación. Procura ventilar correctamente la casa.
- Mantén el calendario de desparasitaciones y vacunaciones que paute el veterinario. Es importante para prevenir la presencia de parásitos pulmonares y de enfermedades respiratorias.
- Intenta conservarlo en su peso óptimo. Los kilos de más, ya sea el sobrepeso o la obesidad, dificultan la respiración y, en general, reducen la calidad y la esperanza de vida. No son solo un problema estético.
- Usa mejor un arnés que un collar para no dañar la tráquea.
Ahora que sabes cómo es el sistema respiratorio del perro, descubre en este otro post las principales Enfermedades respiratorias en perros.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Ediciones el Drac.