Cáncer de nariz en gatos: síntomas y tratamiento

Como hemos mencionado, el cáncer consiste en la proliferación descontrolada de células en un tejido determinado. Dependiendo de la estirpe celular que prolifere (células epiteliales, células linfoides, etc.), se producirá un tipo de tumor u otro.

En la nariz de los gatos se pueden producir los siguientes tipos de tumores malignos:

• Carcinoma de células escamosas: se origina a partir de las células epiteliales escamosas de la piel. El carcinoma de nariz en gatos es el tumor maligno más común en la trufa de estos animales, de hecho, representa el 15 % de todos los tumores cutáneos felinos.
• Linfoma cutáneo: tiene su origen en los linfocitos (B o T). Es un cáncer poco frecuente en los gatos, pero potencialmente mortal.
• Melanoma maligno: tiene su origen en los melanocitos. Aunque es menos común, puede afectar al plano nasal.
• Fibrosarcoma: tiene su origen en el tejido fibroso.
• Mastocitoma cutáneo: tiene su origen en los mastocitos (células pertenecientes al sistema inmunitario).
• Hemangiosarcoma: tiene su origen en las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos.

Además de los tumores malignos que hemos mencionado, también pueden surgir tumores benignos en la trufa, como papilomas o lipomas.

Un tumor es un crecimiento desorganizado de células que se produce como consecuencia de una mutación genética. Esta mutación puede estar inducida por diferentes factores (como radiaciones, productos químicos, hormonas, virus, etc.).

En la mayoría de ocasiones, los tumores tienen un origen idiopático (es decir, un origen desconocido), aunque en algunos casos existen factores conocidos que son responsables de la aparición del tumor. Es el caso del carcinoma de células escamosas, un tipo de tumor que suele desarrollarse debido a la exposición crónica a la radiación ultravioleta. Los gatos blancos o de colores claros tienen mayor riesgo de desarrollar este tipo de tumores debido a que la superficie de su piel recibe una mayor radiación ultravioleta.

No, el cáncer nasal no es contagioso. Como hemos mencionado, el cáncer es una enfermedad que se desarrolla a raíz de una mutación genética inducida por diversos factores (radiaciones, hormonas, químicos, etc.).

Es cierto que, en la especie felina, el virus de la leucemia y el virus de la inmunodeficiencia se relacionan con la aparición de linfomas, pero en el caso del linfoma cutáneo no se ha establecido esta relación. Por tanto, actualmente no se considera que el contagio por estos virus aumente el riesgo de aparición de linfoma cutáneo.

La historia clínica y la sintomatología permiten orientar el diagnóstico, pero el diagnóstico definitivo del cáncer nasal en gatos se debe realizar mediante histopatología. Para ello, se debe tomar una muestra (biopsia) del tejido afectado y realizar un análisis microscópico para identificar la estirpe celular implicada en el tumor, su grado de malignidad y las características invasivas en los tejidos de alrededor.

Para tomar la biopsia del plano nasal, suele ser necesario realizar una sedación profunda o anestesia del paciente.

El tratamiento del cáncer nasal en gatos puede incluir diversas terapias, incluyendo la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la fototerapia y la terapia tópica.

La escisión quirúrgica es el tratamiento más habitual en los tumores nasales, aunque se debe tener en cuenta que la extirpación de tumores grandes en el plano nasal puede provocar una desfiguración de los rasgos del animal. En muchas ocasiones se opta por un tratamiento multimodal (con distintas terapias) para aumentar la eficacia del mismo.

La esperanza de vida de un gato con cáncer nasal puede variar en función del tumor de que se trate, su grado de malignidad y la prontitud con la que se instaure un tratamiento.

Los pacientes con tumores con un alto grado de malignidad, en estadios avanzados y con metástasis en los ganglios regionales u otros órganos tienen mal pronóstico, con un tiempo medio de supervivencia corto, de 2-4 meses. Sin embargo, en gatos con tumores diagnosticados precozmente y con un tratamiento adecuado, la supervivencia puede ser superior a los 12 meses.

Los tumores más pequeños que se pueden extirpar completamente son los que tienen mejor pronóstico. Además, la radioterapia puede alargar significativamente la esperanza de vida de los animales afectados, pasando de meses a años.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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