Mi perro huele a muerto: causas y qué hacer



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¿Has notado que, últimamente, tu perro desprende un olor desagradable y no logras entender el por qué? Lo cierto es que un olor corporal más fuerte de lo normal puede asociarse a un gran número de causas que van desde una simple falta de higiene puntual hasta un problema más grave, como una infección cutánea o la presencia de alguna patología sistémica. Igualmente, este olor podría ser consecuencia del propio comportamiento del perro, que tiende a retozar sobre materia orgánica o animales en descomposición.
En cualquier caso, cada una de las posibles causas tiene su explicación y desde ExpertoAnimal queremos ayudarte a descubrir por qué tu perro huele a muerto. Por este motivo, hemos preparado este artículo en el que te contamos las razones más habituales que generan mal olor en los perros y te damos consejos útiles sobre cómo abordar cada caso.
Acumulación de suciedad
Aunque resulta algo obvio, la causa más frecuente por la que tu perro puede desprender un olor desagradable es porque, con el paso del tiempo, los canes van acumulando suciedad en su pelo, al estar en contacto con tierra, césped, barro, otros animales, etc. Esto es especialmente habitual en el caso de perros que viven en el campo, que se bañan con frecuencia en ríos o lagos, que practican deportes de montaña o que ejercen trabajos como el pastoreo, por ejemplo.
No obstante, debes tener en cuenta que el olor habitual de un perro es muy diferente al de un humano y los aromas que a nosotros nos resulta agradable percibir en otra persona, como el del champú o el del perfume, nada tienen que ver con el olor natural de un animal.
¿Qué hacer si mi perro está muy sucio?
Si el pelo de tu perro está especialmente sucio y presenta un olor más fuerte de lo habitual, la solución pasa por darle un buen baño al animal. Para ello, es imprescindible utilizar un champú específico para perros, pues solo así nos aseguraremos de preservar el pH óptimo de su piel.
En el momento del baño, es recomendable cepillar bien al animal previamente para eliminar nudos y suciedad superficial, utilizar agua templada y asegurarse después de que la piel y el pelo quedan completamente secos para evitar la aparición de problemas cutáneos. Para ello, se puede utilizar un secador o dejar que se seque al aire, siempre que sea verano y haga sol y calor. Por último, recuerda que los perros no deben bañarse con frecuencia, sino que solo lo haremos cuando sea estrictamente necesario o si tiene algún tipo de patología que requiera baños terapéuticos.

Contacto con animales en descomposición
Es posible que alguna vez hayas visto a tu perro restregarse y rodar sobre algún cadáver en descomposición. En esta circunstancia, tu perro adquirirá, literalmente, olor a muerto, y es que el aroma del cadáver se transferirá a su pelo. Aunque resulte muy desagradable, ¡este es un comportamiento completamente normal! Tu perro se está restregando, precisamente, con el objetivo de intercambiar su olor propio con el del cuerpo en descomposición.
Como humanos, esto nos resulta muy extraño, pero esta especie de "ritual canino" forma parte del repertorio de conductas instintivas de los perros y es una forma muy eficaz de intercambiar información con su entorno, marcar la zona y cubrir su propio olor. Igualmente, pueden hacerlo sobre heces de otros animales, sobre algunas plantas o sobre cualquier objeto que les llame especialmente la atención.
¿Qué hacer si mi perro se restriega en animales muertos?
Como hemos dicho, este comportamiento es algo normal para un perro, por lo que castigarle después de haberlo hecho resulta algo absurdo. Si quieres evitar que tu perro lleve a cabo este comportamiento, lo mejor que puedes hacer es dedicar tiempo a entrenar comandos básicos, como la llamada o el "no", ponerlos en práctica en diferentes situaciones en las que el perro se sienta tentado de comerse o restregarse sobre algo y reforzarle cada vez que obedezca tus órdenes. Si tu perro es muy testarudo o te cuesta mucho esfuerzo entrenar con él, te recomendamos que cuentes con la ayuda de un etólogo o educador canino que trabaje con refuerzo positivo y te asesore durante el proceso.
Además, no te pierdas est artículo: "¿Por qué los perros se revuelcan en animales muertos?".
Enfermedades de la piel
¿Tu perro huele mal aunque lo bañes? Quizá está enfermo. Las patologías que afectan al la piel y el pelo de los perros también cursan habitualmente con un olor desagradable, generalmente como consecuencia de infecciones o acumulación de suciedad y de diferentes secreciones. Algunas de estas enfermedades son primarias, mientras que otras aparecen como consecuencia de otra patología subyacente. Por ejemplo, las alteraciones endocrinas en ocasiones provocan síntomas cutáneos como dermatitis, descamación o caída del pelo.
Las principales afecciones cutáneas que pueden causar mal olor en el perro son las siguientes:
- Dermatitis seborreicas.
- Piodermas y otras infecciones de tipo bacteriano o fúngico.
- Infección por contaminación de heridas abiertas en la piel.
- Sarna.
¿Qué hacer en estos casos?
Si tu perro huele a muerto por una enfermedad, debes acudir al centro veterinario. El mal olor no es el único síntoma que puede manifestarse en una patología cutánea y, de hecho, tampoco es el más frecuente. Si tu peludo padece alguna alteración en su piel o pelo, es más probable que aparezcan enrojecimientos, descamaciones, alopecias o lesiones de diferentes tipos. Igualmente, es frecuente que el animal sienta picor y pase mucho tiempo rascándose o lamiéndose. Ante este cuadro clínico, es necesario llevar al perro a la clínica veterinaria para que le realicen pruebas dermatológicas, por ejemplo, raspados, punciones o cultivos y, de esta forma poder dar con la causa del problema.
Los tratamientos dermatológicos suelen incluir, en la mayoría de los casos, el uso de fármacos orales o tópicos y, a veces, también se recomiendan baños terapéuticos con productos especiales.

Halitosis
La halitosis se define como un olor muy desagradable que proviene de la cavidad bucal del animal. Normalmente, la halitosis se asocia a patologías de origen oral o dental, como el exceso de sarro, la enfermedad periodontal, la gingivitis o la gingivoestomatitis, entre otras. Estas enfermedades pasan muchas veces desapercibidas a los tutores hasta que llega un momento en que se agravan tanto que provocan un aliento fétido difícil de ignorar.
No obstante, y aunque los problemas bucales sean el diagnóstico más habitual en estos casos, la halitosis también puede aparecer cuando existen enfermedades sistémicas como gastritis, hepatitis, diabetes o insuficiencia renal, por lo que es necesario un examen completo del animal para poder llegar a un diagnóstico preciso. Para más detalles, no te pierdas este post: "A mi perro le huele la boca a podrido: causas".
¿Qué hacer si a mi perro le huele el aliento?
La ausencia de higiene dental y la alimentación con dietas comerciales provoca que, con el tiempo, muchos perros desarrollen patologías orales, normalmente por acumulación de bacterias, que pueden llegar a ser muy peligrosas para su salud. Lo más eficaz para evitar esto es prevenir la placa, por ejemplo, cepillando los dientes del perro regularmente con dentífricos enzimáticos especiales, suplementando su alimentación o su agua con productos para combatir la placa, u ofreciéndole con frecuencia snacks naturales para masticar.
Si te has percatado de que a tu perro ya le huele muy mal la boca, es importante que acudas al veterinario para que valore si su problema tiene origen dental o sistémico y puede administrarle un tratamiento adecuado a la mayor brevedad posible.

Otitis
Otra de las causas que puede explicar por qué tu perro huele a muerto es la otitis. La otitis es la inflamación del canal auditivo, producida por infecciones bacterianas o fúngicas, alteraciones endocrinas, parásitos o alergias. Cuando el oído se inflama tiende a producir un líquido seroso que, al contaminarse con suciedad, cerumen, ácaros, bacterias u otros elementos puede adquirir un olor muy desagradable.
Más allá del fuerte olor, las otitis suelen provocar mucha molestia, picor y dolor al animal, quien puede mostrarse reacio a que le toquen o le manipulen las orejas. Además, es frecuente que el perro sacuda intensamente la cabeza, se frote las orejas o se rasque de manera muy insistente y gima o lloriquee por el dolor.
¿Qué hacer si mi perro tiene otitis?
En caso de que hayas observado cualquiera de estos síntomas en tu perro, hayas visto que sus orejas están supurando líquido o que están rojizas e hinchadas, es muy probable que tu perro tenga una otitis. Para poner solución su problema, el veterinario debe tomar muestras del contenido del canal auditivo y determinar cuál es el origen de dicha inflamación.
Una vez emitido el diagnóstico, te pautará un tratamiento farmacológico apropiado. Ten en cuenta que, aunque la mayoría de las otitis suelen resolverse sin grandes complicaciones, el tratamiento a veces puede resultar largo y pesado, sobre todo si el animal padece una infección de tipo fúngico o si ha sufrido consecuencias más graves, como una rotura timpánica. Aquí encontrarás más información: "Otitis en perros: causas y tratamientos".

Alteración de las glándulas anales
Las glándulas anales son dos pequeños sacos ubicados a ambos lados del ano del perro que contienen un fluido de color marronáceo y de olor muy fuerte. Este líquido se drena al exterior cuando el perro defeca y su principal función es la de lubricar las heces y marcarlas con un aroma característico que proporciona una información social muy relevante para otros animales.
Los sacos anales deben vaciarse por sí mismos, pero si no lo hacen con normalidad, por ejemplo, como consecuencia de una obstrucción en el canal de drenaje o de una solidificación del contenido, el fluido puede acumularse en el interior de las glándulas y estas aumentar su tamaño. Ante esta situación, el perro puede mostrarse incómodo y comenzar a lamerse y mordisquearse compulsivamente la zona del ano o a arrastrar el trasero contra el suelo. Además, puede experimental dificultad para defecar con normalidad. Si pasa el tiempo y el problema no se soluciona, se pueden crear fístulas, infecciones y abscesos en la zona y el contenido puede terminar saliendo solo, provocando un olor extremadamente desagradable.
¿Qué hacer si mi perro tiene problemas con las glándulas anales?
El inadecuado drenaje de las glándulas anales es un problema bastante frecuente y recurrente sobre todo en razas de tamaño pequeño, como los chihuahuas, los yorkshire, los pugs o los caniches toy, o bien en perros de muy avanzada edad. Cuando un animal tiene dificultad para vaciar sus glándulas, estas se pueden drenar manualmente de manera bastante sencilla, tanto por el veterinario como por el tutor, si tiene nociones de cómo hacerlo. A veces, con un vaciado regular es suficiente, pero si el problema se cronifica puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Para prevenir problemas de glándulas anales en perros con predisposición a ellos es recomendable mantener una buena higiene de la zona, evitar el sedentarismo y el sobrepeso, aportar dietas ricas en fibra y llevar a cabo revisiones periódicas en el veterinario.
Como ves, las causas que indican por qué un perro huele a muerto son muy variadas y requieren atención veterinaria, de manera que no lo dejes pasar.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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