Panosteitis en perros - Síntomas y tratamiento

La presentación clínica de la panosteitis se caracteriza por la aparición de una cojera de forma repentina, la cual suele adoptar un carácter intermitente (es decir, aparece y desaparece) y migratorio (va cambiando de localización y/o de extremidad). Generalmente, aparece una cojera de leve a moderada, aunque en algunos casos los perros desarrollan una cojera severa que les impide caminar.

Otro signo característico de la panosteitis en perros es la presencia de dolor a la palpación profunda de los huesos afectados.

Además de la cojera y la presencia de dolor a la palpación, se pueden presentar otros signos clínicos como fiebre, inapetencia y atrofia muscular. No obstante, la frecuencia de aparición de estos otros síntomas es mucho más baja.

Tradicionalmente, la panosteitis ha sido una enfermedad que se ha relacionado con el exceso de calcio y la hipernutrición de los animales jóvenes, con alergias, enfermedades autoinmunes, alteraciones vasculares, hemofilia, enfermedades metabólicas, etc. Sin embargo, a día de hoy, la etiología aún no está clara.

Hay autores que han asociado la aparición de panosteitis en cachorros con infecciones virales (como el moquillo), no obstante, esta relación aún no ha sido demostrada con la suficiente evidencia.

El diagnóstico de la panosteitis de crecimiento en perros es sencillo y se basa en dos pilares fundamentales:

• Examen ortopédico: al realizar una palpación profunda de los huesos largos, se detecta una reacción dolorosa en el animal.
• Radiografías: la detección de dolor profundo a la palpación de los huesos largos suele ser indicativa de panosteitis, no obstante, para confirmar el diagnóstico, es necesario hacer un estudio radiográfico. Este estudio debe realizarse en las cuatro extremidades, ya que, como hemos visto, es muy frecuente que se afecten simultáneamente varios huesos y extremidades. La imagen radiográfica de la panosteitis varía en función del grado de evolución de la enfermedad. En fases iniciales apenas se observan cambios en los huesos, sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, se empiezan a observar unas opacidades redondeadas en la cavidad medular (como si fueran “bolas de algodón”), que son patognomónicas de la enfermedad (un signo patognomónico es aquel que aparece de forma exclusiva en una enfermedad y que permite establecer un diagnóstico). Además, en casos más avanzados es habitual observar cambios en la cortical y el periostio de los huesos afectados. Cabe mencionar que la gravedad de las imágenes radiológicas no siempre se correlaciona con la gravedad clínica. Es decir, la extremidad más afectada a nivel radiológico no tiene por qué ser la que más cojera produce.

En algunos casos, especialmente cuando existen otras patologías asociadas, puede ser necesario realizar pruebas de imagen avanzadas (como TAC o gammagrafía). No obstante, este tipo de pruebas no se realizan con carácter habitual para diagnosticar la panosteitis en perros.

Actualmente, no existe ningún fármaco capaz de reducir la duración de los síntomas de la panosteitis. Sin embargo, la buena noticia es que la panosteitis es una enfermedad autolimitante, que se cura de manera espontánea sin necesidad de tratamiento específico.

Aunque no se administre ningún tratamiento específico, durante los episodios agudos de dolor y cojera es necesario instaurar un tratamiento sintomático, que ayude a paliar los síntomas de la enfermedad. Los fármacos más comúnmente utilizados para este fin son los AINEs (Antiinflamatorios No Esteroideos). La duración del tratamiento puede variar en función del curso de la enfermedad, aunque como norma no debe prolongarse más de unos días, o en casos graves, pocas semanas.

Cabe mencionar que los perros afectados no necesitan guardar reposo, puesto que la actividad física (siempre que no muy intensa o lesiva) no empeora los síntomas de la enfermedad.

Como hemos visto, la etiología de la panosteitis aun no ha sido definida con claridad. Por ello, a día de hoy se desconoce cómo llevar a cabo la prevención de esta enfermedad de manera concreta.

No obstante, teniendo en cuenta las posibles etiologías postuladas hasta la fecha, se pueden plantear una serie de medidas preventivas, las cuales podrían ser útiles para evitar la aparición de esta enfermedad en cachorros:

• Evitar la hipercalcemia: para ello, se debe aportar una alimentación con un ratio calcio/fósforo adecuado para perros en crecimiento. Nunca se deben aportar suplementos a base de calcio a los cachorros, salvo prescripción específica de un profesional veterinario. Hablamos de ello en este artículo: "Calcio para perros - Dosis y cuándo administrarlo".
• Evitar la hipernutrición: en los perros de crecimiento rápido (razas grandes y gigantes) es especialmente importante aportar una ración con un valor calórico moderado y adaptado a sus necesidades individuales. Ofrecer un exceso de comida o una ración excesivamente calórica podría predisponer a la aparición de esta enfermedad.
• Cumplir con el calendario de vacunaciones: puesto que algunos autores asocian la aparición de panosteitis a ciertas infecciones víricas.

El pronóstico de la panosteitis es excelente, pues, como hemos visto, se trata de una enfermedad autolimitante que se resuelve de manera espontánea sin dejar secuelas.

No obstante, se debe tener en cuenta que los perros con panosteitis suelen sufrir episodios repetidos de la enfermedad de forma recurrente hasta los 2 años de edad. Durante estos episodios, es importante administrar los remedios para la panosteitis en perros que hemos explicado anteriormente para aliviar el dolor asociado a la enfermedad y garantizar el bienestar del animal.

Si notas que tu cachorro cojea, no lo dudes y acude al centro veterinario lo antes posible, ya que existen otras causas que podrían provocar esta condición. Hablamos de ello en este post: "Por qué mi perro cojea de una pata delantera".

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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