¿Por qué mi gato se tumba cuando me ve?

Si siempre que vuelves a casa, tu gato se revuelta en el suelo, esto suele indicar que está feliz de verte. Casi siempre, esta conducta, que también se conoce como “hacer la croqueta”, tiene una connotación positiva, pues un gato jamás haría algo así si no tuviera un vínculo de confianza y afecto con su tutor.

¿Qué hacer?

Pues, ¡nada! Si tu gato hace la croqueta cuando te ve llegar, puedes sentirte muy orgulloso, porque no resulta sencillo ganarse la confianza de un animal tan especial. Estás haciendo un buen trabajo como tutor y puedes seguir disfrutando de tiempo de calidad junto a tu compañero felino.

Así mismo, el hecho de que tu gato no se tumbe al verte llegar, tampoco significa que no te quiera. De hecho, cada minino es un mundo y, dentro del complejo lenguaje corporal gatuno, hay muchas formas de expresar emociones y estados de ánimo. Aquí te contamos “Cómo saber si tu gato te quiere” y, si percibes que es necesario reforzar el vínculo con tu minino, no pierdas estos consejos para ganarte su confianza:

“¿Qué significa que mi gato se tumbe cuando me ve y muestre la barriga?”, se preguntan muchos tutores. Nuevamente, este comportamiento suele tener una connotación positiva, pues sugiere que el minino se siente tan a gusto y seguro en su ambiente y en tu compañía, que se permite exhibir una parte tan sensible de su cuerpo, como es la barriga o el vientre.

Algo muy interesante es que ello puede ocurrir tanto en un estado de vigilia como durante el sueño. Es decir, un gato también puede echarse boca arriba mientras duerme, pero debe sentirse extremadamente cómodo y confiado en su entorno para adoptar esta postura en un estado onírico. Par profundizar en este tema, te recomendamos la siguiente lectura: “¿Qué significan las posturas para dormir de los gatos?”.

¿Qué hacer?

Tratándose de una conducta natural, no hay nada que necesites hacer para modificarla. Pero, ¡ojo! No malinterpretes el hecho de que tu gato se tire boca arriba cuando te ve como una invitación a acariciar su panza. Si lo haces, corres el serio riesgo de recibir una mordida, porque a la gran mayoría de los gatos no les gusta que les toquen la barriga.

Esta reacción es instintiva y no significa que tu gato no confía en ti. Al tratarse de una zona que alberga muchos órganos vitales, es natural que los mininos eviten recibir cualquier tipo de contacto que pueda poner en riesgo su integridad o bienestar. También es común que los gatos rechacen los besos y abrazos, porque estas situaciones implican una disminución de su capacidad de reacción y libertad de movimientos.

Así que, si tienes ganas de mimar a tu gato, definitivamente deberías inclinarte por otras demostraciones de afecto. Para ayudarte, aquí te contamos “Cómo y dónde acariciar a un gato”.

Si tu gato se tumba cuando te ve y refriega o frota su espalda contra el suelo, puede estar llevando a cabo un tipo de marcaje. Al contrario de lo que muchos creen, los gatos no marcan solo con orina. De hecho, al frotarse contra cosas, el suelo o las personas, los gatos logran liberar feromonas y, en consecuencia, impregnan ese individuo u objeto con su propio olor.

Este tipo de marcaje no sirve solo para delimitar un territorio o reafirmar su “posesión” sobre ciertos recursos, sino que también es esencial para que el gato se sienta seguro en un entorno. Ello porque, al reconocer su propio olor en las cosas y personas de un ambiente, el minino percibe que allí no existen rivales ni estímulos desconocidos que podrían suponer una amenaza. En consecuencia, su organismo entiende que no necesita desencadenar mecanismos de defensa o escape, generalmente asociados al miedo y al estrés, sino que puede conservar un estado de calma y relajación.

Pero, “por qué mi gato se tira en el suelo y se frota cuando me ve”, te debes estar preguntando. Bueno, una explicación muy plausible es que hayas vuelto a casa con algún olor extraño, ya sea de otros gatos o perros, un nuevo perfume que te has comprado, o el aroma de una persona que resulta desconocida para tu minino. Al percibir estos estímulos inusuales, puede que tu gato sienta la necesidad de reforzar su propio olor en el hogar o en ti, ya sea revolcándose en el suelo o frotándose contra tus piernas o tu rostro.

¿Qué hacer?

Cuando hablamos de que un gato se tumba cuando te ve o se frota contra las cosas, evidentemente ello no supone un gran riesgo para su integridad ni un trastorno significativo en vuestra convivencia. No obstante, el marcaje con orina y otros comportamientos asociados al deseo sexual, como el escapismo, la monta y la agresión intersexual, pueden traer muchos problemas, principalmente después de que tu gato alcance la madurez sexual.

Al tratarse de comportamientos instintivos, no es recomendable – ni seguro - intentar inhibirlos, cuanto menos castigar a tu gato por realizarlos. No obstante, está comprobado que la castración temprana puede reducir significativamente la frecuencia de tales comportamientos. Así pues, si tu minino se ha vuelto agresivo con otros gatos de su mismo sexo, o si le ha dado por escaparse de casa, recomendamos que consideres los beneficios de castrarlo. Y si tienes dudas sobre el procedimiento, echa un vistazo a: “Castrar gatos - Precio, consecuencias y procedimiento”.

Aunque no ocurra con tanta frecuencia, los gatos pueden echarse boca arriba o tumbarse en el suelo cuando tienen miedo. Al sentirse vulnerable frente a ciertas circunstancias, un minino puede adoptar una postura apaciguadora, con el propósito de comunicar a los demás individuos de su entorno que no busca entrar en conflictos.

Este tipo de comportamiento es infinitamente más común en los perros, y otros cánidos de hábitos gregarios, que en los gatos y otros felinos, los cuales, en un estado natural, adoptarían un estilo de vida solitario. Pero, dado que los gatos llevan muchísimos años conviviendo con los seres humanos, y pese a que no experimentaron un proceso de domesticación comparable al de los perros, muchos de ellos se han habituado a conformar grupos sociales. En estos contextos, es posible que se manifiesten algunos comportamientos apaciguadores, que son clave para el mantenimiento de una convivencia armoniosa con sus congéneres y también con las personas.

En estos casos, lo primero que debes hacer es identificar la fuente de temor o estrés en el ambiente o rutina de tu gato, para luego tratar de minimizar su ocurrencia. Una dificultad es que son varias las cosas que estresan a los gatos y pueden hacer que se sientan amenazados o miedosos. Algunas de ellas son:

Problemas en la adaptación a un nuevo entorno

Si recientemente has adoptado a un gatito o te has mudado con tu minino, es normal y esperado que se manifieste un comportamiento temeroso. Al encontrarse en un entorno completamente nuevo, donde todo estímulo e individuo aún resultan desconocidos, los gatos suelen sentirse inseguros y, muchas veces, pueden tender al aislamiento durante los primeros días o semanas en su nuevo hogar.

En este contexto, es importante que no intentes forzar tu gato a interactuar en contra de su voluntad. Mejor trabaja en generar un ambiente tranquilo y enriquecido, que despierte su curiosidad y las ganas de jugar. Si necesitas ayuda, en ExpertoAnimal compartimos varios “Consejos para los primeros días de un gato en casa”.

Cambios repentinos

Los gatos se aferran fuertemente a una rutina y sus hábitos por cuestiones básicas de autoprotección. Instintivamente, evitan exponerse a lo desconocido, pues ello podría suponer un desequilibrio innecesario en su estado de bienestar. En consecuencia, si realizas cualquier cambio repentino en el ambiente o la rutina de tu minino, aunque ello no signifique algo tan rotundo como una mudanza, probablemente impactará negativamente en su comportamiento, generando síntomas de estrés o miedo.

Para evitar que ello ocurra, es fundamental proponer gradualmente tales modificaciones, dando a tu gato la oportunidad de adaptarse poco a poco a su nueva realidad. Los siguientes artículos pueden ayudarte:

• ¿Cómo cambiar la comida de un gato?
• ¿Cómo cambiar de lugar el arenero de un gato?

Problemas en la comunicación o el vínculo

Muchas veces, un desconocimiento por parte del tutor respecto del lenguaje de los gatos acaba generando conflictos en el día a día. Como dijimos anteriormente, varias demostraciones y gestos que para las personas tienen una connotación positiva, pueden adoptar un significado confuso o incluso negativo en la comunicación gatuna. Más allá de los besos y abrazos, gestos como mirar fijamente suelen son interpretados por los gatos como una especie de reto, pudiendo desencadenar tanto signos de temor como reacciones defensivas. Para evitar que ello suceda, vale la pena invertir algo de tiempo en aprender sobre “El lenguaje y la comunicación de los gatos”.

Otra mala decisión que puede hacer que tu gato te tenga miedo es emplear métodos contraproducentes en su proceso educativo. Por ejemplo, regañar sistemáticamente o – peor aún – castigar a tu gato por “portarse mal”, tarde o temprano, dinamitará vuestro vínculo. Nuestro consejo es apostar por el refuerzo positivo para recompensar los logros de tu gato y enseñarle qué significa portarse bien. Más consejos en: “¿Cómo educar a un gato desde que es pequeño?”.

Causas patológicas

Algunas enfermedades que causan dolor o síntomas neurológicos, así como trastornos metabólicos que afectan el comportamiento (por ejemplo, el hipotiroidismo y el hipertiroidismo felino), pueden generar estrés o incluso incrementar el nivel de agresividad de los gatos.

Por ello, si percibes que el carácter de tu gato ha cambiado repentinamente, no dudes en consultar a un veterinario para constatar su estado de salud y descartar posibles causas patológicas.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Por qué mi gato se tumba cuando me ve?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Educación básica.

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