¿Por qué mi gato se rasca mucho la oreja?
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El picor, el dolor o las molestias en la región auditiva de nuestros gatos es un problema relativamente común en medicina felina. Los gatos pueden rascarse sus orejas ante multitud de procesos, infecciosos o no, que afecten al pabellón auditivo externo. Los gatos tienden a esconder todo lo que les pasa, pero el picor a veces intenso que pueden padecer hace inevitable que usen el rascado mediante sus patas como respuesta.
Continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal para saber cuáles son las causas que explican por qué tu gato se rasca mucho la oreja, así como sus soluciones.
Ácaros en los oídos
Los ácaros que afectan al oído de los gatos son el problema más frecuente de rascado de orejas. En concreto, los gatos se ven afectados por el ácaroOtodectes cynotis. Estos ácaros pueden afectar a cualquier gato independiente de sus condiciones y de que sea de hogar o no. Se encuentran en grandes cantidades en los oídos de los gatos, a veces desde muy temprana edad. El ciclo de estos parásitos dura un total de 3 semanas y ocurre en el oído, desde la puesta de huevos hasta la muerte del ácaro adulto. Fuera de las orejas de los gatos, estos parásitos pueden vivir de 10 a 20 días.
Estos parásitos se alimentan de la cera de las orejas, por lo que durante su alimentación muerden la suave piel de las mismas, que acaba irritándose y causando mucho picor. Esto hace que los gatos se rasquen las orejas de forma intensa y frecuente. Además, el daño producido por estos ácaros predispone a la infección secundaria con microorganismos bacterianos en el oído interno, que empeoran el cuadro y causan un mayor malestar y dolor en los gatos.
Tratamiento
Para acabar con estos ácaros se deben usar productos tópicos con actividad antiparasitaria, como la ivermectina, y se pueden combinar con productos insecticidas, como el fipronil, para acabar también con los parásitos que se encuentren fuera del oído en esos momentos. Además, para ayudar a regenerar el epitelio dañado, es necesario mantener una higiene adecuada de los oídos del gato, usando bastoncillos o torundas con líquido específico de limpieza, realizándolo de forma suave para evitar daños.
Alergia
La alergia en los gatos también puede producir rascado de las orejas al causar prurito o picor. Las principales causas que producen esto son:
- Hipersensibilidad alimentaria: aparece como consecuencia de una alergia a alguna proteína de la dieta, como el pollo o el pavo, y que se trata y diagnostica con una dieta de eliminación durante varias semanas. Este trastorno predispone a las otitis, además de causar picor y enrojecimiento de la piel y signos digestivos como vómitos y diarrea.
- Dermatitis alérgica a la picadura de la pulga (DAPP): algunos gatos pueden ser sensibles a las proteínas de la saliva que producen las pulgas cuando pican para alimentarse. Generalmente, afecta al cuello, lo que puede hacer que se rasquen las orejas también, cola y extremidades posteriores, dando lesiones como enrojecimiento, picor, costras y alopecia. Por ello, si tu gato se rasca mucho las orejas y el cuello, deberás comprobar si sufre una infestación parasitaria de este tipo. El tratamiento es la desparasitación con antiparasitarios externos.
Dermatitis atópica
Si no es por picadura de pulga ni alimentaria, la alergia puede ser por un alérgeno ambiental como ambientadores, polvo, polen, perfumes o productos químicos, entre otros. Los signos clínicos de la dermatitis atópica en los gatos son los siguientes:
- Prurito.
- Alopecia simétrica.
- Dermatitis miliar (papulocostrosa).
- Dermatitis placonodular con lesiones del complejo del granuloma eosinofílico felino.
- Erosiones en cuello y cara.
- Úlceras en cuello y cara.
Tratamiento
El tratamiento de estos gatos debe incluir terapia con corticoides o ciclosporina para reducir el picor y la inflamación y modular el sistema inmune, así como reducir o eliminar si es posible la exposición al alérgeno desencadenante.
Otitis
Una otitis es una inflamación del canal auditivo producida, generalmente, por alguna causa infecciosa, ya sea bacteriana, micótica o parasitaria. Con la inflamación, el conducto auditivo externo se enrojece, se inflama y se vuelve susceptible a la colonización por los agentes patógenos.
Las otitis bacterianas son especialmente frecuentes en gatitos, que se mostrarán decaídos, débiles, con salida de pus de la oreja, fiebre y dolor. Otras otitis bacterianas surgen como consecuencia de una otitis parasitaria por Otodectes cynotis. A veces, en vez de una otitis externa se puede producir una otitis del oído medio cuando Pasteurella multocida, una bacteria que se puede aislar en la faringe del 94 % de los gatos, alcanza el oído medio y lo infecta a través de la trompa de Eustaquio, una estructura que conecta la bulla timpánica y la faringe.
Los signos clínicos de las otitis en los gatos incluyen los siguientes:
- Dolor
- Mal olor
- Sacudidas de la cabeza
- Rascado de oreja
- Inclinación de la cabeza hacia un lado
- Enrojecimiento
- Hinchazón
- Secreciones
- Orejas calientes
- Falta de equilibrio
- Vómitos
Tratamiento
Para tratar estas otitis se debe aplicar tratamiento antibiótico o antimicótico específico, además de realizar una correcta limpieza de los oídos del gato. En casos graves de otitis o cuando se ha dañado el canal o pabellón auditivo, podría ser necesaria una operación quirúrgica.
En el siguiente artículo sobre la Otitis en gatos hablamos en profundidad de esta patología.
Heridas
Los traumatismos en las orejas producen arañazos y heridas que iniciarán un proceso de cicatrización. A medida que la piel nueva va saliendo y se va regenerando el tejido, este proceso produce picor que hará que el gato se rasque mucho la oreja. Si esto ocurre, hay un gran riesgo de que se vuelva a abrir la herida, predisponiendo a las infecciones secundarias.
Algunas causas de heridas en gatos son las caídas, las peleas y los choques. La solución es el cuidado de estas zonas con productos que limpien y ayuden en la cicatrización, la prevención de los arañazos y, si es necesario, el control del picor.
Tumores
El linfoma cutáneo epiteliotrópico puede causar picor y lesiones autoinducidas en las orejas, así como el resto de la cara y el cuello. Otro tumor que puede causar rascado de orejas en gatos por lesionar las mismas es el carcinoma de células escamosas felino. En ambos casos, es habitual observar que el gato se rasca la oreja y se hace heridas, de manera que es fundamental revisarlas y acudir cuanto antes a la clínica veterinaria.
Tratamiento
El tratamiento de estos tumores debe incluir la quimioterapia, radioterapia, electroquimioterapia e incluso, la cirugía. En los tumores que afectan a la porción horizontal del conducto auditivo podría ser necesaria la resección del conducto auditivo.
Debido a que muchas de las causas que explican por qué un gato se rasca mucho la oreja requieren tratamiento veterinario, es fundamental acudir a un especialista para obtener un mejor pronóstico.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- M. Bardagui, L. Ordeix. (2016). Dermatitis atópica felina. Disponible en: https://www.portalveterinaria.com/articoli/articulos/26140/dermatitis-atopica-felina.html
- Gemfe, Avepa. Enfermedades en los oídos. Disponible en: https://www.avepa.org/articulos/oidos.html