Perro esquimal canadiense o Canadian Eskimo Dog

Al contrario de lo que ocurre en el caso del perro esquimal americano, cuyo desarrollo no tuvo nada que ver con los pueblos indígenas conocidos popularmente como ‘esquimales’, la creación y la evolución del perro esquimal canadiense están intrínsecamente relacionadas con la historia de los Inuit que habitaban (y algunos aún habitan) en las regiones árticas de Canadá, y principalmente con la cultura Thule.

Recordemos que el término ‘esquimales’ va, poco a poco, cayendo en desuso por su carga racista, y hoy se suele emplear la palabra ‘Inuit’ para designar a los diferentes grupos humanos que habrían surgido en Siberia para, luego, expandirse en casi todo el Ártico habitable. Por esta razón, muchos defienden que el nombre más ‘acertado’ para la raza, a los días de hoy, sería perro Inuit canadiense. No obstante, en las federaciones caninas que la reconocen, incluso en la FCI, sigue vigente únicamente el nombre “Canadian Eskimo Dog”.

Las evidencias y representaciones conocidas permiten suponer que esta raza de perros canadienses tiene no menos de 2.000 años de historia, siendo, muchas veces, considerada la más antigua de Norteamérica. No obstante, sus orígenes podrían situarse mucho más lejos en el tiempo, hasta al punto de remitirnos a la cultura Inuit prehistórica. Y, lógicamente, resulta difícil determinar con precisión en qué momento los perros esquimales ‘genéricos’, es decir, los canes que acompañaban a los pueblos nómadas del Ártico en sus viajes, fueron cruzándose – accidentalmente y/o a propósito – hasta generar los primeros ‘ejemplares’ de los que posteriormente se conocerían como perros esquimales canadienses.

Lo que sí sabemos es que, a pesar de clasificarse como un perro de tipo spitz, el desarrollo del Canadian Eskimo Dog siempre ha evolucionado a la par de las culturas Inuit. Por mucho tiempo, ha sido la raza de perros de trabajo oficial y preferida de estos pueblos, desempeñándose principalmente como perros de nieve y trineo. Sin embargo, la penetración de razas extranjeras, como el husky siberiano, y el posterior desarrollo de razas locales a partir de ellas, principalmente el Alaskan Husky, que se mostraron más agiles tirando de los trineos y más versátiles en el entrenamiento, hicieron que la popularidad del Canadian Eskimo Dog fuera cayendo año tras año.

Tanto es así que, en la década de 60, solo restaba un perro esquimal canadiense en el libro genealógico del Canadian Kennel Club y la raza fue declarada extinta. Felizmente, el Gobierno de Canadá se unió al Kennel Club canadiense con el objetivo de recuperar esta raza que es un patrimonio cultural Inuit. Expertos fueron enviados al Ártico en búsqueda de perros esquimales canadienses “puros” y tuvieron tanto éxito que no solo encontraron más ejemplares de los que imaginaban, sino que también empezaron un ambicioso programa de reproducción que terminó estableciendo poblaciones en diferentes regiones.

Así mismo, a los días de hoy, la raza sigue luchando por la supervivencia, con poco más de 300 individuos registrados, pero es considerada como el más raro pedigrí preservado de los cánidos domésticos de los indígenas.

Su aspecto es el de un perro primitivo, con una contextura corporal rústica y poderosa, que a simple vista parece adaptada a tareas que involucran más fuerza física que velocidad. La altura a la cruz para los machos oscila entre 58 cm y 70 cm, con un peso corporal promedio de 30 a 40 kilos, mientras que las hembras pueden tener de 50 cm a 60 cm de alto, pesando entre 18 y 30 kilos. El dimorfismo sexual está bien pronunciado.

En ambos los sexos, observamos rasgos típicos de las razas de perros de pomerania, como las orejas triangulares bien erectas y la cola bien poblada de pelos y plumas que cae sobre su espalda, pero generalmente sin enroscarse. También es muy común la presencia de un sombreado blanco (o eventualmente de color beige) alrededor de los ojos y/o el hocico, que resulta muy similar a una máscara, y es más frecuente en los perros con pelaje de color sólido.

La cabeza del perro esquimal canadiense es maciza, pero de tamaño proporcional al restante del cuerpo, con forma de cuña. El stop (depresión naso-frontal) está bien definido, pero no es abrupto, y la trufa puede tener un pigmento desde negro hasta marrón claro, generalmente compatible con la tonalidad predominante en el manto del perro. La llamada “nariz de mariposa” (Butterfly nose) puede manifestarse, aunque raras veces, en individuos con trufa marrón clara.

Los ojos del Canadian Eskimo Dog son pequeños y están colocados oblicuamente y bien separados entre sí. Predominan las tonalidades de marrón más oscuras, pero es posible observar ojos color avellana y amarillos. La mirada le concede al perro esquimal canadiense cierta ferocidad que lo convierte en una de las razas caninas más parecidas a los lobos, pero no es ni de lejos compatible con su temperamento bastante amigable.

Colores del perro esquimal canadiense

El manto del Canadian Esmiko Dog está conformado por doble capa de pelos, siendo la capa externa más suave y lisa (sin aspecto rizado u ondulado), con una longitud promedio de 7 cm a 15 cm, mientras que el subpelo interno es mucho más grueso y denso, asegurando una excelente protección contra el frio y las adversidades climáticas. Además, los machos exhiben una “melena” sobre el hombro y el cuello, que contribuye para que parezcan mucho más robustos que las hembras.

Cabe mencionar que los perros esquimales canadienses atraviesan un importante periodo de muda, que generalmente ocurre entre agosto y septiembre, y durante el cual puede ser necesario cepillar su pelaje diariamente para evitar el cumulo de pelos muertos e impurezas. ¡No te pierdas nuestros consejos para cepillar el pelo de tu perro usando las herramientas más apropiadas para su tipo de pelaje!

Respecto de los colores del perro esquimal canadiense, el estándar de la FCI determina que no existen patrones o colores predominantes en la raza, sino que son igualmente deseables y aceptables las siguientes combinaciones:

• Cuerpo completamente blanco con pigmentación alrededor de los ojos, nariz y labios (recordando que no se alienta la reproducción de ejemplares albinos).
• Cuerpo blanco con escasas regiones de color rojo, canela, gris o negro alrededor de las orejas o los ojos.
• Un cuerpo blanco combinado con la presencia de rojo, beige, canela, gris o negro en las marcas situadas en la cabeza, alrededor de las orejas y los ojos o toda la cabeza y, eventualmente, un pequeño parche alrededor de la cadera o el flanco.
• Rojo y blanco; beige y blanco; canela y blanco o blanco y negro con una distribución de 50/50 en varias partes del cuerpo.
• Cuerpo rojo, “buff beige” o color canela con blanco en el pecho, y/o piernas y parte inferior del cuerpo.
• Cuerpo sable, negro o gris oscuro con blanco en el pecho, y/o piernas y parte inferior del cuerpo, pudiendo extenderse alrededor del cuello en forma de collar.
• Cuerpo gris plateado o blanco grisáceo.
• Subpelo de color beige a marrón con pelos protectores negros.

Es un perro seguro y alerta cuyo temperamento, según la FCI, “debería reflejar la raza dura y trabajadora que él es”, no debiendo ser comparado con las razas más modernas que ya fueron creadas para ser perros de compañía, y no perros de trabajo en condiciones tan extremas como las del Ártico canadiense. Pero se equivocan quienes piensan que el temperamento del perro esquimal canadiense tiene algo de salvaje… Por lo contrario, son perros muy leales a sus tutores, que se comportan de forma sumamente gentil cuando están en su núcleo familiar y disfrutan ser el centro de las atenciones, aunque necesitarán algunos momentos de soledad, durante los cuales es necesario respetar su espacio.

Incluso en la presencia de extraños, los Canadian Eskimo Dogs suelen mostrarse bastante curiosos y dispuestos a interactuar. Por ende, un comportamiento excesivamente miedoso, tímido o inseguro no es esperado en esta raza y suelen indicar problemas en la socialización del perro y/o la exposición a métodos educativos contraproducentes (como los castigos físicos, por ejemplo) u otras formas de violencia física o psicológica.

No obstante, como la mayoría de los canes primitivos que han permanecido casi aislados en su tierra natal y en las funciones para las que fueron entrenados, el perro esquimal canadiense tiende a reaccionar rápida y casi exageradamente el perro esquimal canadiense tiende a ser bastante reactivo ante prácticamente cualquier estímulo (comida, trabajo, defensa, juego, etc.). Esto refuerza la importancia de empezar a socializarlos desde una temprana edad y tener especial cuidado en la convivencia con niños.

Adoptar a un Canadian Eskimo Dog te dará muchísimas alegrías, pero también supone asumir la responsabilidad de proveerle una calidad de vida digna, poniendo atención a las siguientes pautas básicas:

• Alimentación: independiente del tipo de alimentación que decidas ofrecer a tu peludo, es indispensable que esta supla completamente los requerimientos nutricionales de su edad. Además, tener acceso libre y asegurado a agua fresca y potable es clave para asegurar una buena hidratación, que es crucial para el óptimo funcionamiento de todo su organismo.
• Ejercicio: aunque no sean hiperactivos, los perros esquimales canadienses tienen bastante energía y están acostumbrados al ‘trabajo’, por lo que disfrutan de aprender nuevas tareas y hacer deportes o actividades al aire libre. Por ello, recomendamos que, más allá de hacer los paseos ‘básicos’ con tu mejor amigo todos los días, evalúes los beneficios de iniciarlo en algún deporte canino, como el Agility, el frisbee o el mushing, aprovechando su amplio historial como perro de trineo. Un perro que lleva una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido, está más predispuesto a padecer de síntomas de estrés y problemas de conducta asociados a la destructividad y la agresividad. Intenta presentar juegos de inteligencia a tu perro regularmente y enriquece su ambiente para que pueda entretenerse y ejercitarse incluso cuando quede solo en casa.
• Higiene: la acumulación de residuos alimentarios entre los dientes y las encías es el punto de partida para la mayoría de los problemas dentales comunes en los perros, que empiezan con la formación del sarro y pueden conllevar a enfermedades dolorosas como la gingivitis y la periodontitis. Para prevenirlas, es fundamental cepillar regularmente los dientes de tu mejor amigo y recomendamos fuertemente evaluar los beneficios una dieta BARF, ya que los perros esquimales canadienses suelen adaptarse muy bien a este tipo de alimentación. Por último, por lo general suelen necesitar un cepillado diario.

Aplicarle las vacunas esenciales con la correcta frecuencia, hacer las desparasitaciones periódicas para prevenir infestaciones de parásitos internos y externos, y llevarlo al veterinario una o dos veces al año para constatar su estado de salud. También debes tener en mente las libertades básicas del bienestar animal y el derecho de libre expresión. Es esencial que permitas que tu perro sea y se comporte como lo que es, un perro, sin imponerle prácticas de humanización ni reprenderlo sistemáticamente por llevar a cabo comportamientos instintivos o necesidades inherentes a la naturaleza canina. Como tutor, es tu responsabilidad enseñar a tu peludo qué significa “portarse bien” antes de reprenderlo por “portarse mal”, y seleccionar los métodos más seguros con este propósito.

La educación de los perros es un proceso gradual que debería empezar desde su llegada al hogar, e idealmente a partir de sus primeros meses de vida (aunque la misma “regla” se aplica en caso de que adoptes a un perro adulto), y seguir avanzando a lo largo de su vida, siempre respetando las limitaciones y necesidades típicas de cada etapa. Si necesitas ayuda para dar los primeros pasos en la educación de tu nuevo mejor amigo, aquí en ExpertoAnimal te enseñamos "¿Cómo empezar a educar a un cachorro?".

Antes de que tu cachorro alcance su tercer o cuarto mes de vida, será el momento más oportuno para comenzar a socializarlo, pues en este periodo critico de la socialización de los perros se produce el reconocimiento de las especies amigas, y resulta fundamental para permitirle asimilar un mayor número de recursos para gestionar sus propias emociones y lidiar de una manera más equilibrada con una variedad de estímulos, entornos e individuos. Por seguridad, lo mejor será que no saques a la calle tu pequeño compañero antes de aplicarle todas las vacunas previstas en el calendario para cachorros. Pero, puedes empezar a socializarlos presentándoles a otros perros y animales que sepas que están sanos, vacunados y desparasitados así como a personas ajenas a su núcleo familiar, ya sea en tu casa o en otro ambiente seguro.

Una vez completado que tu cachorro ya esté debidamente vacunado y desparasitado, podrás empezar a pasearlo por las calles, plazas, parques y otros sitios al aire libre para darle la oportunidad de seguir interactuando con otros entornos, estímulos e individuos. Además, esta será la ocasión perfecta para enseñar a tu cachorro a hacer sus deposiciones en la calle y empezar a presentarle algunas ordenes básicas de obediencia para estimular su inteligencia y fomentar un comportamiento más estable dentro y fuera del hogar.

En este punto, si te gustaría adiestrar a tu perro en casa (y recomendamos fuertemente que lo hagas), recuerda seguir una lógica progresiva a la hora de enseñarle, partiendo siempre de órdenes más sencillas y trabajándolas siempre una a una hasta que tu peludo sea capaz de reproducirlas de una manera fluida. Asegúrate también de realizar sesiones de adiestramiento cortas (de 10 a 15 minutos es más que suficiente) en un ambiente libre de estímulos intensos o excesivos, ya que estos fácilmente destruirán a tu peludo, y no dejes de poner en práctica estos 5 trucos de adiestramiento que todo tutor necesita conocer.

Por último, pero no menos importante, si has decidido adoptar a un perro esquimal canadiense adulto, en ExpertoAnimal te ofrecemos una serie de consejos prácticos para educar a un perro adoptado y también te contamos cómo socializar correctamente a los perros en la edad adulta.

Cuando se les proporciona todos los cuidados esenciales para su bienestar físico y cognitivo, disfrutan de una muy buena salud y notable resistencia, no habiendo registros de una significativa predisposición genética a la mayoría de las enfermedades hereditarias que afectan a gran parte de las razas caninas. Su esperanza de vida promedio se calcula entre 12 y 15 años, pudiendo alcanzar los 16 o hasta 17 años de edad en condiciones óptimas.

Así mismo, los Canadian Eskimo Dogs, cuando alcanzan su vejez, pueden verse afectados por patologías degenerativas comunes en los perros ancianos, como la displasia de cadera, la displasia de codo, la osteoartritis y el artrosis. En esta última etapa de su vida, el perro esquimal canadiense también se vuelve más susceptible a condiciones neurodegenerativas, como el Alzheimer en perros.

Además, el precioso manto de esta raza de perros está totalmente adaptado a zonas muy frías y con inviernos sumamente rigurosos, por lo que son bastante intolerantes al calor y no se recomienda su tenencia en regiones cálidas.

Desde ExpertoAnimal, no apoyamos la crianza de animales con fines comerciales, ni cualquier tipo de exploración física, emocional o sexual para fines de entretenimiento humano. Por esta razón, si estás interesado en adoptar a un perro esquimal canadiense o un mestizo con características similares, recomendamos que entres en contacto con protectoras o refugios de animales próximos de tu domicilio para agendar una visita y conocer los perros disponibles para adopción. Estamos seguros de que allí encontrarás a gran mejor amigo que estás buscando, que también será el perro más agradecido que has conocido. Y si aún tienes dudas sobre el proceso básico de adopción, te recomendamos la siguiente lectura: “¿Cómo adoptar un perro?”.