¿Los gatos pueden comer helado?

Comer un rico helado y sentir que se te “congela el cerebro” no es nada agradable, y lo sabes. Al ver los vídeos de gatos teniendo la misma reacción, te preguntarás, ¿qué es lo que ocurre? ¿A los gatos también se les congela el cerebro? La verdad es que sí, los felinos tienen una respuesta similar porque en su organismo sucede lo mismo que en el nuestro cuando comen algo demasiado frío muy rápido. Ahora bien, ¿qué es lo que sucede exactamente? ¡Aquí te lo explicamos!

Al ingerir un alimento muy frío y a gran velocidad, el organismo es “tomado por sorpresa”, por lo que las arterias se dilatan a gran velocidad y afectan al nervio trigémino, llamado quinto par craneal, que, entre otras funciones, se encarga de llevar al cerebro la información sobre los estímulos recibidos a nivel bucal y mandibular. La incomodidad empieza en la boca, pasando a la garganta y todos los nervios en los alrededores. Esto es lo que da la sensación de cerebro congelado, que en medicina recibe el nombre de ganglioneuralgia esfenopalatina. Por ello, y otras razones como la cantidad de azúcar, no se recomienda dar helado a los gatos.

El resultado de la ganglioneuralgia esfenopalatina no es solo una confusión general de los sentidos, sino también dolor agudo y migraña. En conclusión, algo nada agradable. A tu gato le pasa lo mismo, así que este dolor es la primera razón por la cual no debes darle helado.

Cualquiera con un gato en casa sabe lo mucho que disfrutan extendiendo todas sus patas y acostándose vientre arriba hacia los rayos del sol. Les encanta y pueden pasar horas en esta posición. En otoño e invierno, y a falta de sol, los gatos se acurrucan en los sitios más cálidos de casa, cerca de estufas, aparatos electrodomésticos, o simplemente entre las mantitas más mullidas y calientes que sean capaces de encontrar.

Esto es porque para los felinos realmente es desagradable el frío. Su temperatura corporal es un poco más elevada que la nuestra (entre 38 y 39 grados centígrados), por lo que fácilmente sienten frío. Así que, aunque para ti comer helado sea algo delicioso, ¡no será precisamente la actividad favorita de tu gato!

Las papilas gustativas de los felinos no detectan los sabores dulces y azucarados, por lo que si crees que al darle helado tu gato pensará que es muy rico, la verdad es que ni siquiera podrá percibir su verdadero sabor. Las razones que explican por qué los gatos no poseen el sentido del dulce no están muy claras, pero se cree que quizá sea un mecanismo de seguridad natural, pues las golosinas hacen estragos en el organismo felino.

¿Qué ocurre cuando le das algo dulce? Pues que tendrá cólicos, gases y malestar estomacal. Incluso es posible que comer helado produzca al gato diarrea, así que los dulces se encuentran prohibidos para tu felino y, por lo tanto, también el helado.

Las caricaturas se han encargado de presentarnos a los gatos como amantes de la leche. Son innumerables las escenas de gatitos robando botellas de leche, o que esperan ansiosos que rellenen sus platitos con este alimento. Sin embargo, la verdad es que la leche que consumimos los humanos, que mayormente proviene de vacas, contiene demasiada grasa para el estómago de los felinos, por lo que al beberla se indigestan fácilmente y sufren de diarrea y gases. Si este malestar se prolonga, el gato se deshidrata, poniendo en grave peligro su vida. Por supuesto, esta situación no sucede en todos los felinos, ya que aquellos gatos que han consumido leche desde pequeños y han seguido haciéndolo durante la edad adulta pueden no desarrollar intolerancia a la lactosa ni mostrar ningún tipo de singo negativo. Más información en nuestro artículo "¿Los gatos pueden beber leche?".

La leche y los derivados lácteos forman parte de los componentes principales con los cuales se elabora el helado, así que esta es otra razón para no darle helado a tu gato, sobre todo, si presenta síntomas de intolerancia.

El chocolate es la delicia de los dioses para la mayoría de las personas, e incluso se ha visto que a muchos gatos les gusta robarnos un trozo de algo lleno de chocolate. No obstante, ¿sabías que es tóxico para los felinos? ¡Así es!

El chocolate contiene teobromina, compuesto que se encuentra en la cáscara del cacao y que estimula el sistema nervioso de manera similar a la cafeína. El organismo de los gatos es incapaz de procesar esta sustancia, por lo que si dejas que la consuma con frecuencia poco a poco se acumula en el cuerpo. El malestar incluye problemas estomacales como diarrea y cólicos, además de vómitos y polidipsia. Un consumo prologando y excesivo provoca la muerte del animal. Eso sí, en caso de consumir una pequeña dosis de chocolate, el animal no tiene por qué presentar signos de intoxicación, el problema reside cuando la cantidad ingerida es muy grande o, como decimos, se consume de forma frecuente.

Tras ver estas 5 razones, ¡ya sabes que los gatos no pueden comer helado! Pero, ¿hay excepciones? A continuación te lo contamos.

Si el helado es casero y ha sido elaborado con fruta natural, leche sin lactosa y nada de azúcar, es posible que un gato pueda comerlo. Ahora bien, para evitar que se produzca la ganglioneuralgia esfenopalatina será fundamental sacar el helado del congelador con antelación y ofrecerlo al animal mucho menos frío. Así mismo, se deberá dar a modo de premio o golosina y, preferiblemente, durante las épocas de más calor, ya que puede resultar otra forma de combatir la deshidratación.

Para saber qué frutas se pueden utilizar para hacer helados caseros para gatos, aconsejamos revisar el artículo sobre "Frutas recomendadas para gatos".

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