Mi gato respira mal - Causas y soluciones

Los gatos con dificultades respiratorias se muestran apáticos, letárgicos, con respiración ruidosa, secreciones en las fosas nasales, mucosas violáceas o azuladas (en casos muy graves), pueden respirar por la boca y algunos se acuestan en decúbito esternal, buscando alivio para la falta de aire.

Si has observado alguno de estos síntomas de un gato con dificultad respiratoria, debes saber que un manejo excesivo del mismo puede provocarle la muerte, por lo que si te das cuenta de que el animal no se encuentra bien, deberás introducirlo en su transportín con el menor estrés posible y llevarlo al veterinario cuanto antes.

Entre las principales causas que llevan a un gato a tener dificultad para respirar, destacamos:

Asma

El asma es una de las enfermedades respiratorias más comunes en los gatos, siendo una causa frecuente de disnea. La enfermedad se caracteriza por la inflamación de las vías respiratorias inferiores, posiblemente por una causa alérgica.

La exposición a alérgenos, como la contaminación ambiental, humos de cigarrillos, puros e incienso, polvo doméstico, gránulos sanitarios polvorientos, polvo antipulgas, perfume, hierbas y plantas que contienen polen, entre otros, puede desencadenar la inflamación de las vías respiratorias, provocando tos, aumento de las vías respiratorias, frecuencia y disnea. En este caso, es común observar que el gato respira muy rápido.

Nariz tapada

Algunos agentes virales, como el herpesvirus felino tipo 1 y el calicivirus felino, son responsables de enfermedades de las vías respiratorias superiores en los gatos. Los síntomas pueden variar según la gravedad de la infección, incluyendo estornudos, secreción nasal, tos, conjuntivitis, secreción ocular, úlceras corneales y lesiones orales.

Las secreciones nasales pueden acumularse y secarse, lo que dificulta la respiración del animal. Los agentes bacterianos también pueden estar involucrados, provocando un empeoramiento de la condición, que puede progresar a neumonía.

Por otro lado, cabe la posibilidad de que el animal tenga la nariz "tapada" por la presencia de algún cuerpo extraño, como ortigas, lo que sin duda hará que no pueda respirar bien.

Neumonía

La neumonía puede atribuirse a causas infecciosas o, con menor frecuencia, a causas no infecciosas. Los agentes infecciosos asociados con la neumonía en gatos incluyen bacterias, virus, hongos y parásitos. Las causas no infecciosas se asocian con neumonía por aspiración, inhalación de sustancias tóxicas o irritantes y trastornos lipídicos endógenos.

Las infecciones del tracto respiratorio inferior afectan principalmente a los gatos jóvenes. En adultos, se considera una enfermedad rara y suele estar relacionada con factores predisponentes que conducen a la inmunosupresión sistémica, como las coinfecciones por el virus de la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) , enfermedades endocrinas y/o metabólicas, o incluso terapia inmunosupresora con quimioterapia o corticoides ^[1].

Derrames pleurales

El derrame pleural es un cambio patológico caracterizado por la acumulación de líquido dentro de la cavidad torácica. Suele encontrarse en clínicas felinas y en ocasiones se convierte en una atención de urgencia, debido a la disnea en la que se puede encontrar el paciente.

Varias etiologías pueden causar este cambio, como la peritonitis infecciosa felina, las neoplasias mediastínicas, la insuficiencia cardíaca congestiva, entre otras. El derrame pleural pone en riesgo la vida del gato, que debe ser llevado al veterinario lo antes posible y con el mínimo de estrés para que el animal no muera ^[2] .

Insuficiencia cardíaca congestiva

Otra causa que puede explicar por qué un gato respira mal es la insuficiencia cardíaca congestiva, un síndrome que resulta de un corazón que ya no puede mantener su funcionamiento adecuado para conservar las funciones corporales.

El gato con insuficiencia cardíaca puede presentar fatiga, disnea, pérdida de peso, abultamiento abdominal, debilidad, cianosis, síncope, así como otros signos clínicos, excepto tos. En los felinos, la tos suele estar ligada a problemas respiratorios sin tener relación alguna con enfermedades del corazón, como ocurre con los perros.

No. Tras repasar las causas más habituales habrás podido comprobar que no es normal que un gato tenga dificultades respiratorias. Si vives con un gato, presta mucha atención a los signos de respiración rápida o “pesada”, ya que podría significar un problema grave y urgente. Los animales muy tranquilos, apáticos y que evitan el esfuerzo físico (no quieren jugar) también pueden estar sufriendo problemas respiratorios.

Lo mejor que puedes hacer si tu gato respira mal, u observas que empieza a respirar por la boca, es llevarlo al veterinario, ya que esto podría ser un síntoma de una enfermedad grave que, de no ser tratada adecuadamente, podría llevar al animal a la muerte. No intentes maniobras ni uses remedios caseros en este caso, ya que puede estresar al animal y causar más daño.

A continuación, compartimos nuestros consejos para ayudar a tu gato a respirar mejor:

• Lo primero que debes hacer si notas que tu gato respira mal es observar si hay alguna secreción o cuerpo extraño que impida el paso del aire por las fosas nasales. De ser así, no dudes en acudir al veterinario.
• Si el gato tiene gripe, limpia las fosas nasales con solución salina tibia y una gasa, suavemente, para no lastimar la nariz.
• Si la nariz está limpia, sin ruidos durante la respiración y el gato todavía parece respirar mal, el problema puede estar en la parte inferior de las vías respiratorias (pulmones). En ese caso, serán necesarias pruebas de imagen y una buena valoración por parte del veterinario.

Ahora que conoces las causas y qué hacer en caso de que un gato respire mal, cuando duerme o despierto, te recomendamos que veas el siguiente vídeo en el que hablamos de qué hacer si tu gato jadea y respira demasiado rápido:

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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