Los 5 animales marinos más peligrosos del mundo

Los cubozoos, o más comúnmente llamados "avispas de mar" o "avispas marinas", son un tipo de medusas cnidarias cuya picadura es mortal si su veneno entra en contacto directo con nuestra piel. Se llaman así porque tienen forma cúbica (del griego kybos: cubo y zoon: animal). No llegan a 40 especies y se clasifican en 2 familias: las chirodropidae y las carybdeidae. Viven en las aguas de Australia, Filipinas y otras áreas tropicales del Sudeste asiático, y se alimentan de peces y crustáceos diminutos. Cada año, la avispa de mar mata a más personas que la suma de todas las muertes que provocan todos los animales marinos juntos.

Aunque no son animales agresivos, tienen el veneno más letal del planeta, ya que con sólo 1,4 mg del veneno de sus tentáculos, pueden provocar la muerte de un ser humano. El mínimo roce con nuestra piel hace que su veneno actúe rápidamente en nuestro sistema nervioso, y después de una reacción inicial con ulceración y necrosis de la piel, acompañados de un terrible dolor semejante al que se produce por un ácido corrosivo, se produce un paro cardíaco en la persona afectada, y todo esto pasa solo en 3 minutos. Por eso se recomienda a lo buceadores que vayan a nadar por cualquiera de las aguas donde están estos animales, llevar un traje de neopreno completo por todo el cuerpo para evitar el contacto directo con estas medusas, que no solo son mortales, sino que también son muy rápidas, ya que llegan a recorrer 2 metros en un segundo gracias a sus largos tentáculos.

Las serpientes de mar o "cobras marinas" (hydrophiinae), son las serpientes que poseen el veneno más potente del mundo animal, incluso más que las serpientes taipán, sus homónimas terrestres. Aunque son una evolución de sus antepasados terrestres, estos reptiles están adaptados totalmente al medio acuático, pero aún conservan algunas características físicas. Todas tienen comprimidos los órganos de forma lateral, por eso tienen una apariencia similar a la de las anguilas, y además, también tienen la cola en forma de remo, cosa que les ayuda a ir en la dirección deseada a la hora de nadar. Viven en las aguas de los océanos Índico y Pacífico, y se alimentan básicamente de peces, moluscos y crustáceos.

A pesar de no ser animales agresivos, ya que sólo atacan cuando se las provoca o se sienten amenazadas, estas serpientes poseen un veneno de 2 a 10 veces más potente que el de una cobra terrestre. Su picadura produce dolor muscular, espasmos en la mandíbula, somnolencia, visión borrosa o incluso parálisis respiratoria. La buena noticia es que como sus dientes son tan pequeños, con un traje de neopreno un poco grueso, sus neurotoxinas no serían capaces de atravesarlo y llegar a nuestra piel.

El pez piedra (synanceia horrida), junto con los peces globo, son uno de los peces más venenosos del mundo marino. Pertenece a la especie de peces actinopterigios escorpeniformes, ya que posee unas prolongaciones espinosas parecidas a la de los escorpiones. Estos animales se mimetizan perfectamente con el entorno, sobre todo con las zonas rocosas del medio acuático (de ahí su nombre), por eso es muy fácil pisarlos si se está haciendo submarinismo. Viven en las aguas de los océanos Índico y Pacífico, y se alimentan de pequeños peces y crustáceos.

El veneno de estos animales está localizado en las púas de las aletas dorsales, anales y pélvicas, y contiene neurotoxinas y citotoxinas, más letales que el veneno de una cobra. Su pinchazo produce hinchazón, dolores de cabeza, espasmos intestinales, vómitos e hipertensión arterial, y si no se trata a tiempo, parálisis muscular, convulsiones, arritmias cardíacas o incluso paradas cardiorespiratorias, causadas por el fuerte dolor que produce su veneno en nuestro cuerpo. Si nos pinchamos con unas de sus púas, nos espera una curación lenta y dolorosa de las heridas...

Los pulpos de anillos azules (hapalochlaena) son unos moluscos cefalópodos que no llegan a medir más de 20 centímetros, pero poseen uno de los venenos más mortales del mundo animal. Son de color marrón oscuro amarillento y se caracterizan por tener en su piel unos anillos de color azul y negro que brillan con intensidad si se sienten amenazados. Viven en las aguas del océano Pacífico y se alimentan de pequeños cangrejos y langostinos.

El veneno neurotóxico de su picadura produce al principio picazón y, gradualmente, una parálisis respiratoria y motriz, que lleva hasta la muerte de la persona en tan solo 15 minutos. No existe antídoto para su mordedura, ya que gracias a unas bacterias segregadas en las glándulas salivales del pulpo, estos animales tienen suficiente veneno como para matar a 26 seres humanos en pocos minutos.

El tiburón blanco (carcharodon carcharias) es uno de los peces de mar más grandes del mundo y el pez depredador más grande del planeta. Pertenece a la especie de los peces cartilaginosos lamniformes, puede llegar a pesar más de 2000 kilos y medir entre 4,5 y 6 metros de longitud. Estos tiburones tienen unos 300 dientes grandes y afilados, y una poderosa mandíbula capaz de desgarrar las extremidades humanas. Viven en las aguas templadas y cálidas de casi todos los océanos y, básicamente, se alimentan de mamíferos marinos.

A pesar de la mala fama que tienen, no son animales que suelan atacar a los humanos. De hecho, mueren más personas por picaduras de insectos que por tiburones, y además, el 75% de estos ataques no son mortales pero sí que causan graves consecuencias en los heridos. Sí que es verdad que puede ser que la víctima muera por desangrado, pero es muy poco probable actualmente. Los tiburones no atacan a las personas por hambre, sino por considerarlas como una amenaza, porque se sienten confusos o por accidente.

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