10 síntomas de estrés en los hámsteres
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Los hámsteres son unos animales encantadores que se han popularizado enormemente como animales de compañía, especialmente entre los más pequeños. Si bien requieren poco espacio y cuidados relativamente sencillos, estos roedores necesitan que prestemos especial atención a su bienestar animal.
Debido a que en estado silvestre son presas fáciles para muchos depredadores, los hámsteres necesitan estar constantemente alertas y ser capaces de reaccionar rápidamente para escaparse, defenderse y garantizando así su supervivencia. Por ello, los hámsteres suelen ser especialmente vulnerables a padecer estrés y requieren un ambiente muy positivo para sentirse seguros.
En este articulo de ExpertoAnimal, te contamos las posibles causas y los principales síntomas de estrés en los hámsteres. Además, te brindamos algunos consejos para ofrecer una óptima calidad de vida a tu roedor y evitar que el cúmulo de tensión perjudique su salud y bienestar.
¿Por qué mi hámster está muy nervioso y estresado?
El estrés y el nerviosismo en los hámsteres puede tener diversas causas posibles, dependiendo del carácter de del animal, el entorno en el que vive y los cuidados proporcionados por su tutor. Debido a que existen varios tipos de hámsteres y cada individuo puede tener una personalidad distinta, los signos de estrés pueden variar de un roedor a otro. Por esta razón, es muy importante que el tutor conozca el carácter y el comportamiento de su hámster para identificar cualquier alteración en su conducta habitual.
En líneas generales, cualquier movimiento brusco, ruido fuerte o estímulo extraño puede llegar a asustar y estresar a tu roedor, ya que ellos pueden llegar a interpretar que su bienestar puede estar amenazado. Al intentar cogerlos de forma abrupta, por ejemplo, les podemos asustar y generar una situación estresante y muy negativa para nuestros pequeños roedores.
Los hámsteres que comparten su casa con otras mascotas o viven en ambientes muy ruidosos (las personas, y en especial los niños pueden llegar a ser muy ruidosos para un hámster, ¡de verdad!), pueden sentirse estresados, principalmente si no han sido correctamente socializados, es decir, habituados a la presencia de personas, animales y entornos diversos, haciendo que padezcan miedo al identificar estos estímulos como extraños.
Por otro lado, los roedores que no cuentan con un ambiente enriquecido, con juguetes y elementos que le permitan jugar, ejercitarse y entretenerse, tienen mayor tendencia a acumular estrés. De hecho, el sedentarismo y la falta de estimulación mental están entre las principales causas de estrés en los hámsteres y también en otros animales.
Una higiene deficiente en su jaula, ciertas veces, también puede hacer que tu hámster se muestre más nervioso e inquieto que de costumbre. Recuerda que estos animales son muy limpios, por lo cual una correcta higiene y la elección de los sustratos adecuados para su jaula son parte fundamental de los cuidados de un hámster.
En algunas ocasiones, un déficit nutricional o una alimentación inadecuada también pueden generar cuadros de hiperactividad, estrés, nerviosismo o depresión. Como cualquier otro animal, los hámsteres necesitan recibir una nutrición completa y equilibrada para conservar un comportamiento equilibrado y una excelente salud. En ExpertoAnimal, te contamos cuáles son los alimentos prohibidos para los hámsteres, que no debes incluir en la dieta de tu roedor.
Por último (pero no por ello menos importante), debemos recordar que algunas enfermedades pueden provocar dolor y generar estrés en los hámsteres, provocando también alteraciones en su conducta habitual. Por ello, no dudes en llevar tu roedor a un veterinario especializado al identificar algún cambio en su comportamiento o en su aspecto.
Los síntomas de estrés en los hámsteres
Cada animal es un ser único y su organismo experimentará y expresará el estrés de forma distinta. Por este motivo es importante estar atento a los cambios en la conducta y en el aspecto de tu roedor, para detectar tempranamente cualquier síntoma de estrés o de las enfermedades comunes en los hámsteres.
No obstante, con un poco de atención, resulta simple reconocer un hámster estresado y sus síntomas. A continuación, resumimos las 10 señales más evidentes del estrés en los hámsteres:
- Hiperactividad: los hámsteres estresados suelen mostrarse constantemente hiperactivos y difícilmente estarán tranquilos y serenos en su jaula. Pueden moverse constantemente, correr en su rueda muy rápidamente, mostrarse más nerviosos o alertas que de costumbre, trepar los barrotes de su jaula, y hasta reducir sus horas diarias de sueño. Esta es una clara señal de que el animal tiene mucha tensión acumulada y que necesita liberarla para recuperar su equilibrio. Y si el roedor no cuenta con un ambiente enriquecido para gastar energía y liberar la tensión de forma positiva (jugando y ejercitándose, por ejemplo), podrá mostrar numerosos problemas de comportamiento, como la destructividad, la agresividad y las estereotipias.
- Hábitos inusuales: todo hámster necesita vivir en un ambiente enriquecido para ejercitar sus capacidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales. Si el roedor es sometido a una rutina sedentaria en un entorno poco estimulante, intentará gastar energía y aliviar el estrés de otras maneras, pudiendo adoptar ciertos hábitos inusuales y hasta peligrosos. Uno de los hábitos inusuales asociados al estrés en el hámster es morder los barrotes de su jaula, una conducta que puede llegar a afectar gravemente su salud.
- Conductas estereotipadas: como mencionamos, en un intento por liberar la tensión acumulada en su cuerpo, el hámster puede ejecutar ciertos movimientos y acciones de forma compulsiva y repetitiva, algo que se conoce como "estereotipias". Por ejemplo, rascarse constantemente, roer de manera incesante, dar varias vueltas en tono de su propio eje, asear su propio cuerpo constantemente, etc. En los casos más extremos, estos comportamientos conllevan a una automutilación, ya que el hámster puede provocarse heridas y lesiones al rascarse o mordisquearse incesantemente, siendo más vulnerables a abscesos e infecciones. Es esencial estar atento al identificar estas conductas compulsivas antes de que provoquen mayores complicaciones en la salud del animal.
- Agresividad: el estrés es una de las principales causas de la agresividad en los hámsteres. Además, podemos observar que un hámster estresado suele mostrarse más reactivo que lo habitual, respondiendo casi siempre de forma exagerada a los estímulos de su entorno. Si tu roedor pone las orejas hacia atrás, enseña los dientes y emite gruñidos, se está preparando para un posible ataque y debes evitar acercarte para no incrementar la tensión de esta situación. Un hámster agresivo, con un cúmulo de tensión en su organismo, puede provocar daño a sus tutores, a otros hámsteres e incluso a ellos mismos. Por ello, si percibes que tu hámster intenta morderte constantemente, muestra sus dientes o se ha vuelto más agresivo, te recomendamos buscar consejo en un veterinario especializado.
- Pérdida de pelo: cuando un hámster vive permanentemente en un entorno negativo y empobrecido o padece una rutina sedentaria, puede llegar a padecer estrés crónico. En esta etapa, el estrés ya se ha generalizado y uno de los signos físicos más habituales del estrés crónico en los hámsteres son las alteraciones en su pelaje. Un hámster estresado puede empezar a perder pelo o tener el pelaje notablemente más grasoso. Por otro lado, el propio roedor puede arrancarse el pelo al rascarse intensamente, generando calvas en su propio pelaje.
- Ruidos del hámster: por lo general, los hámsteres son animales silenciosos y tranquilos. No obstante, al ser afectado por el estrés, un hámster puede emitir algunos ruidos característicos. A sentir miedo, resistencia o incomodidad frente a una situación, el hámster puede emitir bufidos. Pero a su vez, si el roedor se siente amenazado, puede adoptar una postura defensiva, emitiendo gruñidos y rechinando sus dientes. En contextos de elevado nerviosismo, también pueden aparecer algunos quejidos o chillidos, que son poco comunes en los hámsteres.
- Salivación excesiva: el estrés, el miedo, la ansiedad y el nerviosismo interfieren en la producción de saliva. Un hámster estresado puede presentar salivación excesiva como una respuesta física del organismo ante un contexto de elevada tensión.
- Insistentes intentos de escape: un hámster estresado intentará escapar del entorno negativo. Si ves que tu roedor tiene las orejas hacia adelante y los cachetes inflados, significa que su cuerpo está en un estado de alerta, preparándose para huir rápidamente ante cualquier peligro.
- Rigidez muscular y temblores: cuando un hámster está muy estresado o siente mucho miedo, los músculos de su cuerpo se tornan más tensos. En casos más extremos, la rigidez muscular es tan intensa que el roedor puede temblar.
- Cambios de comportamiento: el estrés en los hámsteres puede provocar cambios en su comportamiento habitual. Un roedor estresado puede mostrarse más agresivo, más tímido, más ansioso, más triste o más miedoso que de costumbre, por ejemplo. Conociendo la personalidad de tu hámster, podrás darte cuenta fácilmente de estas alteraciones en su carácter.
¿Cómo calmar un hámster nervioso o estresado?
Para prevenir el estrés en los hámsteres o calmar un hámster nervioso, debemos seguir algunas pautas para ofrecerle una óptima calidad de vida y un ambiente tranquilo y positivo a nuestros roedores. En el momento exacto que observes que tu hámster está muy estresado, nervioso o adopta una postura agresiva, lo ideal es alejarse y esperar a que el roedor se calme y recupere un comportamiento equilibrado. Después, lo ideal será llevarlo al veterinario para descartar cualquier posible patología, asegurar su estado de salud e intentar verificar cuál es la causa de sus conductas alteradas.
No obstante, también será esencial adoptar ciertos cuidados básicos para prevenir el estrés en los hámsteres y ayudarles a mantener un comportamiento equilibrado. A continuación, encontrarás algunos tips esenciales para ofrecer una óptima calidad de vida a tu roedor:
- Enriquece el ambiente de su jaula: el enriquecimiento ambiental es clave a la hora de preparar la jaula de tu hámster. Una jaula enriquecida permite que el roedor se ejercite y se entretenga durante tu ausencia, previniendo problemas de comportamiento y ayudando a gestionar un peso saludable. Aunque la tradicional rueda sea útil para estimular a tu hámster, lo ideal es proporcionar también otros juguetes y complementos para despertar su curiosidad y estimular su capacidad cognitiva. En las tiendas para mascotas, podrás encontrar algunas jaulas diseñadas especialmente para proporcionar un "parque" para los hámsteres más activos.
- La socialización: pesar de requerir cuidados relativamente sencillos, un hámster necesita la atención y el cariño de sus tutores para mantenerse activo, feliz y saludable. Por ello, además de enriquecer la jaula de tu roedor, también necesitará pasar tiempo con sus congéneres, al ser un animal gregario. No obstante, si no es así, necesitarás dedicar un tiempo especial para jugar y compartir momentos de calidad junto a él.
- Ofrece una adecuada medicina preventiva: como hemos mencionado, algunas enfermedades pueden provocar alteraciones de comportamiento en tu hámster. Por ello, es muy importante ofrecer una adecuada medicina preventiva a tu mascota para fortalecer su sistema inmunológico. Recuerda realizar visitas al veterinario cada 6 meses, proporcionar una alimentación equilibrada, higienizar periódicamente su jaula con productos enzimáticos y mantenerlo física y mentalmente activo.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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