Mi pitbull se está volviendo agresivo

Los perros pitbull (american pit bull terrier) exhiben un cuerpo fuerte, con una musculatura ampliamente desarrollada y una mandíbula poderosa. Por estas características morfológicas, son catalogados como una raza potencialmente peligrosa en la mayoría de los países. Si bien la fuerza y el aspecto físico no sean determinantes en el carácter de ningún animal, lo cierto es que debemos adoptar medidas preventivas para garantizar la tenencia legal y segura de las razas de perros PPP, especialmente cuando hablamos de problemas de agresividad.

Por ello, aunque tu pitbull sea muy sociable y amable contigo, recuerda cumplir la normativa legal al pasear con tu perro, como llevarlo siempre con bozal y correa (en caso de ser extensible, que no supere los 2m de longitud) en espacios públicos. Existen muchos detalles a tener en cuenta, por ese motivo, si aún no los conoces todos, te recomendamos consultar la normativa de perros potencialmente peligrosos en España o bien la normativa de perros potencialmente peligrosos en Argentina.

Muchas personas se preguntan "¿El pitbull es un perro peligroso?", por los alarmantes sucesos que han aparecido en los medios. Como te hemos adelantado en la introducción, la agresividad puede deberse a causas genéticas, pero en la mayoría de casos se debe a un problema relacionado con la educación, a la falta de socialización, a las experiencias vividas (incluyendo traumas) e incluso a una posible patología.

Todas ellas las detallaremos en los siguientes apartados de forma mucho más precisa, pero es importante resaltar previamente que el pitbull es un perro inteligente y muy sensible, que demuestra gran devoción y enorme cariño por sus familiares, especialmente con los niños. Tanto es así, que la historia ha clasificado al pitbull como un excelente perro niñera.

No obstante, también es cierto que un pitbull puede considerarse peligroso cuando presenta conductas agresivas, por su fuerza, por su mandíbula y por su gran resistencia física. Pero ello no es un hecho exclusivo de esta raza, sino que cualquier perro agresivo representa un peligro potencial para sí mismo y para otros perros y personas de su alrededor.

¿Te preguntas por qué tu pitbull se está volviendo agresivo? La agresividad en los perros puede tener muchas causas y no existe una única explicación de por qué un pitbull puede desarrollar conductas agresivas. Por ello, es fundamental estar atento a la rutina de tu peludo para poder identificar la explicación de este cambio comportamental y saber qué hacer frente a esta situación. A continuación, te presentamos algunos aspectos cruciales que debes considerar para combatir y prevenir la agresividad en tu mejor amigo.

Si tu pitbull es agresivo con otros perros o hacia las personas, es vital que no ignores este comportamiento ni dejes su tratamiento para más adelante, cuando ya no te sea posible controlar la situación de forma efectiva: la agresividad es un problema del comportamiento muy grave que debe ser tratado de forma pronta, cuando identifiquemos las primeras señales de agresividad. De no ser así, será mucho más complicado tratar el problema lo que nos costará más tiempo, esfuerzo y dinero.

Lo más importante para evitar que nuestros perros sean agresivos será prevenir este tipo de comportamientos desde las primeras semanas de vida, con un adecuado período de socialización y un manejo adecuado, siempre basado en la educación en positivo y el respeto hacia el animal.

Pero si tu perro pitbull ya se está mostrando comportamientos agresivos, sigue leyendo para saber qué puedes hacer y cómo llevar este caso de forma adecuada, ya tengas un perro adulto o un cachorro de pitbull agresivo.

Algunas patologías y problemas hormonales explican por qué es agresivo un pitbull. Estas enfermedades repercuten directamente en la conducta de nuestros perros y favorecen el desarrollo de la agresividad. Un ejemplo bastante común sería el hipotiroidismo canino, que podría detectarse con una simple prueba veterinaria.

Un perro puede mostrarse agresivo al experimentar un dolor elevado o al sentirse débil, por ejemplo. Por ello, si tu pitbull presenta cualquier alteración en su conducta habitual, no dudes en acudir a tu veterinario para analizar su estado de salud y descartar posibles causas patológicas.

Además, debemos resaltar que ofrecer una adecuada medicina preventiva a tu perro es esencial para prevenir todo tipo de enfermedades y problemas de comportamiento. Por ello, recuerda realizar visitas al veterinario cada 6 meses, además de respetar su calendario de vacunación y rutina de desparasitación.

Uno de los principales temores de las personas al adoptar a un pitbull es que su perro se muestre agresivo con otros animales. La convivencia del pitbull con otros perros dependerá fundamentalmente de su educación y socialización, que son los pilares de una buena conducta en los perros. La educación de los perros pitbull cachorros debe empezar en el mismo momento en el que llegan a su nuevo hogar, pero respetando siempre la edad óptima de destete. Desde su infancia, necesitaremos transmitirles las normas básicas que pretendemos que nuestro perro respete a lo largo de su vida, para no tener que corregir malas conductas en el perro adulto.

Cuando nuestro cachorro haya completado su calendario de vacunación y pueda empezar a pasear, podemos empezar a dedicarnos exclusivamente a la socialización del perro. Es muy importante que nuestro peludo empiece a socializar desde la primera edad, pues únicamente de este modo aprenderá a relacionarse con otros perros, a entender los límites del juego o de la mordida, por ejemplo. No obstante, si has decidido adoptar a un perro pitbull adulto, debes saber que también es posible llevar a cabo la socialización de un perro adulto, aunque inevitablemente es un proceso mucho más largo y completo, que requiere en la mayoría de casos la supervisión y guía de un especialista en modificación de conducta.

Independiente de la edad del perro, debemos recordar la importancia del refuerzo positivo como reconocimiento y estimulación para el aprendizaje. Los castigos físicos, las actitudes violentas y el uso de accesorios como collares de ahorque o antiladridos, pueden lastimar al animal y son contraproducentes en su educación. Al someter un perro a situaciones de estrés elevado, así como de abusos físicos y/o emocionales, favorecemos el desarrollo de conductas agresivas y perjudicamos su bienestar emocional.

Cuando hablamos del perro pitbul y sus rasgos, no podemos pasar por alto que se trata de un perro con mucha energía, la cual debe aprender a canalizarla de forma positiva para mantener un temperamento equilibrado. Una rutina sedentaria es peligrosa y muy perjudicial para la salud física y mental de estos perros. Un pitbull que no realiza suficiente actividad física puede desarrollar numerosos problemas de salud (asociados principalmente al sobrepeso y a la inactividad) pero también de comportamiento. Al no gastar energía, el perro acumula ansiedad y suele mostrar varios de los síntomas de estrés en los perros, entre los cuales se puede encontrar el incremento de la agresividad, la hiperactividad o las conductas repetitivas.

Por ello, no dejes de proporcionar actividad física diaria a tu pitbull y también puedes considerar la posibilidad de iniciarlo en un deporte canino. En ExpertoAnimal, te enseñamos algunos ejercicios recomendados para perros pitbull que son excelentes para mejorar su masa muscular y su resistencia física, pero sin comprometer sus articulaciones.

Otro gran mito sobre las razas PPP es que los juegos de tira y afloja pueden incentivar conductas agresivas, como morder a las personas y otros perros. ¡Nada más lejos de la realidad! Trabajar la inhibición de la mordida de tu pitbull y enseñarle a soltar los objetos, son ejercicios indispensables para estos perros, ya que permite enseñarles un comando esencial como es el "suelta". Es importante resaltar además que los pitbull son perros que necesitan mordisquear, por lo que evitar estos juegos y no proporcionarles juguetes incentivan la aparición de comportamientos indeseados (no siempre relacionados con la agresividad) como puede ser la destructividad.

El riesgo en los juegos de tira y afloja aparece cuando no lo realizamos correctamente. Es importante evitar en todo momento que pueda alcanzar nuestras manos, para ello utilizaremos un nudo o mordedor grande y lo sujetaremos por ambos extremos, permitiendo al perro morder el centro. Si observamos que se aproxima demasiado a una de nuestras manos, debemos soltar ese extremo y pedirle un "suelta". Si el perro no quiere soltar el objeto, le pediremos que nos lo cambie por un premio mientras repetimos la orden.

También es fundamental comprender que durante el juego debemos ceder y "dejarle ganar" algunas veces, pero que nosotros también debemos retener el juguete en algunas ocasiones, de esta forma, evitaremos que nuestro perro pueda empezar a generar posesividad con los juguetes y otros objetos.

En el caso de que nuestro perro nos gruña, muestre un lenguaje corporal negativo o nos muerda, debemos detener el juego y en ningún caso reforzaremos al perro. Podemos pedirle un "suelta" y guardar el objeto, una acción que le enseñará que las malas conductas tienen como resultado el fin del juego. Por el contrario, si tu perro no suelta el objeto, esperarás a que deje de jugar con él y luego lo guardarás.

A diferencia de otros perros más inteligentes, como puede ser un border collie, los perros pitbull son algo más lentos en su aprendizaje, pero eso no significa que no puedan aprender órdenes, habilidades caninas o trucos muy variados. Y lo más importante: tampoco significa que no deban recibir estimulación mental.

El pitbull es un perro inteligente y sensible que debe ejercitar su mente y su olfato de forma diaria. Para ello, podemos emlear juguetes interactivos, juguetes de inteligencia, juguetes expendedores de comida o, directamente, realizar actividades con él, como puede ser el sembrado para perros, un excelente ejercicio de olfato.

Así mismo, puedes ejercitarle con juegos, como el trilero, que te mostramos en este vídeo:

¿Son malos los pitbull? ¡En absoluto! A pesar de su mala fama, el pitbull es un perro muy sociable con los seres humanos (principalmente con los niños), que disfruta enormemente de la compañía de sus familiares. No suelen lidiar muy bien con la soledad y pueden desarrollar problemas de comportamiento si pasan muchas horas solos o son ignorados por sus tutores. Por lo general, un perro adulto sano no debería pasar más de 6 u 8 horas al día solo, en caso contrario, es probable que aparezcan problemas de conducta.

Si quieres que tu pitbull mantenga un comportamiento equilibrado, recuerda reservar tiempo para jugar con él, compartir momentos de ocio o hacer ejercicios junto a tu mejor amigo. En poco tiempo, podrás confirmar que tu compañía es un punto clave para el bienestar de tu perro.

La nutrición del perro es un aspecto clave para una buena salud y comportamiento equilibrado. Una dieta deficiente y pobre en nutrientes esenciales, puede se ver reflejada negativamente en la conducta de nuestros perros. Además, los canes deben contar con una alimentación completa y equilibrada para desarrollar planamente sus capacidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales.

Te aconsejamos que busques la orientación de un veterinario para garantizar que la alimentación del pitbull sea de alta calidad y cumpla con sus requerimientos nutricionales básicos.

Desafortunadamente, muchas personas siguen creyendo que para educar un perro fuerte y poderoso como el pitbull es necesario establecerse como "el dominante" o "el alfa". Gracias a esta lamentable creencia acerca de la dominancia en los perros, muchos tutores llevan a cabo conductas poco racionales y muy peligrosas, que provocan frustración, estrés y ansiedad en el perro.

Es totalmente falso que debamos someter a nuestro perro tumbándolo de lado o bien que deba entrar en casa justo después de nosotros, forzándole con la pierna. Este tipo de acciones, por poner ejemplos, solo hacen que dañar el vínculo con el perro y además no están basadas en ningún estudio que avale su eficacia.

Si quieres que tu perro te obedezca y demuestre un comportamiento equilibrado, debes invertir en un vínculo saludable y darle una enseñanza positiva, excluyendo cualquier tipo de maltrato físico o emocional. No puedes esperar que tu perro te obedezca si no dedicas tiempo a educarle o enseñarle cómo debe hacer las cosas.

Además, aprenderá más fácilmente si su conducta se ve reforzada, ya sea con comida o con una actitud positiva por tu parte. Invertir en tiempo de calidad, dedicar diariamente 10 minutos a repasar comandos y obediencia, es básico para que tu mejor amigo confíe en tí y te obedezca, pero no por miedo o autoritarismo, sino porque crea de verdad que eres una figura de referencia a la que merece la pena seguir.

En algunas ocasiones, aunque intentemos proporcionar los mejores cuidados a nuestro perro y dediquemos tiempo en educarle y adiestrarle, éste puede mostrar agresividad. Dado que se trata de uno de los problemas del comportamiento más graves, siempre recomendamos acudir a un especialista, como puede ser un etólogo, un educador canino o un adiestrador.

El profesional en modificación de conducta te ayudará a evaluar el caso, te ofrecerá un diagnóstico y pautas de manejo, pero también realizará sesiones contigo en un campo de trabajo o lugar concreto para solucionar el problema de agresividad. Es importante destacar que el pronóstico es variable según el caso, pero que la detección y empezar un tratamiento cuanto antes son clave para evitar que la conducta vaya a más.

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