Mi perro hace ruidos como si no pudiera respirar – Causas

La rinitis consiste en un proceso inflamatorio que afecta a la mucosa nasal. Cuando, por distintos motivos que explicaremos a continuación, la mucosa nasales se lesiona, esta responde produciendo una secreción (mucosidad nasal) que:

• Por un lado, obstruye el paso del aire y dificulta la respiración.
• Y por otro lado, genera unas turbulencias con el paso del aire, que dan lugar a la aparición de ruidos respiratorios anormales.

Las causas que pueden originar este proceso son muy variadas, e incluyen:

• Procesos infecciosos: por virus (como el moquillo), bacterias (como Bordetella o Streptococcus) u hongos (como Aspergillus o Penicillium).
• Agentes irritantes: como polvo, humo, contaminación o vapores generados por productos químicos (como limpiadores o barnices).
• Cuerpos extraños: como espigas, pequeñas piedras o palos, etc.
• Tumores: tanto benignos como malignos. Te hablamos de los Tumores en perros: tipos, síntomas y tratamiento en el siguiente artículo de ExpertoAnimal.
• Alérgenos: como el polen o los ácaros del polvo.

Dependiendo de la causa, la secreción nasal podrá variar de color y densidad (pudiendo ser serosa, mucosa, purulenta o sanguinolenta). En función de ello, el grado de obstrucción de las vías respiratorias será mayor o menor y, por tanto, los ruidos respiratorios serán más o menos evidentes.

En cualquier caso, el tratamiento deberá instaurarse en base a la causa que desencadene el proceso. Por ejemplo, en los procesos infecciosos se pautará un tratamiento antimicrobiano, y en las rinitis tumorales, será necesario extirpar el tumor y, en caso necesario, combinar el tratamiento con otras terapias como la quimio o la radioterapia.

No obstante, además del tratamiento específico, se podrá instaurar un tratamiento de soporte para facilitar la curación del animal (con humidificadores que ayuden a fluidificar la secreción nasal, mucolíticos, expectorantes, etc.).

Te damos más detalles sobre la Rinitis en perros: causas y tratamiento, en el siguiente post.

Es muy habitual que los cuidadores de perros de razas braquicéfalas (es decir, chatas) acudan a consulta manifestando que: “mi perro respira raro”. En estas razas, la aparición de ruidos respiratorios anormales suele deberse al conocido síndrome braquiocefálico. Este síndrome consiste en un conjunto de alteraciones respiratorias que se producen en las razas braquicéfalas debido a la conformación de su cabeza (en particular, de su hocico) y de sus vías respiratorias superiores.

En concreto, las anomalías que se pueden presentar en el aparato respiratorio de los perros con síndrome braquiocefálico son:

• Estenosis de los ollares: es decir, orificios nasales muy pequeños.
• Elongación del paladar blando: el velo del paladar es tan largo, que su extremo sobresale hacia la vía respiratoria y dificulta la entrada de aire. Es la anomalía que se encuentra con mayor frecuencia en los perros braquicéfalos.
• Colapso laríngeo: se pierde la rigidez y el soporte que proporciona el cartílago laríngeo, lo que hace que la laringe se pliegue y colapse.
• Hipoplasia traqueal.
• Hiperplasia faríngea.
• Cornetes nasales aberrantes: los pliegues mucosos nasales son exuberantes y dificultan la entrada de aire.

Todas estas anomalías, provocan un aumento de la resistencia al paso del aire inspirado, lo que ocasiona ruidos inspiratorios, ronquidos (tanto diurnos como nocturnos), dificultad respiratoria, intolerancia al ejercicio y al calor, cianosis e incluso síncopes. También son frecuentes los síntomas digestivos, como los vómitos y las regurgitaciones.

El tratamiento de las alteraciones respiratorias asociadas al Síndrome braquiocefálico es eminentemente quirúrgico. Es importante subrayar que en ningún caso se debe considerar normal que un perro, aunque sea braquicéfalo, ronque de forma continua y presente dificultad respiratoria al menor esfuerzo, pues estas alteraciones comprometen enormemente el bienestar animal y necesitan ser tratadas con la mayor precocidad posible.

Además, conviene recordar la importancia que tiene realizar un cría responsable de nuestros animales de compañía. La cría indiscriminada y sin control a menudo conlleva la perpetuación, o incluso el empeoramiento, de este tipo de malformaciones congénitas, que comprometen el bienestar de algunas de nuestras razas caninas. Por ello, es crucial que tanto los cuidadores, como los veterinarios y criadores, apuesten siempre por una crianza selectiva, cuidada y responsable.

Generalmente, cuando se producen estornudos inversos, los cuidadores suelen llamar o acudir urgentemente a su centro veterinario manifestando que: “mi perro respira como si se ahogara, pero pasados unos segundos, se le pasa”. Sin duda, esta es una de las causas que más preocupación generan en los cuidadores pero, al contrario de lo que podríamos pensar, es la menos grave de todas las que vamos a describir en este artículo.

Lo que ocurre cuando los perros sufren un episodio de estornudos inversos es que el aire, en lugar de ser expulsado por la nariz como ocurre en un estornudo normal, es aspirado fuertemente hacia las vías respiratorias. Cuando esto sucede, los perros emiten un ruido inspiratorio fuerte (a veces en forma de ronquido), que suele ser bastante alarmante.

Además, es característico que los perros se queden quietos, con la boca cerrada y el cuello estirado. Es importante aclarar que los perros que sufren estornudos invertidos no se están ahogando, pues no hay nada que impida la entrada de aire hacia las vías respiratorias. El ruido que se produce se debe simplemente a la aspiración de aire de forma rápida y enérgica, y no supone ningún perjuicio para el animal.

Por lo general, el estornudo invertido se produce por un espasmo muscular a nivel del tracto respiratorio superior. Este espasmo suele generarse ante la presencia de agentes que irritan la mucosa respiratoria (como el polvo, los olores fuertes, los vapores de algunos productos químicos, algunos cuerpos extraños o incluso collares muy apretados). En el caso de los perros braquicéfalos (chatos), los estornudos invertidos son más frecuentes debido a la conformación anatómica de sus vías respiratorias superiores.

Generalmente estos episodios suelen durar entre 30 segundos y un par de minutos, y una vez que el animal deglute, su respiración vuelve a la normalidad. Como norma general no es necesario instaurar ningún tratamiento al respecto, aunque es cierto que podemos ayudar a que el episodio dure el menor tiempo posible, realizando algunas maniobras que produzcan que el animal trague saliva y, con ello, vuelva a inspirar con normalidad:

• Tapar los orificios nasales suavemente: con ello, obligaremos al animal a abrir la boca y a deglutir.
• Masajear el cuello: en la zona de la garganta, para estimular la deglución.

No obstante, si observas que tu perro se estresa al realizar cualquiera de estas maniobras, es preferible dejar de hacerlas y simplemente esperar a que el episodio de estornudos termine de forma espontánea.

Te dejamos más información sobre el Estornudo inverso en perros: causas, tratamiento y cuidados en el siguiente artículo de ExpertoAnimal.

Para entender en qué consiste este proceso, conviene hacer un par de apuntes sobre la conformación anatómica de la tráquea. La tráquea es un tubo flexible formado por “anillos” cartilaginosos. Estos anillos no tienen forma de circunferencia completa, sino que tienen forma de “C”, y la parte abierta de esa “C” se mantiene unida por medio de una membrana, la membrana dorsal.

En los perros que sufren colapso traqueal, se produce una degeneración progresiva e irreversible de la tráquea (primero de la membrana dorsal y, posteriormente, de los anillos traqueales), de manera que los anillos se van haciendo cada vez más planos, hasta que la luz de la tráquea colapsa por completo.

Los perros afectados (generalmente de razas pequeñas, edad media-avanzada y con sobrepeso) presentan como signo clínico más característico una tos seca y áspera que suena como una oca graznando. Además, estos perros suelen presentar un ruido sibilante al respirar (en forma de pitido) y otros signos como dificultad para respirar e intolerancia al ejercicio.

El tratamiento se puede abordar desde una perspectiva médica (con antiinflamatorios, broncodilatadores, antitusígenos, corticoides y un buen manejo dietético que favorezca la pérdida de peso) o desde una perspectiva quirúrgica (con colocación de prótesis dentro o fuera de la luz de la tráquea, u otras técnicas quirúrgicas).

A continuación puedes encontrar más información sobre el Colapso traqueal en perros: síntomas y tratamiento.

Otra de las patologías que pueden ocasionar ruidos respiratorios anormales en los perros son las bronconeumonías. Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a las vías respiratorias bajas y que puede estar causado por multitud de agentes infecciosos:

• Bacterias: como Pasteurella, Klebsiella, Bordetella, etc.
• Virus: como el moquillo canino, adenovirus, parainfluenza, etc.
• Hongos: como Aspergillus.
• Parásitos: como Filaroides, Paragonimus, Capillaria, etc.

El cuadro de los animales con bronconeumonía suele comenzar con signos inespecíficos (como letargo, inapetencia, fiebre y fatiga) y posteriormente aparecen signos respiratorios como tos, ruidos respiratorios anormales (en la inspiración y/o en la espiración), aumento de la frecuencia respiratoria, dificultad respiratoria, secreción nasal, etc.

El tratamiento de las bronconeumonías se basa en la instauración de una terapia antimicrobiana específica frente al agente que haya causado la infección. Para ello, es necesario obtener una muestra mediante lavado traqueal y realizar un cultivo y un antibiograma, para así poder instaurar una terapia con un antibiótico efectivo frente al agente causal de que se trate.

El edema pulmonar consiste en la acumulación anormal de líquido en el intersticio y los alveolos pulmonares, el cual impide que se produzca un adecuado intercambio de gases en el pulmón (captación de oxígeno y eliminación de dióxido de carbono).

Su origen puede ser cardiogénico (debido a una patología cardiaca) o no cardiogénico (debido a otras causas como vasculitis, electrocución, enfermedades hepáticas, traumatismos, convulsiones, etc.). En cualquier caso, los perros con edema pulmonar presentan un cuadro de dificultad respiratoria (disnea) con aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea), y en casos avanzados, asfixia, agitación y nerviosismo.

El edema pulmonar es un proceso muy grave que puede desencadenar la muerte del animal, por ello, ante su aparición, es fundamental instaurar un tratamiento de urgencia que permita mejorar la oxigenación del paciente (con oxigenoterapia, diuréticos y tranquilizantes) y, paralelamente, tratar la causa primaria, tanto si se trata de un edema cardiogénico (inótropos positivos, vasodilatadores, antiarrítmicos, etc.) como si es no cardiogénico (antibióticos, antiinflamatorios, etc.).

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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